Padre de Boston confiesa en su lecho de muerte que era un fugitivo que robó un banco de Ohio en 1969

Ted Conrad, o más conocido por sus cercanos como Tom Randele, estaba con su esposa e hija viendo una serie policial cuando les dijo que cuando se mudó desde Ohio tuvo que cambiar su nombre y "probablemente las autoridades todavía me estén buscando"

La mujer concluyó que su padre nunca se buscó en internet, negándose a creer que luego de más de 50 años a la gente le importaba su crimen.

La mujer concluyó que su padre nunca se buscó en internet, negándose a creer que luego de más de 50 años a la gente le importaba su crimen. Crédito: Dean Purcell | Getty Images

Una mujer habló sobre la sorprendente confesión de su padre mientras le faltaban pocas semanas para morir, afirmando que su vida cambió cuando el hombre le dijo que había sido buscado por la mayor parte de su vida tras un viejo atraco a un banco.

Ashley Randele, de 35 años, estaba en compañía de sus padres Tom y Kathy, estaban viendo en la televisión un episodio de “NCIS“.

Su padre estaba en el sofá, que en ese entonces estaba bajo su dominio, tras su reciente diagnóstico de cáncer de pulmón. Los médicos le habían dicho que posiblemente le quedaban seis semanas para morir.

Cuando me mudé aquí, tuve que cambiar mi nombre”, dijo el hombre de 71 años, en mitad de la serie. “Y probablemente las autoridades todavía me estén buscando”, agregó.

Estupefacta, la familia digirió la noticia, pero en principio no dijo nada al respecto.

“Una parte de mí tomó esto como humor de papá. ¿Las autoridades?”, dijo la hija, de ahora 38 años. “Me senté con eso por un día. Entonces me di cuenta de que, si él no es Tom Randele, yo no soy Ashley Randele. Le dije a mi papá que tiene que decirme su verdadero nombre. Dijo que me lo diría siempre y cuando prometiera no investigarlo”.

Ashley aceptó el trato, informó TMZ.

“Después de una larga pausa, me dijo que se llamaba Ted Conrad”, dijo Ashley, quien cumplió su promesa. “Esa noche, a las 2:30, busqué en Google a Ted Conrad”.

Lo que halló en línea la impactó. Corría el año 1969, un joven de 20 años, que dejó la universidad de nombre Ted Conrad laboraba como cajero de bóveda para el Society National Bank en Cleveland, Ohio.

El 11 de julio de ese año salió de su trabajo con una bolsa de papel en la que tenía una botella de whisky en su interior. En la parte de arriba se asomaba un cartón de cigarros, debajo de ellos había 219,000 dólares robados sustraídos de la bóveda del banco, algo que en la actualidad equivaldría a $1,8 millones de dólares.

Esa misma noche, Conrad tomó un taxi que lo llevó al aeropuerto y tomó un vuelo a Washington, D.C.

El lunes en la mañana, sus superiores del banco se habían percatado que la bóveda estaba vacía y llamaron al FBI.

Conrad se convirtió en un hombre prófugo de la justicia y una noticia en las portadas de los periódicos, según New York Post.

“Me sumergí en la madriguera de los artículos y me sorprendí”, dijo Ashley, copresentadora del nuevo podcast “Smoke Screen: My Fugitive Dad”, que se estrenó el lunes (se puede acceder a la temporada completa suscribiéndose a GetTheBinge.com ). “Le dije en voz alta a mi habitación vacía: ‘Dios mío, mi vida es una película de Lifetime’”.

Al día siguiente de que su padre hiciera la confesión, Ashley le dijo que rompió su promesa y añadió: “El hecho de que hayas aceptado este dinero no hace que te ame menos”.

Posteriormente, le contó a su mamá. “Durante 10 minutos seguidos, ella siguió diciendo: ‘Dios mío’”, recordó Ashley.

Conrad terminó en Boston asumiendo una nueva identidad y retomando la normalidad en su vida a pesar de que su foto aparecía en los titulares de las primeras planas.

Si el atraco al banco valió o no la pena sería una pregunta que respondería Ted Conrad, llamado Tom, como dice Ashley, la mayoría del dinero fue gastado en excavaciones lujosas y al menos una mala inversión, llegando al punto en que ella les terminó prestando $10,000 antes de que se declararan en banca rota en 2014.

Ashley dijo que su motivación fue más allá de un simple crimen y obtención de riqueza.

“No se trataba de dinero”, explicó la hija. “Quería empezar de nuevo y dejar atrás su vida. Las opciones se estaban acabando”.

La mujer concluyó que su padre nunca se buscó en internet, negándose a creer que luego de más de 50 años a la gente le importaba su crimen. Murió en mayo de 2021.

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