Acusan a Instacart de cobrar precios variables de hasta $1,200 por productos similares
Un estudio reveló la aplicación de este posible costo adicional diferenciado en las mismas tiendas, por la aplicación de un algoritmo sospechoso
Instacart implementó el software de IA Eversight para calcular sus polémicos precios dinámicos incluso en las mismas tiendas. Crédito: Shutterstock
Un reciente estudio de Groundwork Collaborative y Consumer Reports reveló que Instacart aplica precios diferenciados en supermercados, por hasta 23% en costos por productos idénticos. Este sistema, alimentado por un algoritmo sospechoso, podría costar a los consumidores hasta $1,200 anuales en comestibles comprados en las mismas tiendas, sin notificarles.
Entre los hallazgos, el reporte mostró que en una tienda Target en North Canton, Ohio, la aplicación de Instacart le cobró a un cliente $2.99 por Skippy Creamy Peanut Butter en septiembre, mientras que otros usuarios pagaron ese día hasta $3.59 por el mismo frasco recogido en el mismo lugar.
Mientras que en un supermercado Safeway de Seattle, los compradores pagaron cinco precios diferentes por el mismo pavo Oscar Mayer Deli a través de Instacart: $3.99, $4.31, $4.59, $4.69 y $4.89, una diferencia de hasta 23% entre el margen más bajo y el más alto.
El estudio asegura que halló un patrón similar en 437 casos en tiendas Target y Safeway en cuatro ciudades, que ordenaron alimentos a través de la aplicación Instacart para recoger en la tienda.
La polémica aplicación de los precios dinámicos
Sin embargo, esta diferencia es otro ejemplo de los ‘precios dinámicos’, una polémica práctica introducida hace más de una década por Uber y Lyft , que aumentan los precios de los viajes durante las tormentas y u horas de alta demanda, que eleva los precios drásticamente, impactando la inflación y el poder adquisitivo de las familias.
Esta práctica, conocida como ‘precios de vigilancia’ también se aplica en las aerolíneas, que aumentan sus precios cuando más clientes visitan sus sitios web al mismo tiempo. Lo mismo que los consumidores habituales de comida rápida, que afirman haber detectado fluctuaciones en los precios de las hamburguesas.
Groundwork, una organización no lucrativa dedicada a la defensa del consumidor, explicó que el algoritmo de precios dinámicos de Instacart podría obligar a los compradores a desembolsar $1,200 adicionales en comestibles cada año, en un entorno en el que la inflación de los alimentos ha superado los aumentos de precios de otros productos desde la pandemia.
El estudio señala que casi 75% de los comestibles analizados se venden a diferentes precios en Instacart, una de las aplicaciones de compras de comestibles más grandes de los EE. UU.
La postura de Instacart
Al respecto, Instacart respondió oficialmente al The New York Post que sus pruebas de precios nunca se basan en las características personales o de comportamiento de los compradores. Incluso afirmó que no aplica la política de precios dinámicos y que nunca cambian sus precios en tiempo real, aunque el estudio encontró precios que varían drásticamente según el comportamiento del comprador.
Sin embargo, el estudio plantea que, si bien no hay evidencias de que Instacart estuviera usando información personal para calcular sus precios diferenciados, es casi seguro que lo mismo que otros minoristas, Instacart pueden basar los precios con base en datos demográficos como la edad y el ingreso familiar, así como si el solicitante es un cliente nuevo o recurrente.
Al respecto, Instacart afirmó que sus “pruebas” sirven para apoyar a los minoristas a “aprender qué es lo que más les importa a los consumidores” y que su algoritmo utiliza estas tarifas diferenciadas para cobrar precios más altos por bebidas artesanales o refrigerios especiales, pero que en realidad reduce los precios de productos básicos como la leche y el pan.
“Así como los minoristas han probado durante mucho tiempo los precios en sus tiendas físicas para comprender mejor las preferencias de los consumidores, un subconjunto de solo 10 socios minoristas, aquellos que ya aplican márgenes, hacen lo mismo en línea a través de Instacart”, planteó la empresa en un comunicado.
Ante las evidencias de un aumento del 25% de los precios de los alimentos desde la pandemia, y las acusaciones de legisladores demócratas contra los conglomerados alimentarios de especulación de precios, el presidente Donald Trump ordenó el fin de semana una investigación exhaustiva.
Minoristas se deslindan de las políticas de Instacar
De acuerdo con voceros de algunos minoristas que trabajan con Instacar, no están de acuerdo con esta supuesta práctica y afirman que no obtienen alguna ganancia adicional por ella:
“Target no está afiliada a Instacart y no es responsable de los precios en la plataforma Instacart”, indicó la minorista en un comunicado, aunque no comentó si estaban revisando las prácticas de Instacart en sus tiendas.
En una cadena más pequeña, la plataforma de comercio electrónico, Stew Leonard’s, opera más de media docena de supermercados en el área metropolitana de Nueva York. Y, aunque su negocio depende en una parte importante del apoyo de Instacar, nunca se ha puesto en contacto con el pequeño minorista para ofrecer precios variables dentro de la misma tienda. Aunque la cadena afirmó que nunca aplicaría esta política:
“Nunca le pondríamos un precio diferente al cliente A que al cliente B”, afirmó la directora de marketing de la tienda, Tammy Berentson. “No tendríamos nada que ganar. Es injusto. Somos transparentes con nuestros precios y queremos ser justos con nuestros clientes y que confíen en nosotros”.
Un caso citado por el New York Post detalla que en una tienda Safeway de Washington, D.C., un par de compradores pagaron a través de Instacart tan solo $3.99 por una docena de huevos de gallina libre de jaula, mientras que otros pagaron $4.79 por la misma caja. En esa misma tienda, algunos compradores pagaron $2.99 por una caja de corn flakes Signature SELECT, mientras que a otros les cobraron hasta $3.69.
Una caja de galletas saladas Premium Original en un Target de North Canton, Ohio, costó $3.99 para algunos clientes de Instacart, y otros pagaron entre $4.59 y $4.69 para otros. Algunos compradores pagaron $1.19 por pasta farfalle de marca blanca en el mismo Target, mientras que a otros les cobraron $1.43.
Instacart también cobró al menos cuatro precios diferentes por Wheat Thins en un Safeway en Seattle: $3,99, $4,31, $4,69 y $4,89.
“Instacart es un agujero negro para el minorista”, declaró un ejecutivo anónimo. “El dilema clásico es: ‘¿De quién es el cliente?’: ¿De Instacart o del supermercado?”
“El problema es que los minoristas recurrieron a Instacart porque les da presencia en línea, pero luego ocurrió la pandemia y se dieron cuenta de que no tenían visibilidad de las transacciones de los clientes”, lamentó.
La tecnología de los precios dinámicos de Instacart
El cálculo de los precios de Instacart está regulado por Eversight, una empresa de software que Instacart adquirió en 2022.
El director ejecutivo de Instacart, Fidji Simo, dijo que esta nueva tecnología de IA “ayuda a los minoristas a optimizar dinámicamente sus precios tanto en línea como en la tienda para determinar en qué categorías de productos un cliente es más sensible al precio frente a menos sensible al precio y realmente ajustar sus precios en función de esa información”.
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