Fiscal General de NY introduce demanda para preservar DACA
La querella argumenta que el fin del beneficio migratorio viola los derechos del debido proceso, afecta a los residentes, instituciones y economías de los estados
“La inmigración es la fuente de vida del estado de Nueva York. La decisión de la Administración Trump de poner fin a DACA es cruel, inhumana y devastadora para los 42,000 neoyorquinos que han podido salir de las sombras y vivir una vida plena como resultado del programa”, dijo Schneiderman.
El Fiscal General agregó que estamos “llevando la Administración de Trump a los tribunales para proteger a los soñadores y a los empleadores de Nueva York que dependen de ellos. Está claro que la derogación de DACA del presidente Trump causaría un gran daño económico a Nueva York y que está impulsada por el sesgo anti-mexicano personal del presidente Trump. Los Fiscales Generales no han dudado en actuar para proteger a aquellos a quienes servimos”.
Entre los puntos de la querella se destaca que la decisión de Trump viola la cláusula de Igual Protección de la Constitución discriminando a los mexicanos, que representan el 78 por ciento de los beneficiarios. “Finalizando DACA, cuya mayoría de participantes es de origen mexicano, es la culminación de los declarados propósitos del presidente Trump, ya sea que lo crea personalmente, o haga declaraciones para apaciguar a una parte de sus seguidores, o una combinación de ambos, de castigar y menospreciar a México y a las personas con raíces mexicanas”.
Schneiderman encabezó la coalición de 16 fiscales generales que presentaron la demanda, y que incluye Massachusetts, Washington, Connecticut, Delaware, Hawaii, Illinois, Iowa, Nuevo México, Carolina del Norte, Oregon, Pennsylvania, Rhode Island, Vermont y Virginia.
Según el Centro para el Progreso Americano, el 97% de los beneficiarios de DACA están empleados o van a la escuela; pagan $140 millones anuales en impuestos estatales y locales en Nueva York, como ha detallado el Instituto de Política Tributaria y Económica. Perder DACA costaría a la economía de Nueva York más de $38,000 millones de dólares en la próxima década, según un estudio del Instituto Cato.