5 razones para hacer limpieza profunda en el hogar para recibir el Año Nuevo
Los expertos recomiendan limpiar a profundidad en el cuarto, la cocina, detrás de las cortinas y electrodomésticos
La limpieza de fin de año ayuda a atraer la energía positiva en el hogar. Crédito: Pixabay
Con la llegada de los últimos días de diciembre, muchos hogares se preparan para una limpieza profunda que va más allá de la rutina semanal, poniendo la lupa sobre cortinas, zócalos y espacios ocultos detrás de los electrodomésticos, zonas donde se acumula polvo durante meses.
Especialistas en orden y bienestar señalan que esta limpieza de fin de año genera el llamado “efecto de nuevo comienzo”, una sensación psicológica que ayuda a dejar atrás imperfecciones del pasado y motiva a iniciar el próximo ciclo con mayor enfoque y control personal.
El consejo principal es abordar la tarea con estrategia y no al azar. Primero conviene despejar superficies y guardar lo que esté fuera de lugar, para luego limpiar y desechar lo que ya no sirve, siempre avanzando de arriba hacia abajo para evitar rehacer el trabajo.

Dentro de este proceso, se recomienda prestar atención a los llamados puntos de “alto contacto”, como interruptores de luz, manijas de puertas y tiradores de cocina, que suelen acumular bacterias invisibles y pueden recuperarse fácilmente con un paño desinfectante.
Otro paso clave es limpiar zócalos, molduras y marcos de puertas y cuadros. Aunque pasan desapercibidos, estos sectores acumulan polvo que opaca el aspecto general de las habitaciones y, al ser limpiados, aportan una sensación inmediata de orden y luminosidad.
Los espacios olvidados que marcan la diferencia
La limpieza de fin de año también debe incluir las rejillas de ventilación y los filtros del aire acondicionado, considerados los “pulmones” del hogar. Aspirarlos o lavarlos mejora la calidad del aire y aumenta la eficiencia de los equipos, reduciendo el consumo energético.
En la misma línea, los expertos aconsejan aspirar detrás de electrodomésticos grandes como la nevera o la lavadora, donde se concentran pelusas y polvo que pueden afectar su funcionamiento. Moverlos con cuidado y limpiar paredes y bobinas traseras puede alargar su vida útil.
El dormitorio merece un capítulo aparte. Aspirar el colchón ayuda a eliminar ácaros, piel muerta y residuos invisibles, mientras que lavar protectores y almohadas, además de la ropa de cama, permite empezar el año durmiendo en un entorno realmente higienizado.

Las cortinas y la tapicería del sofá también actúan como filtros naturales de polvo. Al lavarlas o aspirarlas se renueva el aire de la casa y se logra una sensación de frescura inmediata, algo especialmente valorado cuando se reciben visitas en fechas festivas.
Si bien la lista de tareas puede parecer extensa, la recomendación es distribuir el trabajo a lo largo de varios días. Por ejemplo, dedicar una jornada al dormitorio y otra a la cocina evita el agotamiento y facilita mantener la motivación hasta completar el proceso.
De esta manera, la limpieza de fin de año deja de ser una carga para convertirse en una oportunidad de cerrar el ciclo con un hogar más saludable y ordenado, reforzando la idea de que pequeños gestos diarios pueden traducirse en bienestar durante todo el año.