Muere senadora Dianne Feinstein a los 90 años
La senadora Dianne Feinstein murió a los 90 años; fue la congresista más longeva; la demócrata mantuvo una agenda contra las armas de asalto y la violencia contra las mujeres
La senadora demócrata Dianne Feinstein (California) murió a los 90 años, era la congresista más longeva.
En los últimos años de Feinstein enfrentó problemas de salud y memoria, los cuales incluso generaron cuestionamientos de sus colegas sobre la conveniencia de permanecer en el Congreso.
Feinstein no quería quedarse mucho más tiempo en el Senado, ya que tenía planeado jubilarse al final de su mandato en 2024.
El gobernador de California, Gavin Newsom, debe nombrar un sucesor temporal en esta importante posición de Feinstein, quien nació en San Francisco.
Feinstein ayudó a abrir camino a las mujeres en la política y el Congreso. Fue elegida como la primera presidenta de la junta de supervisores de San Francisco en 1978, donde tuvo que anunciar el asesinato del alcalde George Moscone y el supervisor Harvey Milk, destacado activista de la comunidad LGBTQIA+.
“Como presidenta de la Junta de Supervisores, es mi deber anunciar que tanto el alcalde [George] Moscone como el supervisor [Harvey] Milk han sido asesinados a tiros”, dijo Feinstein entonces.
La senadora ayudó a redactar y defendió la prohibición de las armas de asalto de 1994, un proyecto de ley histórica que operó por casi 10 años. Fue firmada por Bill Clinton.
Feinstein fue de las impulsoras de la red de alerta AMBER a nivel nacional y mantuvo su lucha a favor de las mujeres, para reducir la violencia.
El reporte de la CIA
Son varias las iniciativas y acciones que deja Feinstein como legado, pero el reporte sobre la tortura en la CIA es uno de los más trascendentes.
Daniel Jones y otros miembros del equipo de Feinstein revisaron más de 6.3 millones de páginas de documentos internos de la CIA, del cual surgió un reporte de 6,700 páginas, del cual un resumen ejecutivo de 500 páginas fue aprobado para ser público el 9 de diciembre de 2014.
“Hoy se hace público un resumen ejecutivo de 500 páginas de la revisión de cinco años y medio realizada por el Comité de Inteligencia del Senado del programa de detenciones e interrogatorios de la CIA, que se llevó a cabo entre 2002 y 2009”, dijo Feinstein aquel día. “El resumen ejecutivo […] está respaldado por un informe clasificado y sin redactar de 6,700 páginas (con 38,000 notas a pie de página), que puede publicarse si es necesario más adelante”.
El informe examina la detención secreta de la CIA en el extranjero de al menos 119 personas y el uso de técnicas de interrogatorio coercitivas, varios de los casos considerados tortura, ya que se golpeaba a las personas contra la pared, se les bofeteaba, se les mantenía desnudas y en posiciones incómodas que originaban estrés, además de impedirles dormir.
Esas prácticas, indica el l informe, provocaron “problemas psicológicos y de comportamiento” a las víctimas, quienes enfrentaron alucinaciones, paranoia, insomnio e intentos de autolesión.
“Como presidenta del Comité de Inteligencia, Dianne luchó por lo que era correcto, incluso si era duro y difícil, y le llevó meses y años investigar qué realmente salió mal. Ella nunca se detuvo. Se enfrentó a la CIA y afirmó la autoridad de supervisión del Congreso durante la investigación sobre actos de tortura en Estados Unidos”, reconoció el líder del Senado, Chuck Scumer (Nueva York), al recordar el legado de Feinstein.
“Me despido de mi amiga”
Alex Padilla, el otro senador por California, expresó su pésame por el fallecimiento de Feinstein, a quien llamó su “querida amiga”, además de colega.
“Dianne Feinstein fue una figura destacada no sólo en la política moderna de California, sino también en la historia de nuestro estado y nuestra nación”, dijo Padilla. “Ella rompió barreras a lo largo de su carrera. Su liderazgo como la primera alcaldesa de la ciudad de San Francisco tras el trágico asesinato del alcalde George Moscone y del supervisor Harvey Milk demostró su capacidad única para liderar con gracia y fuerza frente ante la adversidad”.
Recordó que Feinstein arribó al Senado hace tres décadas y se convirtió en una figura respetada por ambos lados del pasillo, en una constante colaboración bipartidista.
“Ella entendió la importancia de trabajar juntos para encontrar puntos en común y lograr que se hagan cosas para California, para el país y para el pueblo estadounidense”, dijo Padilla.
El senador recordó que Feinstein le abrió las puertas con uno de sus primeros trabajos en política en su oficina de Los Ángeles.