Estudiante de Michigan se suicidó tras ser extorsionado en línea por un trio de nigerianos
Con tan sólo 17 años, Jordan DeMay fue seducido por quien creyó era una mujer, pero en realidad se trataba de una banda de habilidosos jóvenes que lo habían engatusado para sacarle material explicito con el cual después lo atormentaban a cambio de dinero
El 25 de marzo del año pasado, Jordan DeMay, estudiante de Marquette Senior High School, fue encontrado muerto a consecuencia de una herida de bala autoinfligida.
Aunque en un principio se pensó que el incidente se trataba de un suicidio común, una investigación de la policía de Michigan con el apoyo de la familia del joven de 17 años demostró que detrás del incidente había una extorsión que provocó su muerte.
De acuerdo con información de Fox News Digital, meses antes de su deceso, Jordan DeMay fue contactado por una usuaria de Instagram quien se identificó como dani.robertts.
De ahí en adelante, el también jugador del fútbol y la supuesta mujer comenzaron a establecer comunicación continúa, lo cual entusiasmo tanto al chico que aceptó enviarle cierto material gráfico de carácter sexual sin medir las consecuencias de sus actos.
Luego del suicidio de Jordan, a petición de sus familiares, las autoridades comenzaron a revisar su computadora y descubrieron que la presunta mujer con quien había desarrollado un romance virtual, en realidad se trataba de un grupo de hombres de nacionalidad nigeriana, quienes desde su país lo habían estado amenazando con hacer público todo el material que tenían sobre su persona si no accedía a pagarles $1,000 dólares para que dejaran de molestarlo.
Debido a que el joven sólo les envió únicamente $300 dólares, los piratas informáticos le dejaron claro que comenzarían a enviarle a todos sus contactos y familiares sus fotografías, videos y hasta mensajes que previamente le había mandado a la chica de sus sueños.
Ante la enorme presión que le significaba verse descubierto ante los ojos de sus conocidos, Jordan DeMay consiguió una pistola y sin compartirle a sus familiares el problema que cargaba sobre la espalda, se quitó la vida.
Cuando el FBI rastreó toda la comunicación establecida por el estudiante en sus últimos días, llegó hasta Samuel Ogoshi, un nigeriano de 22 años quien presuntamente usaba perfiles falsos para seducir a jóvenes con el objetivo de que le enviaran imágenes explícitas que después le servirán para extorsionarlos.
Ante la gravedad de los hechos, las autoridades estadounidenses dieron parte a la policía de Nigeria para que detuviera al delincuente, pero al investigar más a fondo se determinó que Samson Ogoshi, de 20 años, y Ezekiel Ejehem Robert, de 19, eran sus cómplices.
De esta manera, los tres sujetos están acusados de conspiración para explotar sexualmente a menores, conspiración para distribuir pornografía infantil y conspiración para cometer acoso a través de Internet.
Por estos delitos, deberán enfrentar una condena en Estados Unidos cuando se concrete su extradición.
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