Este es el año de Taylor Swift y sus swifties: siempre tuvieron la razón al defenderla y admirarla

Durante muchos años los fans de Taylor Swift han defendido su predilección por la intérprete. No sólo han defendido su voz y su lírica, sino a la persona misma, asegurando que ella es más que su nata belleza, destacando que su forma de hacer música y conectar con su público va más allá de la simpleza con la que algunos críticos y haters han querido describirla durante los años, simplificando sus canciones como “típicos temas musicales de amor y/o despecho”.

Lo demostraron con el éxito de “All Too Well” (10 minute version). La canción más larga de todo su repertorio conoció la luz y demostró, nuevamente, que los fans de Taylor están más que dispuestos a verdaderamente escuchar todo lo que ella tenga que contar. Y es que en definitiva este es el mayor don del “fandom” de la cantante, ella habla/canta y ellos están siempre dispuestos a escuchar.

En efecto, la música de Swift va más allá de su vida amorosa y del dolor que la ruptura le ha podido causar. En muchas de sus canciones ella descubre su alma y acepta sus culpas, -“Back to December”- reconoce sus errores y no se vende a sí misma como la perfecta heroína o la mujer en desgracia. Pero, de nuevo, para entender esto hay que escuchar y poner verdadera atención a sus letras.

Los años han pasado y ahora gran parte del mundo y de la industria se hace llamar “swiftie”. Existen muchas razones para ello, la primera y más importante es la que acepta que muchos de estos son verdaderamente fans de la cantante, la segunda es que básicamente está de moda ser fan de Taylor Swift y tres, estar de su lado representa actualmente no sólo aceptación social sino buenos números tanto en las redes sociales como en YouTube. Cualquier video en el que algún detractor hable bien de Taylor no sólo recibe likes, vistas y más seguidores, también y por consiguiente incrementa su popularidad y las posibilidades de recibir “revenue”. Dinero.

Sin embargo y más allá de la moda, la conveniencia y la tendencia, Taylor Swift es reconocida por la revista Time como la “Persona del Año” dado sus logros, por cómo, pese a tener a toda una industria en contra en 2016 con Kim Kardashian y Kanye West a la cabeza, ésta supo hacer una tremenda limonada con todos los limones que la vida le lanzó -Reputation-. No sólo reconstruyó su imagen y carrera con mayor éxito y fuerza, sino que se probó a sí misma sobre los verdaderos alcances que tiene su arte en relación a la conexión que posee con sus verdaderos fans.

La revista Time lo ha dejado claro al asegurar que la carrera de ésta intérprete y compositora se compara con Elvis Presley, Madonna o Michael Jackson en el escenario, mientras que como compositora la equipara a gigantes como Bob Dylan, Paul McCartney o Joni Mitchell.

Taylor Swift entonces merece estar en el pedestal que ella misma ha sabido construir, haciendo uso tanto de lo bueno como de lo malo que se ha dicho de ella. Taylor ha seguido componiendo canciones, creyendo en el poder que tiene su pluma y al mismo tiempo caminando de la mano con todos sus fans, con los que no tiene una comunicación que solo se vislumbra en tiempos de promoción y durante sus tours, no. Taylor conversa con muchos de estos en redes sociales, de manera privada y muchos de éstos han llegado a formar parte de sus famosas “sesiones secretas”, teniendo la oportunidad de viajar y estar con ella en alguna de sus mansiones.

La fidelidad que su público tiene con Taylor es tal, que nunca se ha filtrado ninguna de sus canciones después de una “sesións secreta” con sus fans. ¿Por qué? Por el que amor y el respeto que se profesan es mutuo y la comunicación de ésta va más allá que la típica relación de un famoso con su fiel admirador.

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