El Boeing 747 donado por Qatar se convierte en fortaleza aérea para Donald Trump: ¿cuánto costarán los cambios?
El costo de conversión asciende a $1,000 millones y tendrá una duración estimada de dos años

Los trabajos para adaptar el nuevo avión presidencial, tomarán hasta dos años y con un costo estimado en $1,000 millones. Crédito: AP
El Boeing 747-8, donado por la familia real de Qatar, a Donald Trump será transformado en los próximos años de un palacio volador en un bastión aéreo para el presidente de EE. UU., ya que contará con tecnología de defensa avanzada y comunicaciones seguras, en una serie de adaptaciones que tendrán un costo estimado de $1,000 millones de dólares.
La aeronave, un Boeing 747-8 de fuselaje ancho valuado en $400 millones de dólares es una generosa donación de la familia real qatarí, y en los próximos días comenzarán los trabajos de acondicionamiento.
De fábrica, la aeronave cuenta con espaciosas cabinas y acabados de lujo diseñados para transformar a los invitados reales, pero ahora deberán ser adaptados para transportar al presidente de los Estados Unidos, por lo que se le implementarán dispositivos de seguridad y resiliencia nunca vistos en una aeronave civil.
Las adaptaciones que debe recibir el Boeing 747-8
El avión deberá ser prácticamente desmantelado en su interior y sistemas que venían originalmente. Cada espacio y componente deberán ser sometidos a una inspección forense para descartar la presencia de alguna pieza o dispositivo desconocidos. Esto implicará el análisis de todos los componentes electrónicos, los sistemas de comunicación y los sensores patentados no autorizados, para garantizar que la aeronave comience su servicio para el presidente estadounidense, sin ningún riesgo de seguridad.
Los cambios drásticos vendrán con la instalación de nueva tecnología. Una vez que la cabina esté vacía, se instalará una nueva red de cableado, para que sea capaz de funcionar como centro de mando en el cielo. Por ello, debe contar con sistemas de energía redundantes, arneses blindados y conductos eléctricos resistentes a condiciones extremas y a pulsos electromagnéticos.
Esta red eléctrica debe soportar, sin fallos, el funcionamiento de terminales de comunicaciones seguras y sistemas de defensa que consumen mucha más energía de la que normalmente requeriría cualquier avión de pasajeros.
Aunque el sistema más delicado será el de comunicaciones, para garantizar que el presidente pueda estar conectado en todo momento durante sus viajes aéreos. Para ello, se le instalarán sistemas de comunicaciones satelitales globales multibanda, incluyendo enlaces protegidos comparables a los utilizados en naves espaciales militares.
También debe contar con líneas seguras de voz, video y datos, junto con un estricto blindaje electromagnético y los estándares TEMPEST, para convertirla en una fortaleza digital. EL proyecto contempla destinar secciones enteras de la cabina como espacios de trabajo para la Agencia de Comunicaciones de la Casa Blanca y salas de operaciones seguras, para que las funciones puedan realizarse sin contratiempos, incluso a 40,000 pies de altura.
El búnker aéreo más seguro del mundo
En cuanto a las mejoras de seguridad, un sistema fundamental para la operación de la aeronave, contará con sensores de alerta de misiles, sistemas de contramedidas infrarrojos direccionales y la capacidad de confundir o desviar amenazas terrestres.
Este sistema se une al cableado reforzado, el blindaje estructural y la protección de apertura para proteger el avión de ataques electromagnéticos, mientras que los sistemas defensivos proporcionarán capas de protección para “destrucción suave” y “destrucción potencialmente dura”, como un sistema de blindaje oculto.
También contará con escaleras especiales que le permitirán al presidente abordar o desembarcar sin depender del equipo del aeropuerto. Asimismo se instalarán puertas y ventanas reforzadas, una sala médica segura y espacios para conferencias. También se modernizarán los sistemas de control ambiental, junto con unidades de energía auxiliares adicionales y aviónica (sistemas de navegación y tecnología) especializada.
Incluso se están rediseñando las soluciones de manejo y almacenamiento de equipaje para permitir una mayor independencia de vuelo.
A diferencia del próximo avión de reemplazo VC-25B, que la Fuerza Aérea ha decidido que no incluirá reabastecimiento en vuelo, no se espera que las adaptaciones le permitan contar con esta capacidad, por lo que operará dentro de los límites de alcance estándar, aunque será suficiente autonomía para servir como un avión presidencial provisional competente.
¿Cuándo estará listo el nuevo Air Force One?
De acuerdo con analistas independientes y funcionarios del Pentágono, los trabajos podrían tomar hasta dos años para completarse. Sin embargo, la Fuerza Aérea ha ofrecido una estimación más conservadora, de acuerdo con The New York Times. El secretario de la Fuerza Aérea, Troy E. Meink, informó al Congreso que las obras probablemente podrán realizarse apenas con un presupuesto menor a los $400 millones de dólares.
Lo que sí se respetará del diseño original es gran parte del equipamiento de lujo: salones, comedores y dormitorios privados, que sí son compatibles con el uso presidencial, pero le permitirán mantener parte de su carácter majestuoso.
Desde el exterior, el avión lucirá como un elegante jet, pero será uno de los aviones más seguros y sofisticados del mundo, combinando la elegancia de un palacio con la resistencia de un bunker volador.
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