Aumentan las muertes de trabajadores de construcción en NY tras “caída” de inspecciones de seguridad

Los latinos enfrentan un riesgo desproporcionado en este sector, representando el 10% de la fuerza laboral, pero el 26% de las fatalidades

Según el informe, 30 trabajadores murieron en accidentes fatales en obras de construcción en 2023, la mayor cantidad en una década. /Archivo

Según el informe, 30 trabajadores murieron en accidentes fatales en obras de construcción en 2023, la mayor cantidad en una década. /Archivo  Crédito: Mariela Lombard | El Diario NY

El Comité de Nueva York para la Seguridad y Salud Ocupacional (NYCOSH) ponderó en su informe anual sobre muertes en la construcción: “un aumento significativo de las muertes de trabajadores en todo el estado y la persistencia de las disparidades raciales en los decesos en el lugar de trabajo”.

Se confirma que 30 trabajadores murieron en accidentes fatales en obras de construcción en 2023, la mayor cantidad en una década, según el nuevo informe.

El análisis anual de los datos de la Oficina Federal de Estadísticas Laborales documenta el año 2023, como el más mortal para los trabajadores de la construcción en Nueva York, desde que NYCOSH comenzó a rastrear los datos en 2013.

El reporte concluyó que en la Gran Manzana, la tasa de mortalidad de los trabajadores aumentó ligeramente de 11.5 a 11.6 por cada 100,000 trabajadores (24 muertes en 2022 a 30 en 2023).

Además, los trabajadores latinos enfrentaron un riesgo desproporcionado, representando el 10% de la fuerza laboral, pero el 26% de las muertes.

En el estado de Nueva York, hubo un alarmante aumento de la tasa del 8.3 % a 10.4 por cada 100,000 trabajadores. Además, hubo un aumento del 48% en las muertes de obreros de la construcción en solo un año (50 muertes en 2022 a 74 en 2023).

“Si bien contamos con herramientas como la Ley Carlos y la Ley de Seguridad de Andamios, necesitamos urgentemente más fondos para la aplicación de estas legislaciones y acciones proactivas para proteger a nuestros trabajadores más vulnerables” afirmó Charlene Obernauer, directora ejecutiva de NYCOSH.

Un asunto de supervisión

Según el informe, el Departamento de Edificios de la Ciudad de Nueva York (DOB) perdió 119 funcionarios a pesar del auge de la construcción. Además, según datos de la oficina del Contralor de la Ciudad de Nueva York, en enero de 2025, esta agencia municipal tenía una tasa de vacantes del 13.3%.

Obernauer llamó a actuar rápido para financiar la dotación de personal de supervisión del DOB y dejar de dar dinero a los contratistas que violan las leyes que mantienen seguros a los trabajadores.

“Los datos cuentan una historia cruda”, dijo Sam Fisher, higienista industrial de NYCOSH y autor principal del informe. “No solo vimos un aumento del 48% en las muertes en la construcción en todo el estado, sino que nuestro análisis muestra que el 74% de los incidentes fatales tuvieron violaciones de seguridad evitables y el 77% de las muertes investigadas fueron de trabajadores no sindicalizados”, agrego.

Mientras tanto, las multas promedio de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) del Departamento de Labor, por casos de fatalidad cayeron un 45.6% a solo $ 32,123, y los niveles de inspección siguen siendo un 15.33% por debajo de las cifras previas a la pandemia. Esto como remarca el reporte, crea una “tormenta perfecta” en la que las infracciones son comunes y no se sancionan adecuadamente.

Los más afectados

Asimismo, Nilbia Coyote, directora ejecutiva de New Immigrant Community Empowerment (NICE) interpreta que el creciente número de muertes en la industria de la construcción de Nueva York es un fracaso trágico e inaceptable de las protecciones de los trabajadores. 

“Detrás de cada estadística hay un trabajador, a menudo un inmigrante, a menudo latino, cuya vida se vio truncada debido a peligros evitables y negligencia del empleador”, consideró.

La activista asevera que la pérdida desproporcionada de trabajadores latinos, subraya la necesidad urgente de una aplicación más estricta de la ley, la rendición de cuentas por los contratistas imprudentes y la inversión en una formación integral en seguridad. 

