Cuándo puedes pedirle al banco que pause los pagos de tu tarjeta de crédito
Algunos bancos permiten pausar pagos de tarjeta por emergencias financieras. La clave es pedirlo temprano y con documentación clara

Aunque una pausa en los pagos puede ser un salvavidas temporal, no garantiza la eliminación de la deuda. Crédito: Me dia | Shutterstock
Las deudas de tarjetas de crédito en Estados Unidos alcanzaron un nuevo récord, superando los $1,200 millones de dólares. Con deudas promedio cercanos a los $8,000 dólares por persona y tasas de interés que rozan el 22%, cualquier imprevisto —como una pérdida de empleo, una enfermedad o gastos inesperados— puede desestabilizar las finanzas de un hogar.
En qué situaciones se puede pedir una pausa en los pagos
Algunas instituciones financieras ofrecen programas de alivio temporal para clientes con dificultades comprobadas.
Estos permiten aplazar pagos entre tres y doce meses, reducir temporalmente las tasas de interés o flexibilizar los montos mínimos a cubrir.
Entre los escenarios más comunes que califican para esta ayuda se incluyen: despido o reducción significativa de ingresos, emergencias médicas, desastres naturales, divorcio, fallecimiento de un cónyuge o despliegues militares.
Los bancos suelen considerar más favorablemente a quienes solicitan el apoyo antes de acumular retrasos.
Por ello, los expertos recomiendan contactar a la entidad apenas se detecten problemas para cumplir con los pagos.
Qué debes preparar antes de llamar
Las compañías suelen solicitar comprobantes como cartas de terminación laboral, facturas médicas o reclamos de seguros.
Además, pedirán información sobre ingresos mensuales, gastos actuales y estimaciones de cuándo podría mejorar tu situación.
El alivio no siempre se aprueba, pero tener un historial de pagos positivo y demostrar un problema financiero real y temporal aumenta las probabilidades.
Opciones si el banco no ofrece ayuda
Si la entidad emisora de la tarjeta no acepta la solicitud, aún existen alternativas:
-Programas de manejo de deudas: a través de agencias de consejería financiera que buscan reducir tasas y consolidar pagos.
-Tarjetas con transferencia de saldo: pasar la deuda a una nueva tarjeta con 0% de interés inicial para ganar tiempo en la amortización.
-Negociación de condonación parcial: acuerdos con acreedores para saldar la deuda con un pago reducido.
-Préstamos personales: consolidar la deuda en un crédito con menor tasa de interés y pagos fijos.
La importancia de actuar a tiempo
Aunque una pausa en los pagos puede ser un salvavidas temporal, no garantiza la eliminación de la deuda.
Mal gestionada, la deuda puede derivar en cargos acumulados o afectar el historial crediticio. Lo clave es anticiparse y entender las condiciones de cada programa para evitar que un respiro momentáneo se convierta en un problema mayor.
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