Cómo conservar las papas por meses, según un microbiólogo
Un microbiólogo revela por qué el refrigerador no es el lugar, qué causa el color verde y la técnica para congelarlas por meses
Aprende el truco científico para almacenarlas correctamente y la técnica clave para congelar las papas por meses. Crédito: Shutterstock
Al vapor, fritas o en puré, las papas son el contorno ideal para las comidas. Su versatilidad las convierte en un alimento de alto consumo, pero ¿cómo conservarlas para que se mantengan frescas? Un microbiólogo explica cómo hacerlo en sencillos pasos.
Las papas son un alimento básico, versátil y económico, pero su almacenamiento es crucial para mantener su calidad y seguridad. El análisis del microbiólogo y experto en Higiene y Manipulación de Alimentos, Marlon Toscano, nos proporciona una visión basada en la ciencia sobre cómo extender su vida útil, desmintiendo algunas prácticas comunes.
La primera recomendación que debemos tener en cuenta es que se deben guardar en un lugar seco, fresco y oscuro. Aunque esto parezca obvio, lo cierto es que también hay quien las guarda en el refrigerador, lo que puede cambiar la textura y el sabor.
El microbiólogo explica que las papas se deterioran por tres factores principales: actividad enzimática, humedad y luz. “A temperatura ambiente y con luz, las papas activan enzimas que degradan sus reservas de almidón, producen brotes y generan compuestos como la solanina, responsable del color verde y sabor amargo“, indica.
Por eso, la forma más efectiva de conservarlas es mantenerlas en un lugar fresco, seco, oscuro y bien ventilado, lo que reduce la actividad metabólica, previene el brotamiento y limita el desarrollo microbiano, prolongando su vida útil sin afectar su calidad.

Cómo conservar las papas por meses
La mejor técnica es la congelación, pero solo después de escaldarlas dos o tres minutos para inactivar enzimas y evitar su pardeamiento.
Luego se enfrían en agua con hielo y se sumergen en una solución con ácido cítrico (2 a 3 por litro de agua) o una pequeña cantidad de metabisulfito de sodio (0,5 a 1 por litro de agua) para proteger el color.
También se puede usar un chorrito de vinagre para evitar que se oxiden.
Finalmente, se secan bien y se congelan en bolsas herméticas, evitando la textura arenosa típica de la papa congelada cruda.
La mejor manera de almacenar papas es minimizar su actividad metabólica. Esto se logra con un almacenamiento en la despensa oscura y bien ventilada para el corto plazo, y con una técnica de escaldado y congelación para la conservación a largo plazo. Es un excelente ejemplo de cómo la microbiología y la ciencia de los alimentos se aplican directamente a nuestra cocina diaria para garantizar calidad y seguridad.
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