Extienden por un mes peaje para circular en Manhattan: Trump vs MTA y la gobernación de Nueva York
La Casa Blanca otorgó 30 días más de vigencia al polémico peaje para circular en Manhattan, pero MTA y la gobernación de NY insisten en que será permanente

Las cámaras para el cobro de peaje en NYC fueron instaladas desde enero de 2024. Crédito: Frank Franklin II | AP
A última hora el Departamento de Transporte (DOT) otorgó 30 días más de vigencia al polémico peaje para circular en Manhattan, cuya validez federal expiraba este viernes 21 de marzo, aunque MTA y la gobernación de Nueva York han insistido en mantenerlo de manera permanente.
Ayer a media tarde el secretario de Transporte, Sean Duffy, anunció en una publicación en Twitter/X dirigida a la gobernadora Kathy Hochul que el DOT otorgaba a Nueva York una prórroga de 30 días mientras continúan las negociaciones para eliminar la Tarifa de congestión (CBDTP, Central Business District Tolling Program), que desde el 5 de enero se ha cobrado a la mayoría de los autos que ingresan al distrito comercial central de Manhattan desde la calle 60 hasta el extremo sur de la isla.
“Le otorgaremos a Nueva York una prórroga de 30 días mientras continúan las negociaciones. Sepan que los miles de millones de dólares que el gobierno federal envía a Nueva York no son un cheque en blanco. El incumplimiento continuo no se tomará a la ligera”, amenazó Duffy ayer.
En respuesta, un portavoz dijo: “Hemos visto el tuit del secretario Duffy, lo cual no cambia lo que la gobernadora Hochul ha estado diciendo desde el principio: las cámaras (del peaje) siguen encendidas”. Además, los funcionarios de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) insisten en que se necesitaría una orden judicial para desactivar la tarifa de congestión y que tienen sólidos fundamentos legales, destacó ABC News.
“@GovKathyHochul — El gobierno federal y @POTUS (Donald Trump) están advirtiendo a Nueva York. Su negativa a poner fin a la tarifa de cordón y su abierta falta de respeto hacia el gobierno federal son inaceptables. Así como sus elevados peajes y la falta de opciones de carreteras gratuitas son una bofetada a los estadounidenses trabajadores, su negativa a aprobar dos oleoductos vitales que reducirán los costos del combustible en un 50% va en contra del interés público. Su sistema de precios ilegales cobra a los ciudadanos de la clase trabajadora por usar las carreteras que ya se construyeron con el dinero de sus impuestos federales”, continuó el mensaje de Duffy.
Antes de la última visita de Hochul el viernes 14 al Despacho Oval, Trump afirmó que quería reactivar el oleoducto Constitution, un proyecto que los reguladores de Nueva York cancelaron en 2016 debido a la preocupación de que pudiera afectar el suministro de agua potable. Algunos analistas desde entonces piensan que Hochul podría apoyarlo a cambio de salvar el peaje.
Meses de polémica
A fines de noviembre el peaje recibió autorización federal del gobierno de Joe Biden cuando la MTA, los funcionarios de transporte estatales y locales y la Administración Federal de Carreteras (FHWA) firmaron el documento final necesario para comenzar legalmente a aplicarlo. Pero desde entonces se dijo que Trump intentaría suspenderlo al llegar a la Casa Blanca, además de las varias demandas que han buscado detenerlo, incluyendo una de la gobernación de Nueva Jersey.
El 21 de marzo como fecha límite fue establecida en una carta dada a conocer en febrero donde la FHWA dijo que la MTA debía dejar de cobrar el peaje antes de esa día para permitir un “cese ordenado”. La misiva fue emitida el 20 de febrero, un día después de que el Departamento de Transporte retirara la aprobación federal del plan luego de una revisión solicitada por Trump, reportó ABC News.
“Trump ha prometido eliminar la tarificación por congestión y podría emplear diversas tácticas para salirse con la suya, según expertos legales. Ha expresado su preocupación de que los peajes alejen a visitantes y negocios de Manhattan, aunque hasta el momento hay poca evidencia de ello”, comentó ayer The New York Times.
