FEMA dice que agilizar labores de despeje para reducir apagones en Puerto Rico le toca a LUMA
El coordinador federal alterno de Recuperación por Desastre de FEMA, Andrés García Martinó, declaró esta semana que, una vez los proyectos son sometidos por LUMA Energy, la agencia federal los puede aprobar en menos de dos meses
Nueva York – La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) dijo que el primer proyecto de LUMA Energy para despeje de vegetación en Puerto Rico se aprobó en menos de 60 días, y que ahora es responsabilidad de la compañía privada, encargada de la transmisión y distribución de la energía eléctrica, agilizar los procesos.
El coordinador federal alterno de Recuperación por Desastre de FEMA, Andrés García Martinó, declaró en entrevista con El Nuevo Día esta semana que, una vez los proyectos son sometidos por LUMA Energy, la agencia a la que pertenece los puede aprobar en menos de dos meses.
El programa de despeje de vegetación en las líneas eléctricas fue anunciado por LUMA Enery en septiembre pasado.
La iniciativa será financiada con fondos federales; la cifra se estimó en $1,200 millones de dólares.
En específico, los fondos para el despeje provienen del programa de mitigación de riesgos bajo la sección 406 de la Ley Stafford.FEMA asignó $7,500 millones para la reparación del sistema eléctrico en la isla. De esa cantidad, solo $639.8 millones se han comprometido.
Estas labores son la apuesta principal de LUMA Energy para reducir la frecuencia y duración de los apagones en la isla.
A través del despeje, se recuperan las servidumbres de paso por todo el tendido eléctrico.
La entidad se ha propuesto despejar más de 16,000 millas de líneas de transmisión y distribución, subestaciones cruciales e infraestructuras de telecomunicaciones en un periodo de tres años.
“La vegetación es la causa principal de las interrupciones de servicio en Puerto Rico y representa sobre el 50 % de las interrupciones que afectan a los clientes en toda la isla. Esperamos que la Iniciativa para el Despeje de Vegetación mejore la confiabilidad un 15 % después del primer año de trabajo y reduzca las interrupciones un 35-45 % luego de haber despejado vegetación de más de 16,000 millas de líneas eléctricas para finales del 2026”, detalló LUMA en ese momento por medio de un comunicado.
LUMA además señaló que las gestiones se suman a más de 3,300 millas de líneas eléctricas que sus empleados han despejado en todo Puerto Rico desde el 2021.
Antes de iniciar un proyecto de despeje, FEMA debe evaluar la información sometida por LUMA para el procesamiento de los fondos. A eso se refiere el funcionario con el periodo de menos de 60 días. En el caso de la región de San Juan, los datos se entregaron en marzo pasado. El proyecto de San Juan es el primero de los 31 en los que la empresa dividió las labores de despeje.
Sobre los trabajos en las otras cinco regiones, el representante de FEMA dijo al periódico que la agencia federal y LUMA mantienen conversaciones sobre el particular. Añadió que Bayamón y Arecibo son las más adelantadas en cuanto a los procesos, aunque aún esperan por la solicitud oficial de fondos por parte del consorcio.
“Cuando se abre el proyecto en el sistema, te dice que se abrió en tal fecha. Pero abrir el proyecto o tener información incompleta no nos permite evaluarlo para efectos de aprobarlo. Fue en marzo que se presentó la información completa para el proyecto de San Juan y se aprobó en menos de 60 días. Ahora, estamos trabajando en el de Bayamón, que el compromiso es que nosotros determinemos hoy (viernes) si la información está completa o no”, especificó García Martinó.
El portavoz de FEMA anticipó que las posteriores fases que se supone inicien en el 2026 conllevarían trámites más complejos, debido a que se realizarán en zonas montañosas con mayor vegetación que requerirán medidas de mitigación ambiental.
Lo anterior significa que probablemente las autoridades federales, a través del Servicio de Pesca y Vida Silvestre, le requerirán a FEMA que desarrolle planes de sustitución de vegetación.
“Si se crease un despeje de líneas en un lugar inaccesible, hay que explicar cómo vas a llegar a esas líneas. Si eso implica abrir caminos y despejar caminos para llegar a la línea, eso añade una complejidad”, señaló el entrevistado.
