¿Qué implicaría para migrantes y ciudadanos en Puerto Rico que Trump declare el inglés como idioma oficial de EE.UU.?

El presidente prepara una orden ejecutiva a esos fines, según trascendió a los medios este viernes

Trump quiere establecer el inglés como idioma oficial

Rótulos de negocios en español y en inglés en Brooklyn, Nueva York.  Crédito: Seth Wenig | AP

Nueva York – Mediante la orden ejecutiva que el presidente Donald Trump se dispone a presentar para declarar el inglés como el idioma oficial de Estados Unidos se busca dejar sin efecto directrices que se remontan al mandato de Bill Clinton y que le requerían a las agencias gubernamentales proveer asistencia especial a las personas que no hablan inglés.

A nivel general, idioma oficial se refiere al idioma o los múltiples idiomas que el gobierno de un país utiliza para su funcionamiento o para asuntos oficiales, de acuerdo con una entrada en Babbel Magazine.

Los cambios que ordenaría la Administración Trump no significarían la eliminación total de los servicios de traducción a otros idiomas, anticipan los reportes sobre el particular.

El Washington Post, medio que adelantó la información, reseñó que la intención detrás de la designación del inglés como idioma oficial es promover la unidad en el país, mejorar la eficiencia de los servicios públicos y facilitar la integración civil.

Sin embargo, la medida, que supuestamente impulsa el gobierno federal, podría afectar particularmente a inmigrantes con conocimiento limitado del inglés y complicar su acceso a servicios gubernamentales al limitar los recursos multilingües.

Podría hacer más difícil obtener la ciudadanía estadounidense

En términos de procesos migratorios, organizaciones en defensa de esta población temen que la imposición se la ponga más difícil a los que buscan convertirse en ciudadanos en caso de que se les niegue hablar en su idioma nativo en medio del proceso.

Al momento, algunos solicitantes, dependiendo de su edad y requisitos de residencia, pueden cualificar para tomar parte del examen de ciudadanía en español.

Para Anabel Mendoza, directora de comunicaciones de United We Dream, lo anterior podría ser parte de los resultados. La activista argumentó que Trump busca poner como objetivo de esta política a migrantes y comunidades de color que hablan diferentes idiomas.

Trump va a tratar de usar esta orden ejecutiva como muleta para atacar a las escuelas que proveen currículums a estudiantes migrantes en otros idiomas, destripar programas y roles que ayudan a promover acceso inclusivo y envalentonar a agentes migratorios para singularizar y acosar a individuos que hablen de cierta manera”, anticipó mediante un comunicado.

Otras organizaciones como Hispanic Construction Council avisaron sobre el impacto que la orden pudiera tener en programas como el de inglés como segundo idioma (ESL).

Bajo estos programas se enseña inglés a personas cuyo idioma original no es ese.

Con base en la estructura del ESL, a los estudiantes se les ubica en el nivel lingüístico que corresponda, ya sea principiante, intermedio o avanzado.

El programa aplica a menores en programas preescolares hasta el último año de secundaria que en sus hogares se comunican principalmente en un idioma distinto al inglé, explica una entrada en Migration Policy.

Por su parte, APIAVote, organización que promueve el voto entre asiáticos-estadounidenses y de las islas del Pacífico, se expresaron preocupados de que el decreto implique inconvenientes para la adquisición de servicios y los desaliente a ejercer el derecho al voto.

“Esto hará más difícil para ellos participar cívicamente y votar, así como el acceso a cuidado de salud críticos y acceso económico y educativo”, indicaron en una declaración que cita Associated Press.

Debate sobre idioma oficial de EE.UU. sobre la mesa desde el 1755

Estados Unidos nunca ha sido una nación de un solo idioma. Sin embargo, este debate ha estado sobre la mesa desde su fundación.

La organización de educación cívica Close Up Washington D.C. destaca en su sitio web que, en el 1755, antes de la Revolución Estadounidense, Benjamin Franklin, uno de los Padres Fundadores, escribió sobre una creciente preocupación de que migrantes alemanes en Pennsylvania dominaran con sus costumbres e idioma.

Desde Babbel Magazine añaden que, para la Primera Guerra Mundial, con el sentimiento antialemán en su apogeo, algunas partes del Medio Oeste de EE.UU. establecieron como un crimen hablar en público ese idioma y otros.

En el 1981, el senador republicano de California, Samuel Hayakawa, introdujo la enmienda ELA o English Language Amendment (Enmienda del Idioma Inglés) que buscaba designar ese idioma como el oficial de EE.UU. Aunque la acción legislativa no prosperó, llevó a la creación del movimiento “US English, INC.”.

Más recientemente, en el 2023, el entonces representante de Virginia, Bob Good, introdujo el Proyecto 997 o Ley de Unidad del Idioma Inglés (English Language Unity Act).

