El Papa reza por las víctimas del “cobarde” atentado en Rusia

El Papa pidió también en el Ángelus no olvidar ni "a la atormentada" Ucrania ni a Gaza, "que sufre tanto". No leyó, como estaba previsto, la homilía en la misa del domingo de ramos, presumiblemente por cansancio

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Crédito: Deutsche Welle

El Papa Francisco pidió este domingo 24 de marzo durante la misa por las víctimas del atentado en Moscú y denunció el “cobarde” y “vil atentado terrorista”, como un “acto inhumano que ofende a Dios”. Durante el rezo del Ángelus posterior a la misa del domingo de ramos con el que se da inicio a las celebraciones de Semana Santa.

Su Santidad alertó también del “riesgo de una catástrofe humanitaria aún mayor” en Ucrania, al tiempo que recordó la situación de Gaza. “Recemos por todos nuestros hermanos y hermanas que sufren a causa de la guerra, de modo especial pienso en la martirizada Ucrania, donde tantas personas se encuentran sin electricidad”, dijo el pontífice.

El Santo Padre continuó: “Los intensos ataques contra las infraestructuras, que no sólo causan muerte y sufrimiento, sino que conllevan el riesgo de una catástrofe humanitaria aún mayor. Por favor, no olvidemos a la atormentada Ucrania”, comentó.

“Víctimas del vil atentado perpetrado en Moscú”, dijo el Papa

“Aseguro mis oraciones por las víctimas del vil atentado terrorista perpetrado la otra noche en Moscú. Que el Señor las acoja en su paz y conforte a sus familias”, dijo el pontífice ante los más de 25,000 fieles reunidos en la plaza de San Pedro.

El Papa Francisco también mostró su esperanza de que “convierta los corazones de aquellos que protegen, que organizan y realizan estos actos inhumanos que ofenden a Dios, que ordenó ‘No matarás”.

El llamamiento del Papa, que leyó el texto aunque durante la precedente misa del Domingo de Ramos decidió no pronunciar la homilía, coincide con el día de luto que vive hoy Rusia por las víctimas del atentado en la popular sala de conciertos Crocus City Hall, en las afueras de Moscú.

En la apertura de la misa, el pontífice había mostrado una voz cansada y al final de la lectura del Evangelio, cuando se esperaba la homilía, siguió un prolongado silencio, tras el cual se pasó directamente al credo.

La plaza estaba engalanada con las ramas de olivo y palmas que los fieles, religiosas y miembros de la Curia habían portado en procesión antes de la misa, recordando la entrada triunfal en Jerusalén de Jesús de Nazaret.

Antes de la misa, tuvo lugar la procesión, que primero se dirigieron al obelisco central de la plaza de San Pedro, donde fueron bendecidas las palmas en uno de los ritos más antiguos del catolicismo, que data del siglo IV.

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