Hombre escaló el muro fronterizo: logró cruzar a Estados Unidos, pero regresó a México
Los cruces irregulares disminuyeron, pero la presencia militar se ha triplicado, con más de 7,600 efectivos y una infraestructura de vigilancia avanzada

El gobierno de Donald Trump continúa destinando fondos a la construcción del muro fronterizo. Crédito: Jae C. Hong | AP
Un hombre fue avistado mientras escalaba el muro que separa México de Arizona, en Estados Unidos. Desde el interior de un vehículo blindado, un soldado del ejército estadounidense lo observaba a través de una mira óptica de largo alcance, señaló la agencia The Associated Press en un reportaje.
La tensión creció cuando el sujeto descendió al lado estadounidense entre rollos de alambre de púas, pero bastaron una alerta y la llegada acelerada de una camioneta de la Patrulla Fronteriza para que el hombre diera marcha atrás y regresara a toda prisa al lado mexicano.
El incidente fue uno de los pocos registrados por una unidad de infantería del Ejército desplegada en esa zona remota, como parte de una misión ampliada ordenada por la administración de Donald Trump. Aunque los cruces irregulares disminuyeron drásticamente —alcanzando su punto más bajo en 60 años—, la presencia militar en la frontera se ha triplicado, con más de 7,600 efectivos y una infraestructura de vigilancia avanzada.

“La disuasión es realmente aburrida”, confesó la sargento Ana Harker-Molina, de 24 años, al describir los extensos turnos de vigilancia sin incidentes significativos. Sin embargo, aseguró sentirse orgullosa del trabajo que realizan: “El solo hecho de que estemos aquí sentados vigilando la frontera está ayudando a nuestro país”.
Una frontera bajo estricta vigilancia militar
Lo que alguna vez fue dominio exclusivo de agentes civiles, ahora está bajo supervisión directa del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, señaló AP. Grandes tramos han sido designados como “zonas militarizadas”, lo que otorga a las tropas facultades para detener personas en terrenos federales y presentar cargos penales adicionales por invasión.
El comandante de la operación, el mayor general Scott Naumann, dirige la misión desde una base remota en las montañas Huachuca, en Arizona. Desde allí se controla una flota compuesta por 117 vehículos blindados Stryker, más de 35 helicópteros y varios drones capaces de operar día y noche.

“Puedo enviar soldados cuando sea necesario para resolver el problema. Podemos enviarlos por días”, declaró Naumann a la agencia de noticias. Enfatizó la rapidez con la que se pueden desplegar tropas en terrenos remotos donde los cárteles intentan abrir nuevas rutas de ingreso.
La administración Trump ha apostado por una estrategia de presencia militar como herramienta de disuasión migratoria, utilizando personal armado con equipo de combate completo, drones de rastreo, sensores térmicos y barreras de púas para impedir cruces clandestinos.
Mientras tanto, el gobierno continúa destinando fondos a la construcción del muro fronterizo y ofreciendo incentivos para contratar más agentes civiles.
Esta estrategia también incluye patrullajes en zonas icónicas como el Monte Cristo Rey, en la frontera entre Texas y Chihuahua, donde tropas utilizan tecnología infrarroja para detectar movimientos en el desierto. Desde allí, el especialista Luis Ángel Nito, hijo de inmigrantes mexicanos, monitorea las colinas que alguna vez fueron ruta de entrada para su propia familia.
“Cruzaron por aquí”, dijo sobre sus padres. “Me dijeron que tuviera cuidado porque era peligroso”.
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