Michael Jordan no está desesperado por vender su mansión de Chicago

Durante más de 10 años Michael Jordan ha intentado vender la mansión en Chicago que construyó desde cero. Se niega a rebajar su precio

La propiedad tiene muchos detalles relacionados a Michael Jordan.

La propiedad tiene muchos detalles relacionados a Michael Jordan. Crédito: Thibault Camus | AP

El exjugador de baloncesto Michael Jordan sigue buscando un nuevo dueño para su mansión en Highland Park, Illinois. Aunque lo ha intentado durante más de 10 años, parece no estar desesperado.

Hace pocos días se habló sobre el supuesto mal estado en el que se encuentra la propiedad. Algunas personas aseguran que la estrella de la NBA dejó en total abandono la propiedad, y se llegó a presumir que esa es la razón por la que no se logra vender la residencia.

Por otro lado, ‘The Wall Street Journal’ se encargó de investigar y analizar las posibilidades por la que esta propiedad se ha mantenido durante tanto tiempo en el mercado de bienes raíces. El medio conversó con la agente inmobiliaria Katherine Malkin.

Hay que recordar que esta propiedad está actualmente disponible por $14.85 millones de dólares, aunque originalmente entró al mercado en 2012 por $29 millones de dólares. En el reportaje de ‘The Wall Street Journal’ se dice que Jordan está negado completamente a rebajar más el precio de venta.

Una de las características principales de esta mansión es su portón de entrada, el cual incluye el número 23 que llevó en su camiseta cuando era una de las estrellas más grandes del baloncesto. Esta no es la única referencia que la propiedad tiene de Jordan, por lo que una de las posibilidades que se maneja es que esa sea la razón por la que no atraiga compradores.

Katherine Malkin le dijo a ‘The Wall Street Journal’ que nunca han pensado que esa sea la razón y mucho menos han considerado reformar el lugar para eliminar esos detalles. “Eso porque es parte del atractivo. No lo vemos como un impedimento”, dijo.

Todo el equipo de Jordan y él mismo consideran que la persona que comprará esta casa lo hará, precisamente, por su relación con la leyenda del baloncesto. No es una casa común, incluso es calificada como un museo.

‘The Wall Street Journal’ también ha revelado que durante esta década todas las personas que han ido a visitar la propiedad han tenido que firmar un acuerdo de confidencialidad.

Sobre el estado de la propiedad, personas cercanas al proceso dicen que el lugar no ha quedado nunca abandonado. Jordan contrató a una empleada doméstica, un administrador y un equipo seguridad para que se encuentre en el lugar. También se dice que ha invertido dinero en hacer reformas para que se mantenga la estructura en buen estado.

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