Las lluvias se intensifican en el sur de Brasil y la situación puede empeorar
El río Guaíba, que atraviesa la capital de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, podría empeorar la situación si sobrepasa los cinco metros
La tragedia que azota el sur de Brasil ha dejado a su paso una estela de devastación y desolación. Las fuertes lluvias que han caído sin cesar durante las últimas dos semanas han desencadenado inundaciones catastróficas, cobrándose la vida de al menos 144 personas y dejando a 125 más desaparecidas. La situación se agrava con la crecida de los ríos debido a los temporales que continúan azotando la región.
Los esfuerzos de rescate se han visto obstaculizados por las condiciones climáticas adversas, lo que ha dificultado las labores de búsqueda y salvamento, detalló la agencia EFE.
En lugar de ello, se ha priorizado la distribución de ayuda humanitaria a los 620,000 desplazados, de los cuales 82,200 se encuentran en albergues temporales. La falta de vivienda, alimentos, agua, energía y servicios médicos ha afectado a un total de 2.1 millones de personas en la región.
El estado más afectado es Rio Grande do Sul, en la frontera con Argentina y Uruguay, donde las inundaciones han causado 143 muertes y 806 heridos. En Santa Catarina, aunque la catástrofe ha tenido un impacto menor, se ha reportado un fallecimiento, aunque las cifras podrían cambiar debido a los continuos temporales.
Las alertas emitidas por el Centro Nacional de Vigilancia y Alerta de Desastres (Cemaden) siguen activas, especialmente en el Vale de Taquarí y en Porto Alegre, donde el centro histórico permanece inundado.
El río Guaíba, que atraviesa la capital de Rio Grande do Sul, podría empeorar la situación si sobrepasa los cinco metros.
En Uruguaiana, en la frontera con Argentina, las aguas del Río Uruguay ya han superado los niveles críticos y continúan creciendo. En Concordia, ciudad argentina afectada por las lluvias, 547 personas han sido evacuadas, algunas de ellas trasladadas a albergues.
El gobernador de Río Grande do Sul, Eduardo Leite, ha instado a los desplazados a no regresar a sus hogares hasta que la situación se normalice completamente, para evitar más tragedias.
A pesar de las advertencias, algunos habitantes han intentado regresar temporalmente a sus casas para rescatar pertenencias, aunque las condiciones siguen siendo peligrosas.
La devastación causada por las inundaciones ha dejado a muchas familias en la ruina, con hogares destruidos y pertenencias irreemplazables perdidas para siempre.
Salvar lo que se pueda
No obstante, en varios municipios de Río Grande do Sul, algunos de los habitantes que tuvieron que evacuar sus hogares regresaron temporalmente a primeras horas del día a sus casas, cuando las lluvias habían menguado un poco, para intentar rescatar algunas pertenencias.
Así lo pudo constatar EFE en el municipio de Río Pardo, en el centroeste del estado, donde solo algunos de los habitantes que viven cerca del río que lleva el mismo nombre pudieron acceder a sus viviendas, pues varias quedaron cubiertas hasta el tejado.
En medio de un infinito lodazal, las familias rebuscaban entre los destrozos objetos de valor sentimental que no podría reponer ningún dinero, mientras miraban con desesperanza la destrucción que había dejado a su paso la fuerza de la naturaleza.
Para Sandra Santos, una humilde mujer de 70 años, lo más triste fue perder las fotos de los cinco hijos que con mucho esfuerzo lograron sacar adelante con su esposo.
“Nuestra Vida nunca fue fácil, fue de mucho sacrificio. Ver todo esto nos duele, duele mucho”, aseguró a EFE.
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