Aceite vegetal, un ingrediente silencioso en las comidas
El doctor Veller explica que el consumo de grasas trans, presentes en el aceite vegetal y en muchos alimentos, es una de las principales causas de la enfermedad cardíaca
El aceite vegetal es un ingrediente que está presente en muchas comidas, incluso en algunas que ni imaginamos, y es este consumo casi que silencioso, es el que genera el aumento del consumo de grasas trans que causa daños en el organismo, incluso más que el azúcar.
Pese a que cada día hay más información sobre el estilo de vida saludable y la buena alimentación, la enfermedad cardíaca va en aumento, lo que ha generado una serie de estudios y una alerta de la Organización Mundial de la Salud por reducir la ingesta de grasas trans.
El médico nefrólogo, Nicolás Veller explica que el consumo de grasas trans es muy alto, y puede llegar a ser más perjudicial que el consumo de azúcar, porque cada día son más los alimentos que contienen grasas trans, entre ellos los aceitas vegetales.
Hay una amplia variedad de alimentos, que contienen grasas trans como la mayoría de los alimentos hechos a base de aceites parcialmente hidrogenados, entre ellos los productos horneados, fritos, y la margarina.
Riesgos de consumir aceites vegetales
Veller argumenta que el aceite es un alimento que, aunque parece inofensivo, puede ser mortal en grandes cantidades. “La enfermedad cardíaca es una de las principales causas de muerte en todo el mundo, y el consumo excesivo de aceite puede aumentar el riesgo de padecerla”, agrega.
Para el médico, el aumento del consumo de aceite vegetal se debe al mercadeo de productos y publicidad que “nos han hecho creer que los aceites vegetales son saludables y mejores que las grasas animales”.
El consumo de grasas naturales, como la mantequilla, se ha sustituido por aceites vegetales procesados que contienen grasas trans y otros componentes nocivos para nuestra salud.
Enfermedades causadas por el consumo de grasas trans
El especialista indica que el consumo de grasas trans es una de las principales causas de la enfermedad cardíaca.
Explica que hay varios factores que contribuyen a esta enfermedad, como fumar, la falta de actividad física y el consumo excesivo de alcohol, pero que el consumo de aceite también es un factor importante.
El consumo de aceite vegetal se ha incrementado, “mientras que antes se comían grasas saturadas y no había tantos problemas, en gran medida porque se hacía de manera más controlada”, agrega.
Sin embargo, en la actualidad el exceso de consumo de aceite vegetal es lo que realmente está afectando tanto nuestra salud.
De acuerdo con la OMS, en consumo de grasas trans (AGT) es la causa de más de 500,000 muertes prematuras anuales por cardiopatía coronaria.
La OMS revela que “el aumento del consumo de grasas trans (> 1% de la ingesta total de energía) se asocia a un aumento del riesgo de cardiopatía coronaria y de muerte por esta causa”.
Además del aumento de las enfermedades cardiacas, el consumo de las grasas trans tiene otros efectos en la salud.
Los síntomas de consumo de aceite en exceso pueden incluir aumento de peso, presión arterial alta y niveles elevados de triglicéridos y colesterol.
Una de las prácticas muy comunes es reutilizar el aceite para cocinar, lo que representa un riesgo mayor, toda vez que se descompone y se convierte en productos químicos dañinos para el cuerpo.
¿Cómo sustituir el uso de aceite vegetal?
Para mejorar la salud y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, es importante adoptar una serie de hábitos saludables, hacer ejercicios, una buena alimentación y limitar tu consumo de aceite y buscar alternativas más saludables.
Dentro de las alternativas recomendadas para disminuir el empleo de aceite vegetal, está sustituyéndolo por el aceite de sésamo, aguacate, o el aceite de oliva virgen extra.
Otra alternativa es utilizar hierbas frescas y especias para dar sabor a tus alimentos, en lugar agregarles aceite para darle sabor.
Sigue leyendo:
. Por qué el precio del aceite de oliva está en máximos históricos y probablemente no bajará
. Un alimento que es más peligros que el azúcar y está en la mayoría de las comidas