5 utensilios de cocina que no son tan útiles, según los chefs
Los utensilios de cocina pueden ayudar a facilitar la labores en la cocina, pero hay algunos que no son tan útiles, según algunos chefs que explica por qué y cómo sustituirlos
La variedad de utensilios de cocina es amplia y nos ayudan a hacer del arte de cocinar una tarea más fácil con la posibilidad de preparar los platillos de forma sencilla y prolija. Son muchos los utensilios que ayudan a hacer jugos, cortar en cubitos, rebanar o almacenar, pero ¿realmente son útiles?.
A la hora de cocinar, tener utensilios de buena calidad y útiles suman al proceso de elaboración de la comida. Sin embargo, podemos llenarnos de cosas que no cumplen una función específica y ocupan un espacio en la despensa.
Los chefs y expertos cocineros advierten que para optimizar el presupuesto y espacio es vital eliminar los utensilios de cocina que solo sirven para un propósito o reemplazarlos por una herramienta que puede realizar múltiples funciones, como un cuchillo de cocina de calidad.
Conoce los utensilios de cocina poco prácticos
El portal especializado en recetas y comida Mashed elaboró una lista con los utensilios de cocina menos utilices a la hora de cocinar
1) Exprimidor de cítricos: aunque parece útil y necesario, ocupa espacio, se debe armar porque tiene varias piezas, por lo que muchos chefs creen que un exprimidor, grande o pequeño, puede ser una herramienta de cocina inútil, especialmente si tienes poco espacio.
El chef australiano Matt Moran, explicó a Good Food que hay formas más sencillas como cortar los cítricos por la mitad y exprimirlos con la mano. También se puede usar unas pinzas para tener más fuerza al exprimir o pinchar el interior de la pulpa del cítrico con un tenedor con una mano y exprimir la cáscara con la otra, lo que te dará más control y agarre.
2) Espiralizador de verduras es otro utensilio que se ofrece como una alternativa para darle forma de pasta a las verduras como el calabacín, la batata y la calabaza. El chef Frank Camorra señala que si quiere comer calabacín, lo comerá “no necesito que tenga una forma fibrosa particular”. Su recomendación es que “aprendan a usar mejor el cuchillo para cortar verduras como la calabaza en tiras finas, también llamadas cortes en juliana”.
3) Espátula no resistente al calor no son de las mejores opciones, considerando que hay cientos modelos que van desde plástico hasta metal y silicona, de diferentes tamaños y elegir una dependerán de lo que se vaya a preparar.
Aunque las espátulas de plástico son las más vendidas, estas se derriten cuando se exponen a temperaturas demasiado altas. Por ejemplo, algunos chefs recomiendan las espátulas para pescado hechas de metal flexible porque son extremadamente versátiles, duraderas y, por supuesto, totalmente resistentes al calor. Sin embargo, el metal puede rayar sus sartenes si no tiene cuidado.
4) Los cuchillos para tareas específicas pueden percibirse como necesarios para picar cada tipo de proteína y cada verdura, pero los chefs profesionales, aseguran que no es necesario tener muchos cuchillos diferentes.
El chef Yvan Lemoine explica que todo lo que se necesita es un cuchillo afilado y un conocimiento sencillo de la anatomía de la fruta y la verdura. Incluso dice que los cocineros caseros tienen más probabilidades de lastimarse con cortadores especiales que de obtener el resultado que buscan.
5) Separador de huevos, parece una herramienta muy útil para preparar recetas en las que hay que separar la yema de la clara del huevo, ya que cada uno tiene propiedades. Por ejemplo, las yemas se pueden utilizar como espesantes, como cuando se hacen cuajadas de frutas. Mientras que las claras pueden aligerar los ingredientes para que queden esponjosos o aireados, como cuando se hace un merengue.
Lo cierto es que los separadores de huevos están diseñados para separar las yemas de las claras, pero estas herramientas no sirven para ningún otro propósito y muchos chefs creen que no vale la pena comprarlos.
Los chefs profesionales dicen que lo más fácil es usar las manos, solo hay que romper el huevo y dejarlo caer sobre la mano, usar los dedos como un colador para dejar que las claras se escurran hacia un tazón y dejen atrás la yema.
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