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Trump amaga con abandonar el T-MEC: ¿qué implicaciones tendría para los precios?

La terminación del T-MEC afectaría la cadena de suministro de productos electrónicos y automóviles en América del Norte

Los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá revisarán la continuidad del T-MEC el próximo verano.

Los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá revisarán la continuidad del T-MEC el próximo verano. Crédito: AP

La amenaza del presidente Donald Trump de abandonar el tratado T-MEC, cuya revisión está prevista para él próximo mes de julio, podría desencadenar un aumento drástico en los precios de productos esenciales, poniendo en jaque la estabilidad económica que los estadounidenses han disfrutado en los últimos meses.

Durante su anuncio de los aranceles globales para el mes de abril, muchos economistas predijeron que los estadounidenses experimentarían aumentos masivos de precios. Ocho meses después, todos los cálculos han fallado, ya que la inflación ha subido ligeramente, pero lejos de los niveles proyectados inicialmente.

El motivo es que muchos de estos productos importados, desde automóviles hasta papel higiénico, son fabricados en los dos países que son los principales socios comerciales de Estados Unidos, México y Canadá y sus productos han estado exentos de aranceles siempre y cuando cumplan con los términos del acuerdo trilateral, que Trump firmó durante su primer mandato.

Pero desde su campaña presidencial, Trump ha indicado que no desea renovar y, en cambio, firmar acuerdos bilaterales con cada país, incluso ante el riesgo de que inicie una avalancha de precios más altos, de los cuales los estadounidenses hasta ahora han estado protegidos y que podrían cobrarle electoralmente.

“O lo dejaremos expirar o tal vez lleguemos a otro acuerdo con México y Canadá”, dijo Trump el miércoles. El representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer, también dijo en una entrevista con Politico: “La razón por la que incluimos un período de evaluación en el T-MEC fue en caso de que necesitáramos revisarlo… revisarlo o salir de él”.

¿Se puede salvar el T-MEC?

Sin embargo, la postura de Trump podría cambiar de aquí a julio: “Discutir los hipotéticos acuerdos comerciales que aún no se han negociado es pura especulación”, declaró el portavoz Kush Desai a la CNN.

Antes del segundo mandato de Trump, los productos de México y Canadá entraban a Estados Unidos prácticamente libres de aranceles, incluso si no cumplían con el T-MEC, debido a la ausencia de aranceles. Sin embargo, Trump introdujo aranceles del 25 % para los productos mexicanos no conformes con el T-MEC y del 35 % para los canadienses.

Hasta antes de abril, las exportaciones de todos los demás países a Estados Unidos han estado sujetas a aranceles más altos, salvo exenciones para ciertos productos. En el caso de China, los aranceles llegaron hasta alcanzar el 145%.

Mientras que las exportaciones de México y Canadá entraban a Estados Unidos prácticamente libres de aranceles, incluso si no cumplían con el T-MEC, debido a la política de libre comercio en la que se firmó el acuerdo. Gracias a eso, el 38% de las importaciones procedentes de Canadá y el 49% de las procedentes de México cumplían con el T-MEC el año pasado, de acuerdo con el Departamento de Comercio. Sin embargo, a partir de agosto de este año, esos porcentajes aumentaron a casi el 86% de las importaciones procedentes de Canadá y el 87% de las procedentes de México.

Un mayor cumplimiento del T-MEC ha protegido miles de millones de dólares en importaciones de los nuevos aranceles”, explicó Erica York, vicepresidenta de política fiscal federal de la Tax Foundation, a la CNN.

Si no existiera el T-MEC, “los estadounidenses se enfrentarían a precios significativamente más altos. Eso empobrecería a los trabajadores estadounidenses y reduciría la competitividad de las empresas estadounidenses, sin justificación alguna”, advirtió.

Con aranceles, los productos electrónicos de consumo y los automóviles son fuertemente vulnerables a la subida de precios, dado que Estados Unidos se ha vuelto más dependiente de sus vecinos para adquirirlos.

Además, las cadenas de suministro en los tres países están profundamente interconectadas, y los componentes suelen cruzar la frontera estadounidense varias veces durante el proceso de ensamblaje.

Esto significa que productos como automóviles, electrónicos y otros productos podrían recibir aranceles potencialmente más altos para los productos canadienses y mexicanos y repercutir en los consumidores.

El T-MEC es un pilar fundamental del ecosistema de fabricación de productos electrónicos de América del Norte. Su terminación perturbaría el sistema de producción del que dependen los fabricantes estadounidenses, lo que se traduciría en plazos de entrega más largos y mayores costos de insumos”, finalizó Chris Mitchell, vicepresidente de relaciones gubernamentales globales de la Asociación Global de Electrónica.

Y agregó: “Esas presiones se traducirían, en última instancia, en precios más altos para los productos electrónicos, automotrices, de consumo y médicos”.

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