Alcalde De Blasio acepta cerrar la cárcel de Rikers Island
El plan que será presentado por un panel de la Ciudad tomará al menos 10 años
Han pasado 85 años desde que se inauguró la cárcel de Rikers Island, y luego de una intensa campaña presionando por la clausura de ese penal, que cuenta con casi 9,400 internos, finalmente la prisión tiene los años contados.
Así lo anunció este viernes el alcalde Bill de Blasio, luego de conocerse que tras más de un año de análisis, la comisión especial de 27 miembros promovida por el Concejo Municipal y liderada por el juez Jonathan Lippman, recomendará el cierre de la prisión y la construcción de varias cárceles más pequeñas en los cinco condados para albergar a una meta de 5,500 reos, a un costo de $10,600 millones.
Los nuevos centros carcelarios se sumarían a otros que existen actualmente en varios puntos de la ciudad y que tienen cupo para 2,400 internos.
“Vamos a cerrar la cárcel de Rikers Island. Va tomar muchos años, se necesitarán decisiones duras en el camino, pero se va a lograr”, aseguró el Alcalde, tras explicar que completar el cierre tardará por lo menos 10 años, hasta que el número de presos de ese penal se reduzca a unos 5,000. “Es la primera vez que nuestra ciudad tiene esta meta y es un paso histórico para acabar con la detención masiva”, dijo.
De Blasio mencionó que todavía no conoce los detalles del reporte de 97 páginas que elaboró la comisión especial, que será presentado este domingo, y advirtió que no sabe cuántas cárceles nuevas se construirán tras el cierre de Rikers y dónde quedarán ubicadas.
“Eso es un asunto del Concejo”, dijo el mandatario, tranquilizando a vecinos que no desean tener prisiones en sus barrios. “Mi visión es que entre menos cárceles (se hagan) mejor, pero no sé cuántas vamos a necesitar. Los residentes tienen que sentirse cómodos de que va a ser un tema serio y justamente debatido, de manera abierta”.
El mandatario aseguró que sería irresponsable de su parte cerrar Rikers de manera inmediata sin un plan específico y advirtió que no le importa lo que crean sus críticos que lo señalan de estar haciendo anuncios en favor de su reelección.
La presidenta del Concejo, Melissa Mark-Viverito, quien ha promovido una reforma intensa del sistema de justicia penal, con casi una veintena de nuevas leyes, comentó que ahora deberán analizar el proceso para desmantelar Rikers, pero recordó que más allá de planes para continuar con el patrón de reducción de la criminalidad y agilizar los procesos en las cortes, es necesario que haya una mirada diferente a los reclusos.
“Por muchos años Rikers fue sinónimo de violencia en el sistema y por mucho tiempo los neoyorquinos han tenido que pagar el precio”, dijo la líder política. “Todos los que hemos estado en esta batalla tenemos la obligación de ver a las personas encarceladas con humanidad”.
Plan bien recibido
Seymour W. James Jr., vocero de Legal Aid Society, recibió con beneplácito el anuncio del mandatario, que definió como una muestra de compromiso con la reforma del sistema de justicia penal.
“Rikers Island ha sido un largo azote para esta ciudad afectando a la justicia, perpetuando la reincidencia y destruyendo comunidades de color”, dijo.
Glenn E. Martin, presidente y fundador de Just Leadership USA y miembro del panel especial, aseguró que la decisión de De Blasio es un paso en la dirección correcta hacia la seguridad y la justicia, que lo pone del lado de la mayoría progresista que pedía el cierre de ese penal.
“Durante mucho tiempo los neoyorquinos, especialmente los pobres de color, han languidecido en este molino, donde los abusos contra los derechos humanos son rutinarios”, dijo el activista. “Como alguien que estuvo detenido tiempo en Rikers y que tiene un hermano sufriendo allí ahora, las noticias de hoy son especialmente significativas para mí. El alcalde De Blasio finalmente ha escuchado las demandas de la campaña CLOSErikers, y reconoció que el problema con Rikers es Rikers”.
Juan Cartagena, otro de los miembros del panel independiente, aseguró que espera que Rikers se clausure antes de 10 años y recordó que es necesario que se muevan otras fichas en el sistema judicial, pues el 80% de los reclusos de ese penal aún está a la espera de un juicio que determine su culpabilidad o inocencia.
“No hay ninguna duda que los edificios, la planta física, y el sistema actual que existe en tener una isla aislada de todo lo que existe y tan lejos de todo el mundo, promueve y permite el abuso de los derechos humanos y hace bien difícil a las familias llegar a ese punto”, dijo.
El Contralor Scott Stringer manifestó que Rikers es un símbolo de un manejo anticuado, por lo que aplaudió el anuncio de su clausura.
“Debemos ser una sociedad que da a la gente segundas oportunidades. Para hacer eso, Rikers debe cerrar y el Alcalde ha hecho lo correcto”, dijo Stringer. “Durante décadas, la sociedad construyó cárceles más grandes en lugar de mejores escuelas, mientras Estados Unidos intentaba ser duro con la delincuencia en lugar de ser inteligente con la delincuencia”.
Datos del plan:
- 10 años por lo menos tomará el cierre de Rikers Island.
- $10,600 millones costaría la construcción de nuevas prisiones.
- 5,000 y 5,500 serían los cupos de reclusos que deberían cubrir esas cárceles nuevas.
- 7,000 presos en Rikers es el número planeado por el Alcalde para empezar a construir las nuevas cárceles.
- Se espera que en 5 años se reduzca en 25% la población de Rikers y en 10 años, con su cierre, en 50%.