¿Usas la alarma del celular para despertar? Psicóloga del sueño explica por qué deberías dejar de hacerlo
Despertar con alarma tradicional genera estrés. Una experta en el tema explica cómo iniciar el día de forma natural y sin sobresaltos

En la actualidad, la mayoría inicia su día despertando con la alarma del celular. Crédito: Shutterstock
Para millones de personas, el sonido de la alarma es el comienzo inevitable de cada jornada. Pero, aunque común, esta práctica puede estar generando más daño que beneficio, especialmente si el despertador es el celular.
La psicóloga del sueño Roser Gort advierte que despertar de forma abrupta puede provocar un pico de estrés innecesario en el organismo, con efectos negativos desde los primeros minutos del día.
“Las alarmas no dejan de ser un susto para el cuerpo”, afirma Gort. “Activan el modo alerta, generan contracción muscular y aumentan los niveles de cortisol. Esto no es recomendable durante la primera hora del día, que debería ser lo más tranquila posible”.
Un despertar más amable: la clave está en el ritmo natural
Según Gort, el problema no es despertarse, sino cómo despertamos. En lugar de hacerlo de manera brusca, lo ideal es permitir una transición natural desde las fases más profundas del sueño hacia las más ligeras. Este proceso es posible gracias a dispositivos llamados despertadores de luz gradual, que simulan el amanecer dentro del dormitorio.
“Estos despertadores producen luz de forma progresiva, activando lentamente al cuerpo en función de la fase del sueño en la que se encuentra. Así se evita el sobresalto y los picos de estrés que provocan las alarmas tradicionales”, explica.
Al emitir luz que va aumentando poco a poco, estos dispositivos ayudan al cerebro a liberar melatonina y reducir el cortisol de forma gradual, logrando un despertar más armonioso, con mayor energía y mejor estado de ánimo.

¿Qué pasa si necesitas algo más que luz?
Para quienes no se fían únicamente de la luz para levantarse, muchos de estos despertadores también incluyen sonidos suaves y relajantes, como melodías ambientales, canto de aves o música instrumental, que acompañan el aumento de luz. Estos elementos sonoros ayudan a que el cuerpo termine de despertar sin sentirse invadido o sobresaltado.
Sin embargo, Gort recomienda evitar los sonidos abruptos o alarmas estridentes, pues alteran el ritmo cardiaco y provocan una activación repentina del sistema nervioso simpático, que puede impactar negativamente en la productividad y el estado emocional.
¿Por qué deberías dejar de usar tu celular como despertador?
Uno de los hábitos más perjudiciales, según la psicóloga, es utilizar el celular como alarma. Más allá del tono que se elija, el verdadero problema está en la exposición inmediata a la tecnología y a las redes sociales.
“Es una estimulación demasiado grande para un cerebro que aún está en proceso de despertar. Revisar el teléfono nada más abrir los ojos bombardea al sistema nervioso con información innecesaria y puede generar ansiedad desde el primer minuto del día”, explica Gort.
Además, la luz azul que emiten las pantallas puede interferir con la producción natural de melatonina si el celular se utiliza también antes de dormir, empeorando la calidad del descanso nocturno.
Cómo implementar un despertar más saludable
Adoptar un despertar natural no requiere grandes inversiones ni cambios drásticos. Gort ofrece algunas recomendaciones prácticas:
* Opta por un despertador lumínico: Puedes adquirir modelos básicos desde $30 dólares en tiendas como Amazon, Target o Walmart. Busca opciones con ajustes de luz, sonidos relajantes y tiempos de simulación de amanecer.
* Despiértate con antelación: Estos dispositivos no funcionan con una hora exacta, por lo que deberás programarlos para que empiecen a activarse entre 15 y 30 minutos antes de tu hora habitual.
* Deja el celular lejos de la cama: Además de evitar usarlo como despertador, mantenerlo fuera del alcance ayuda a reducir la tentación de revisarlo apenas despiertas.
* Mantén una rutina de sueño estable: Acuéstate y despiértate siempre a la misma hora, incluso los fines de semana, para regular tu reloj biológico.
* Evita pantallas antes de dormir: Al menos una hora antes de acostarte, reduce la exposición a luz azul para facilitar la producción natural de melatonina.
Cambiar la forma en que te despiertas puede parecer un detalle menor, pero sus efectos son significativos. Las personas que sustituyen las alarmas tradicionales por métodos de despertar natural reportan mejoras en la concentración, el estado de ánimo, la energía durante el día y una mayor calidad del sueño.
En una ciudad como Nueva York, donde el estrés forma parte del entorno cotidiano, empezar el día con calma y sin sobresaltos puede marcar una gran diferencia.
“Despertar no debería ser sinónimo de angustia”, concluye Gort. “Si comenzamos el día con más suavidad, el resto de la jornada se vive con más equilibrio. Todo empieza por cómo abrimos los ojos por la mañana”.
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