Director de Junta de Control Fiscal le pide cuentas a LUMA
El retraso en las labores de despeje provocó un llamado de atención por parte del director ejecutivo de la Junta de Control Fiscal (FOMBPR), Robert F. Mujica. Mujica emplazó a LUMA Energy a tener mayor sentido de urgencia para avanzar con los trabajos.
En una carta esta semana, el director ejecutivo de la Junta, ente federal encargado de administrar las finanzas del territorio, cuestionó por qué LUMA Energy no había iniciado los trabajos de despeje hasta junio pasado a pesar de que la entidad aprobó los contratos.
“Como usted sabe, el manejo efectivo de la vegetación dentro y cerca de la infraestructura eléctrica es crítico para la seguridad de los trabajadores y el público, así como necesarios para la confiabilidad y resiliencia del servicio eléctrico. La Junta de Supervisión ha aprobado todos los contratos propuestos para vegetación y preparación, pero el despeje de vegetación no ha progresado de una forma que se alinee con el nivel de urgencia expresado originalmente”, lee la misiva que envió Mujica al presidente de LUMA, Juan Saca.
LUMA Energy tiene hasta el 12 de julio para responder a la carta de la Junta.
Mujica además aconsejó a LUMA Energy a que evalúe la posibilidad de acogerse a las disposiciones del Título V de la Ley PROMESA (bajo la que se creó la Junta) para avanzar con el trámite de permisos para los trabajos de despeje.
Negociado de Energía amenaza con imponer multas a LUMA Energy
Por otro lado, trascendió que el Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) no acogió los argumentos de LUMA, Genera PR (compañía privada encargada de la generación de electricidad) y la AEE para no entregar para el 3 de julio sus planes preliminares dirigidos a atender el problema de las interrupciones en el servicio eléctrico.
El Negociado, ente encargado de regular y fiscalizar la industria energética en la isla, les concedió a las entidades hasta el 10 de julio para explicar las razones por las que no se le deben imponer multas de $25,000 diarias por incumplimiento. Los planes fueron requeridos en una resolución del Negociado emitida el 13 de junio.
En un comunicado este sábado, LUMA no se expresó directamente sobre el requerimiento del NEPR ni las amenazas de multa. Sin embargo, insistió en el supuesto progreso que han alcanzado en mejorar la confiabilidad del sistema.
“LUMA está comprometida con la transformación de la red eléctrica y en mejorar la confiabilidad para nuestros clientes en todo Puerto Rico. Nuestro equipo ha logrado un progreso significativo para mejorar la confiabilidad del sistema y continúa trabajando arduamente todos los días en soluciones permanentes para nuestros clientes. Nuestros profesionales altamente calificados se enfocan en implementar soluciones a corto y largo plazo para reparar y reemplazar equipos defectuosos o dañados que mejoran significativamente la resiliencia y la estabilidad en el sistema de transmisión y distribución (T&D) que operamos. El hecho es que más del 95% de nuestros clientes han tenido servicio simultáneo durante más del 98% del tiempo durante los últimos 12 meses”, lee el documento enviado a El Diario.
El representante independiente por acumulación en Puerto Rico, Luis Raúl Torres, alertó que al final del día quiénes pagarán las multas, en caso de que se apliquen, serán los puertorriqueños o abonados de la Autoridad.
“¿Sabes de dónde vendrá el dinero con las que las tres empresas pagarán las multas? De nuestro bolsillo, salen del dinero que todos le pagamos en la factura del servicio eléctrico. Es decir, que las multas son un chiste para LUMA Energy y Genera PR”, planteó en un mensaje en la red social X que incluye un video de una vista pública de la Comisión de Energía en la Cámara en la que Edison Avilés Deliz, presidente del NEPR, reconoce este punto.
Durante el pasado mes, cientos de miles de puertorriqueños sufrieron apagones masivos que incluso obligaron a LUMA a transportar un transformador por mar y tierra a la subestación de Santa Isabel, en el sur de la isla. Las interrupciones en el servicio se reportan recurrentemente en el archipiélago, al tiempo que la factura de luz que pagan los boricuas no se reduce. La situación ha desatado protestas en Puerto Rico y por parte de la diáspora en Estados Unidos, así como llamados para que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) vuelva a manos públicas.
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