Homicidio de una universitaria en Georgia agita el debate migratorio de cara a las elecciones presidenciales
Actualmente, los republicanos están usando la muerte de Laken Hope Riley en Georgia a manos de José Antonio Ibarra para sacar a relucir el tema migratorio, exigiendo explicaciones de cómo puedo ingresar el venezolano a EE.UU. y permanecer en el país siendo una migrante irregular
El homicidio de una universitaria en Georgia, cometido supuestamente por un inmigrante venezolano recién llegado, supone -según dijeron expertos a EFE- un nuevo y recurrente “caballo de batalla” de los republicanos en las elecciones presidenciales, en este caso contra la política migratoria de la Administración Biden.
José Antonio Ibarra, de 26 años, fue arrestado y acusado el viernes pasado por el asesinato de la estudiante Laken Hope Riley, de 22 años, mientras corría por el campus de la Universidad de Georgia en la ciudad de Athens el pasado 22 de febrero.
El martes, congresistas republicanos de ambas cámaras solicitaron al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que antes del 8 de marzo responda sobre cómo pudo ingresar Ibarra y permanecer en el país.
Pidieron una copia del expediente y explicaciones sobre la “razón humanitaria urgente o beneficio público significativo” que justificó la decisión de otorgarle la libertad condicional.
Ibarra ingresó por la frontera con México en 2022 como parte de la ola masiva de migrantes que han llegado al país solicitando asilo.
Un día después de que se anunciara el arresto de Ibarra, el gobernador de Georgia, el republicano Brian P. Kemp, envió una carta al presidente Joe Biden “exigiendo una respuesta sobre el estatus migratorio de Ibarra”.
“Cada estado es ahora un estado fronterizo debido a la inacción de Joe Biden, y exijo nuevamente respuestas e información de la Administración que nos ayudarán a proteger a nuestros ciudadanos cuando el gobierno federal no lo haga“, dijo el gobernador.
El republicano resaltó en un comunicado que ha enviado a soldados de la Guardia Nacional de ese estado a la frontera sur del país.
Kemp también pidió información a la Casa Blanca sobre la solicitud de asilo del hermano del sospechoso, Diego Ibarra, de 29 años, que fue detenido y acusado por presentar una tarjeta de residente falsa (‘green card’) al ser cuestionado por la policía en medio de la investigación.
“Este caso le ha dado a los republicanos más fuego para ir contra Biden y contra su gobierno, y va a continuar sonando hasta la elección de noviembre”, dijo a EFE Octavio Pescador, profesor y analista político de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA).
“Inmigración es hoy por hoy el tema más importante de la elección y los republicanos van a tratar de mantenerlo, y la muerte de esta joven es un nuevo caballo de batalla para captar votantes”, agregó.
El catedrático vaticina que el caso seguramente también será ventilado en el juicio político contra el secretario de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, promovido por los republicanos.
Por su parte Miguel Tinker Salas, analista político y profesor retirado de Estudios Latinoamericanos en la Universidad Pomona, supone que el asesinato de Riley será utilizado de manera similar al deceso de Kate Steinle, ocurrido el 1 de julio de 2015 en un muelle de San Francisco, California, que sirvió al entonces candidato Donald Trump para alimentar su campaña con el tema migratorio.
Se repite la historia de la criminalización
Steinle murió después de que el mexicano José García Zárate, que había sido deportado cinco veces, dejara caer un arma cargada que se había encontrado.
Tras ganar las elecciones, el expresidente Trump usó el caso para ir contra las ciudades declaradas “santuarios” de inmigrantes a las que culpaba de solapar a los indocumentados.
“Fue una campaña en la que se criminalizó a los inmigrantes de manera arbitraria. Ahora estamos en el mismo escenario, incluso sin que se haya juzgado al sospechoso”, señaló a EFE Tinker Salas.
Pone de ejemplo, los comentarios hechos por la congresista Marjorie Taylor Greene que acusó al presidente Biden, a Mayorkas y a los demócratas de tener “sangre en sus manos” debido al asesinato de Riley.
Por su parte, la candidata republicana al Senado por Arizona, Kari Lake, culpó del asesinato a los “políticos corruptos” de Washington, como el congresista demócrata Rubén Gallego, con quien compite este año por ese escaño.
Trump, que tiene programado un viaje a la frontera sur de Estados Unidos este jueves, que coincidirá con la presencia del presidente Biden allí, ya hizo referencia al asesinato en un mensaje en la red social Truth Social.
“La invasión fronteriza está destruyendo nuestro país y matando a nuestros ciudadanos“, subrayó el expresidente, el favorito para ser el candidato del partido en noviembre, y prometió nuevamente la “mayor deportación de criminales ilegales en la historia de Estados Unidos” si es reelegido.
“Lamentablemente, toda esta retórica ya está dando frutos inclusive dentro de las mismas comunidades inmigrantes. Los venezolanos radicados hace años están tomando distancia de sus compatriotas recién llegados. Esto ya pasó con el éxodo del Mariel de los cubanos”, puntualizó Tinker Salas.
“Esperemos que la campaña demócrata no le siga el juego a los republicanos”, añadió.
Un sondeo de Gallup encontró que la inmigración se convirtió en el tema de mayor preocupación de los estadounidenses con un 28 %, y el 55 % dice que “el gran número de inmigrantes que ingresan ilegalmente a Estados Unidos” son una amenaza crítica para los intereses vitales del país.
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