Duffy ha dicho a la gobernadora Hochul que el plan de peajes prioriza la recaudación de fondos para la MTA sobre la reducción del tráfico, una crítica compartida por otros opositores. También afirmó que se les quita dinero a los conductores para financiar un sistema de transporte público, no una autopista.
Janno Lieber, director ejecutivo y presidente de la MTA, declaró el martes en una conferencia de prensa que el peaje, que ya lleva 10 semanas en funcionamiento, ha sido “exitoso en todos los sentidos” y que la agencia no tiene planes de desactivarlo.
Sam Spokony, portavoz de la gobernación, también declaró esta semana que las cámaras que cobran el peaje seguirán funcionando. Desde que se implementaron las tarifas por congestión, añadió, “el tráfico ha disminuido y la actividad comercial ha mejorado, y ese es el tipo de progreso que seguiremos ofreciendo a los neoyorquinos”.
La Tarifa de congestión (CBDTP) generó $48.6 millones de dólares en su primer mes, dijo la MTA. “Ese es el último indicio de que el sistema de cobro de peajes está haciendo lo que se creó para hacer (generar ingresos para mejoras en el transporte público) incluso cuando la administración Trump intenta detenerlo”, publicó The New York Times a fines de febrero.
De los $48.6 millones de dólares recabados, la MTA contabilizó $37.5 millones como ingresos operativos netos, dinero que se destinaría a financiar una serie de importantes proyectos de reparación del transporte público de la ciudad. El resto se destinará a pagar los gastos relacionados con la instalación de cámaras y otros equipos para registrar y procesar los peajes.
Cerca de la mitad (42%) de los residentes de la ciudad de Nueva York desea que se mantenga el polémico peaje para circular en Manhattan, pero en otras zonas del estado la mayoría se opone a que siga ese cobro, según una encuesta de Siena College publicada la semana pasada.
Su objetivo es reducir la congestión vehicular y mejorar el transporte público, principalmente en los cinco distritos, pero el cobro afecta a conductores más allá de la ciudad y el estado: se calcula que diariamente de las más de 20 millones de personas que viven en el área triestatal, 1.3 millones se movilizan hacia el Bajo Manhattan en unos 700,000 autos, taxis y camiones. Quienes se oponen al peaje dicen que discrimina a ciertas comunidades, además de que sube los costos de vida ya de por sí altos en la región y en la ciudad más cara del país.
En la primera misiva del 19 de febrero el secretario Duffy describió las objeciones de Trump al programa y dijo que los funcionarios federales se comunicarían con la gobernación de Nueva York para “discutir el cese ordenado de las operaciones de peaje”. En un comunicado adicional Duffy calificó los peajes a los conductores que se dirigen a Manhattan como “retrógrados e injustos”. “El plan de precios de congestión del estado Nueva York es una bofetada en la cara a los estadounidenses de clase trabajadora y a los propietarios de pequeñas empresas“.
“Los viajeros que utilizan el sistema de autopistas para ingresar a la ciudad de Nueva York ya han financiado la construcción y mejora de estas autopistas mediante el pago de impuestos a la gasolina y otros impuestos. Pero ahora el programa de peaje deja a los conductores sin ninguna alternativa de autopista gratuita y, en cambio, les quita más dinero a los trabajadores para pagar un sistema de transporte y no autopistas”, continuó Duffy. Esa primera carta completa puede leerse aquí.
Los expertos legales y de transporte predijeron que no sería fácil bloquear un programa de congestión que ya estaría en funcionamiento, pero que Trump podría tratar de retractarse de la aprobación federal o amenazar con retener fondos para la ciudad de Nueva York, medidas que conducirían a largas batallas en los tribunales.
“Cinco años después de que la legislatura promulgó la ley del estado Nueva York sobre la fijación de precios por congestión, y con 4,000 páginas de análisis, cientos de audiencias y reuniones de divulgación a nuestras espaldas, los neoyorquinos están preparados para los beneficios: menos tráfico, aire más limpio, calles más seguras y mejor tránsito”, alabó en abril de 2024 el presidente y director ejecutivo de la MTA, Janno Lieber.