Los informes de NYCOSH han demostrado de manera consistente que los trabajadores latinos e inmigrantes “son explotados repetidamente por empleadores” que violan deliberadamente las protecciones de seguridad y salud en el trabajo. Este segmento de esta fuerza laboral tiene menos probabilidades de denunciar las violaciones, por temor a represalias de los empleadores y las agencias gubernamentales.

Muchas organizaciones de defensa de los trabajadores, históricamente han puesto en evidencia que los trabajadores latinos en particular llenan grandes vacíos en la industria, mientras enfrentan desproporcionadamente las consecuencias de trabajar en condiciones peligrosas. 

Las barreras del idioma, los empleadores explotadores y la falta de supervisión ponen sus vidas en riesgo.

Sin sindicato, más vulnerables

Asimismo, NYCOSH analizó las 39 investigaciones sobre muertes en la construcción en 2022 y descubrió que en el estado de Nueva York, el 79% de los trabajadores que murieron en lugares de trabajo privados no estaban afiliados a un sindicato.

Se pudo precisar además que en los 19 lugares de trabajo investigados por OSHA en la Gran Manzana, el 90% de esta fuerza laboral de la construcción, que falleció producto de una fatalidad laboral, no era miembro de alguna agrupación sindical.

En efecto, los contratistas no afiliados a un sindicato, tienen poca supervisión fuera de las agencias reguladoras gubernamentales y, debido a la falta de fondos, los lugares de trabajo no reciben la cantidad de inspecciones necesarias para garantizar que se cumplan las normas de seguridad.

En cambio, los lugares de trabajo afiliados a un sindicato, tienen delegados y una fuerza laboral capacitada que tienen más probabilidades de reconocer y denunciar las violaciones de seguridad. Los trabajadores afiliados a un sindicato también cuentan con la protección de su sindicato contra las represalias del empleador después de denunciar peligros.

Ante esta realidad que sigue alarmando a los activistas de Nueva York, Ligia Guallpa, directora ejecutiva del Proyecto de Justicia Laboral, reitera que es momento de “seguir empoderando a los trabajadores inmigrantes para que luchen por cambios sistémicos en la aplicación de la ley, la regulación y los estándares de la industria”.

Caídas y resbalones

Con base a un análisis del Consejo Nacional de Seguridad, las caídas, resbalones y los tropiezos, son algunos de los peligros más mortales en la industria cada año, representando gran parte de todos los decesos en esta industria.

A esto se suma las bajas por incidentes de transporte, como accidentes de camiones. Otras causas comunes de lesiones fatales en la construcción incluyen electrocución, quedar atrapado en maquinaria, quedar atrapado entre o debajo de objetos, ser golpeado por una grúa u otro equipo pesado, u objetos que caen o se mueven.

Otro capítulo: el fentanilo

Hay una realidad paralela que está afectando a este sector de la cual hay pocos registros. Con base a datos del Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el sector construcción tiene la tasa más alta de incidencias por sobredosis, que cualquier otro sector laboral en el país.

Las conclusiones de reportes del Departamento de Trabajo, derivado de análisis nacionales, es que hoy esta fuerza laboral tiene aproximadamente 16 veces más probabilidades de morir de una sobredosis, que de un accidente.

Ahora, a juicio de activistas que trabajan de cerca con este sector, como Walter Sinche de la Alianza Ecuatoriana Internacional, el nuevo desafío es cómo reforzar la educación para evitar sobredosis por “nuevos productos que se venden libremente y no son de difícil acceso en este momento en la ciudad”. 

“De por sí tenemos una nueva generación de trabajadores en este sector, en donde se observan muchos cuadros de ansiedad y depresión. Lo cual los hace muy vulnerables en caer en cualquier cosa. Ahora con las amenazas de redadas y deportaciones masivas sabemos que se va a poner peor. Vienen momentos de mucho pánico“, interpreta Sinche.

Actualmente en la capacitación obligatoria de Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) de 40 horas, se incluye dos horas en donde se hacen referencias genéricas sobre los riesgos del alcohol y las drogas, pero todavía no se han incorporado “capítulos específicos” sobre este narcótico que se está convirtiendo en un acompañante muy común de estos trabajadores.

El dato:

  • 54,8 trabajadores han muerto en promedio cada año en el estado de Nueva York, durante la última década. El número más bajo de muertes en un período de 10 años fue en 2013, con 40 fatalidades, el más alto fue en 2016, con 71.

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