Producción mundial de vino cayó en 2023 a su nivel más bajo en 62 años
Se prevé que las malas condiciones climáticas en todo el mundo provoquen una caída significativa en la producción mundial de vino
Inundaciones destruyen viñedos en Francia. Crédito: ROMAIN PERROCHEAU/AFP | Getty Images
La industria vitivinícola mundial se está preparando para una gran crisis, ya que se espera que la producción de vino alcance su nivel más bajo en seis décadas este año, y las malas condiciones climáticas en todo el mundo afectarán gravemente a los viñedos.
La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) ha revelado que es probable que la producción de vino en 2023 sea aproximadamente un 7% menor que el año anterior, lo que representa el peor revés para la industria desde 1961.
La OIV ha atribuido este fuerte descenso de la producción de vino a una serie de fenómenos meteorológicos adversos, como heladas, fuertes lluvias y sequías. Según la cadena BBC, Giorgio Delgrosso, jefe de estadísticas de la OIV, lo describió como una “tormenta perfecta en los hemisferios norte y sur” que ha culminado en esta situación catastrófica.
Este análisis se basa en datos de países responsables del 94% de la producción mundial de vino. En particular, la producción de vino en casi todos los países de la Unión Europea, que representa más del 60% de la producción total mundial, se ha visto gravemente afectada.
La OIV cita las fuertes lluvias y tormentas en algunas regiones y las sequías en otras como las principales causas de los menores rendimientos.
La situación es especialmente grave en España, donde los rendimientos cayeron un 14%, e Italia, con una reducción del 12% en la producción debido al tiempo seco que afectó a las cosechas de uva. Por el contrario, Francia mantuvo niveles de producción estables, superando a Italia y convirtiéndose en el mayor productor de vino del mundo.
Las naciones del hemisferio sur también han enfrentado reveses importantes. En Chile, el mayor productor de vino del hemisferio sur, los rendimientos se desplomaron un 20% debido a sequías e incendios forestales. Australia vivió una suerte similar, con una caída del 25% en la producción respecto al año anterior.
Estados Unidos se opuso a esta tendencia, aumentando la producción de vino en un 12% en comparación con 2022.
Si bien la reducción de la producción mundial es motivo de preocupación, la OIV sugiere que el impacto en los amantes del vino podría aliviarse en cierta medida. La caída de la demanda mundial, particularmente en China, podría ayudar a mantener un mercado general relativamente equilibrado, evitando una caída significativa de los precios.
Giorgio Delgrosso comentó: “La baja producción no es una buena noticia, pero los niveles de consumo más bajos podrían ayudar a equilibrar los precios”. En un esfuerzo por hacer frente a la caída de la demanda, el gobierno francés anunció planes para asignar poco más de $200 millones de dólares para destruir los excedentes de vino en agosto.
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