Bancos de alimentos se preparan para inminente crisis alimentaria, por interrupción de beneficios SNAP
Los bancos de alimentos enfrentan un aumento en la demanda debido a la falta de asistencia del SNAP
La asignacion de beneficios SNAP podría afectar a más de 40 millones de estadounidenses a partir de este 1 de noviembre. Crédito: AP
Con el cierre del gobierno a punto de cumplir un mes, millones de estadounidenses con problemas económicos podrían enfrentar una inminente interrupción de sus beneficios del Programa Federal de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), mientras los bancos de alimentos implementan medidas desesperadas para abastecerse ante un aumento dramático en la demanda.
Los bancos de alimentos y despensas ya tenían problemas para cumplir con sus funciones, afectados por los recortes del programa federal este año, pero ahora enfrentarán un inminente tsunami de personas hambrientas si no reciben su ayuda federal de este mes, tan pronto como este fin de semana, mientras persiste el cierre del gobierno federal.
De acuerdo con The Associated Press, varios de estos centros, ya comenzaron a enfrentar un exceso en su demanda: El banco de alimentos de la Iglesia Cristiana Central en el centro de Indianápolis atendió a casi el doble de personas que recibe normalmente en un día, un volumen de personas.
“Hay una mayor demanda. Y sabemos que esto ha estado sucediendo desde que la economía se desaceleró”, dijo la voluntaria Beth White, y agregó que con la interrupción del financiamiento al programa SNAP, “la situación seguirá empeorando para la gente”.
Una crisis alimentaria potencial entre beneficiarios al Programa SNAP
El gobierno federal reporta un padrón de 40 millones de estadounidenses registrados en el Programa a SNAP, es decir, 1 de cada 8 estadounidenses con una tarjeta EBT que utilizan para comprar alimentos en las tiendas y mercados agrícolas participantes, que suelen recibir un cargo mensual del gobierno federal.
Esto se detendrá a principios del próximo sábado, luego que el gobierno federal anunció el viernes que no utilizará un fondo de contingencia de aproximadamente $5,000 millones de dólares para mantener el flujo de ayuda alimentaria en noviembre, mientras persiste el cierre gubernamental. La administración también anunció que los estados que cubran temporalmente el costo de las prestaciones de asistencia alimentaria el próximo mes no recibirán reembolsos.
“En resumen, el pozo se ha secado”, declaró el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA en inglés) en un comunicado. “Por el momento, no se emitirán beneficios el 1 de noviembre”, advirtió.
Pero esta es solo una más de la serie de dificultades impuestas a los servicios de alimentación de beneficencia, que buscan compensar cualquier deficiencia en la asistencia alimentaria federal, que han excluido a los migrantes. Mientras que las organizaciones benéficas han experimentado una creciente demanda desde la pandemia de COVID-19 y el fuerte aumento de la inflación.
Además, con el inicio de la administración Trump se terminaron varios programas que habían proporcionado más de $1,000 millones de dólares a escuelas y bancos de alimentos para combatir el hambre.
La gente que se ayuda con despensas está preocupada
Reggie Gibbs, de Indianápolis, empezó a recibir recientemente los beneficios del SNAP, lo que le permitió ahorrar dinero en la despensa de alimentos de la Iglesia Cristiana Central cuando pasó por allí el sábado. Pero vive solo, dijo, y le preocupa lo que harán las familias con niños.
Martina McCallop, de Washington, DC, dijo que está preocupada por cómo alimentará a sus hijos, de 10 y 12 años, y a ella misma, cuando los $786 que reciben en beneficios mensuales del SNAP desaparezcan. “Tengo que pagar mis cuentas, el alquiler y comprarles lo que necesitan a mis hijos”, dijo. “Después de eso, no tengo dinero para comer”.
Además, dijo estar preocupada porque los bancos de alimentos no puedan satisfacer la demanda repentina en una ciudad con tantos trabajadores federales a quienes no se les paga.
Los bancos de alimentos resienten el aumento de la demanda
Las despensas de alimentos que donan estas instituciones benéficas proporcionan aproximadamente una comida por cada nueve que proporciona SNAP, de acuerdo con Feeding America, una red nacional de bancos de alimentos.
Obtienen los alimentos que distribuyen gracias a donaciones de particulares, empresas y algunos agricultores. También reciben alimentos de programas del USDA y, en ocasiones, compran alimentos con donaciones y subvenciones.
“Si se elimina el SNAP, las consecuencias son catastróficas”, dijo Claire Babineaux-Fontenot, directora ejecutiva de Feeding America. “Supongo que la gente da por sentado que alguien lo detendrá antes de que empeore. Bueno, ya es demasiado grave. Y está empeorando”.
De hecho, algunas instituciones ya enfrentan una escasez alarmante de alimentos. George Matysik, director ejecutivo del Programa de Alimentos Compartidos en el área de Philadelphia, afirmó que una pausa presupuestaria del gobierno estatal ya había recortado los fondos para su programa.
“Llevo aquí siete años”, dijo Matysik. “Nunca había visto nuestros almacenes tan vacíos como ahora”.
Los estados intentan llenar los huecos presupuestarios de ayuda alimentaria
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, anunció una asignación de emergencia de $30 millones de dólares en fondos de asistencia alimentaria para “mantener abastecidas las despensas de alimentos”, mientras que la gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, indicó que su estado acelerará la entrega de $8,000 millones de dólares que se habían asignado a los bancos de alimentos.
Otros funcionarios en Louisiana, Vermont y Virginia dijeron la semana pasada que buscarían mantener el flujo de ayuda alimentaria a los beneficiarios en sus estados, incluso si el programa federal permanecía estancado.
Sin embargo, otros estados no están en condiciones de ofrecer mucha ayuda, especialmente si no reciben reembolsos del gobierno federal. Por ejemplo, las autoridades de Arkansas, están tratando de canalizar a los beneficiarios hacia bancos de alimentos u otras organizaciones benéficas, incluso amigos y familiares, para obtener ayuda.
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