La medida disponía para el establecimiento de una estructura para la implementación y aplicación del idioma inglés como el oficial, incluyendo pruebas de inglés como parte del proceso de naturalización.

“English only” promueve sentimientos racistas y antimigratorios.

Para la Asociación Estadounidense de Sicología (APA), los movimientos que intentan establecer el inglés como el único idioma oficial promueven sentimientos racistas y antimigratorios. En ese sentido, mencionan a los hispanos como uno de los grupos a los que continuamente los simpatizantes del movimiento “English only” acusan de ser separatistas y de no querer asimilarse a la cultura y al idioma de EE.UU.

La entidad señala en su estudio “The English-Only Movement Myths, Reality, and Implications for Psychology” (Movimiento inglés solamente, mitos, realidad e implicaciones para la psicología) que las consideraciones idiomáticas son importantes al momento de brindar servicios de salud mental.

“Hay amplia evidencia, por ejemplo, de que el diagnosis, tratamiento y la conformidad del pacientes, pueden verse afectados si el proveedor de salud está incapacitado para comunicarse con el paciente en su idioma nativo”, concluyeron.

Según datos del Censo divulgados en el 2022, casi 68 millones en EE.UU. hablaban un idioma distinto al inglés en sus hogares. Sin embargo, los que solo hablan inglés, 241 millones, siguen siendo la mayoría.

Ese número ha ido en crecimiento, ya que en el 1980 la cifra era 187 millones.

A pesar de que el inglés es el idioma más hablado en este país, existen otros 350 idiomas que se hablan en EE.UU.

Aunque a nivel federal no existen leyes que establezcan el inglés como el idioma oficial de EE.UU.,
31 estados cuentan con sus propias leyes a esos fines. En general, esto significa que el inglés es el idioma que utilizan estas demarcaciones en las comunicaciones oficiales.

Aparte del inglés, tres estados tienen otros idiomas oficiales. Uno es Hawaii, que fue incorporado en 1959. El hawaiano es también el idioma oficial. South Dakota estableció el idioma indígena sioux como oficial. Alaska cuenta con más de 20 lenguas indígenas oficiales.

El caso del territorio de Puerto Rico

Políticos y activistas también han llamado la atención sobre el caso de Puerto Rico, territorio no incorporado de Estados Unidos desde el 1898. En la isla, los idiomas oficiales son el inglés y el español. Pero, cotidianamente y por motivos culturales, los boricuas se comunican y reciben servicios en español.

Al momento, no se sabe cómo impactaría una orden ejecutiva de este tipo a la isla. Sin embargo, políticos y organizaciones opuestas a la estadidad han planteado que la potencial directriz refleja cómo esta opción de estatus no es favorable para la isla, ya que significaría la imposición del inglés como idioma oficial.

La orden del presidente que declara el inglés como el único idioma oficial de los Estados Unidos refleja una visión de la identidad estadounidense conflictiva con nuestra identidad puertorriqueña. No habrá estadidad sin asimilación, y los puertorriqueños jamás entregaremos nuestra identidad. Para los que queremos la unión sin asimilación y la ciudadanía con autonomía, solo hay una alternativa: mantener y fortalecer el Estado Libre Asociado. Mientras tanto, debemos enfocarnos en el desarrollo económico de Puerto Rico, como estoy haciendo en Washington”, dijo en declaraciones escritas el comisionado residente de Puerto Rico en Washington D.C., Pablo José Hernandez.

Hernández es también el presidente del Partido Popular Democrático (PPD), colectividad que como institución defiende el Estado Libre Asociado (ELA). El ELA es el sistema de gobierno que rige el gobierno del territorio desde el 1952 y, sobre cuya definición y actualización los miembros del partido no han podido ponerse de acuerdo. Hernández Rivera ha insistido en que el tema del estatus no está en su agenda en Washington.

Por su parte, la coalición de organizaciones progresistas de la diáspora boricua, Power4PuertoRico, insistió en su argumento de que cualquier legislación en el Congreso dirigida a resolver el problema del estatus de Puerto Rico debe establecer claramente cuál sería el impacto de la estadidad en términos del idioma oficial.

“Como hemos dicho muchas veces, cualquier legislación relacionada con el estatus de #PuertoRico debe dejar totalmente claro si, bajo un escenario de estadidad, se le continuará permitiendo -O NO- a los puertorriqueños operar el Gobierno, escuelas, cortes y nuestro estilo de vida, en español”, compartieron en la red social X.

Power4PuertoRico se ha opuesto a las distintas versiones del “Puerto Rico Status Act” que han sido presentadas en el Congreso para un plebiscito, entre las opciones no territoriales de estadidad, independencia o libre asociación, debido a ese y otros asuntos.

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