Francisco Oropesa, sospechoso de matar a cinco hondureños en vivienda de Texas cumplió cárcel por conducir alcoholizado
Las autoridades locales y federales ofrecen hasta $80,000 dólares por información que lleve a la captura del hombre de 38 años quien se encuentra fugitivo desde la noche del viernes
Francisco Oropesa, el mexicano buscado por las autoridades locales y federales como sospechoso de matar a cinco hondureños en una vivienda en Texas, había sido deportado de Estados Unidos en cuatro ocasiones desde el 2009.
Oropesa, de 38 años y a quien persiguen al menos 200 agentes dentro y fuera del estado, había sido expulsado del país dos veces ese año, una en el 2012 y otras dos en 2016, según fuentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) que cita la cadena Telemundo esta semana.
Oropesa, que se considera armado y peligroso, permanece prófugo de las autoridades desde la noche del viernes cuando la emprendió a tiros contra 15 miembros de una familia que se encontraban en una casa vecina en la ciudad de Cleveland.
En la masacre murieron cinco personas, incluyendo un menor de 9 años identificado como Daniel Enrique Laso.
Además fallecieron: Sonia Argentina Guzmán, 25; Diana Velázquez Alvarado, 21; Julisa Molina Rivera, 31; y José Jonathan Casarez, 18.
El hombre la emprendió a tiros luego de que algunas de las víctimas le pidieron que dejara de disparar al aire ya que un bebé de la familia estaba durmiendo.
No está claro cuál es el estatus migratorio actual de Oropesa; tampoco desde cuándo se encuentra en el país luego de su última deportación en julio de 2016. Una vecina dijo a la agencia de noticias Associated Press que Oropesa, su esposa e hijo llevaban en el vecindario entre cinco a seis años. La mujer añadió que las denuncias contra la pareja ante las autoridades por disparos al aire eran frecuentes.
En el 2012, Oropesa fue detenido en el condado de Montgomery por conducir bajo la influencia del alcohol y cumplió cárcel por el crimen, reportó la cadena CNN. La Policía recuperó el rifle AR-15 que Oropesa presuntamente utilizó en la matanza. Sin embargo, dado que las autoridades encontraron varias más en su casa, sospechan que este puede estar armado.
El gobernador Greg Abbott ofreció una recompensa de $50,000 dólares por la captura de Oropesa, que fue elevada a $80,000 por agencias locales y el FBI.
Junto al anuncio, Abbott no perdió la oportunidad de incentivar su discurso contra los inmigrantes indocumentados al señalar que ni el sospechoso ni las víctimas contaban con papeles para permanecer en el país. Posteriormente, trascendió que Diana Velásquez era residente.
Abbott rectificó este lunes sus declaraciones ante las críticas recibidas por parte de activistas pro-inmigrantes y usuarios de redes sociales.
En un comunicado enviado a medios locales, la portavoz del gobernador, Renae Eze, planteó que habían recibido información errónea por parte de “funcionarios federales” de que las cinco víctimas estaban en el país de forma irregular.
“Lamentamos si la información fue incorrecta y desvirtuó el importante objetivo de encontrar y arrestar al criminal”, expresó la portavoz.
Añadió que cualquier pérdida de vidas es una tragedia y que su corazón está con las familias que han perdido a sus seres queridos.
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