El Girona se mantiene como líder de La Liga española tras vencer por la mínima al Celta de Vigo

El Girona recobró el liderato en LaLiga española al vencer por la mínima este domingo al RC Celta gracias a un gol de Portu.

La actuación destacada del arquero argentino Paulo Gazzaniga en la primera mitad contribuyó a la victoria del Girona, mientras que el Celta experimentó una disminución en su rendimiento en el segundo tiempo, generando la insistencia de sus aficionados para la salida de Rafa Benítez al final del encuentro.

Antes de enfrentar un febrero crucial que incluye partidos consecutivos contra Real Sociedad, Real Madrid y Athletic, el equipo dirigido por Michel recuperó su mejor versión, demostrando que la derrota en la Copa ante el Mallorca fue solo un pequeño contratiempo.

El Celta ingresó al partido con dudas defensivas, como si aún no hubiera superado el golpe de la Real Sociedad en la Copa. En los primeros diez minutos, el Girona ya había advertido con un disparo lejano de Yangel Herrera, seguido de dos cabezazos de Artem Dovbyk que exigieron a Guaita, especialmente en el segundo con una espectacular parada.

El equipo de Michel jugó de manera alegre y vistosa, respaldado por su posición de liderazgo en la tabla sobre el Real Madrid. Se desenvuelve cómodamente en sus ataques y también en rápidas transiciones. La riqueza ofensiva del Girona encontró respuesta en el Celta, que no se amilanó tras el gol de Portu tras una jugada colectiva.

Rafa Benítez optó por alinear a sus tres delanteros (Aspas, Larsen y Douvikas) por primera vez desde su llegada al banquillo de Balaídos. A pesar de la falta de acierto, el Girona se fue al descanso con la ventaja gracias a la destacada actuación del arquero argentino Paulo Gazzaniga.

En la segunda mitad, el Celta perdió ímpetu en el ataque y Benítez realizó cambios para revitalizar a un equipo que carecía de creatividad. La afición, frustrada, expresó su descontento con gritos de “Benítez vete ya” cuando el entrenador optó por Jailson y Ristic.

La segunda mitad fue una historia diferente. El Celta se desvaneció en ataque y el Girona se sintió demasiado cómodo debido a la falta de creatividad de su rival. El equipo de Michel, que también refrescó su alineación con la entrada de Iván Martín, mantuvo el control mientras el Celta, que había dominado en momentos anteriores, se transformó en una sombra de sí mismo. En los minutos finales, el Celta se lanzó al ataque, pero careció de ideas para inquietar a un Girona que sigue el ritmo del Real Madrid.

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