Trump pudo “darse un balazo en el pie” al aplicar veto migratorio a este país
La nueva "lista negra" del presidente incluye a una nación clave contra el terrorismo
BAMAKO – Chad es uno de los países más seguros y con menor actividad terrista en la región del grupo G5, además de que es un centro de operaciones clave para los soldados llamados “cascos azules” de las Naciones Unidas, por lo que su inclusión en el nuevo veto migratorio del presidente Donald Trump “causó sorpresa” y podría ser contraproducente.
El grupo de países G5 del Sahel, que engloba a Mauritania, Mali, Burkina, Níger y Chad para cuestiones de seguridad, expresó hoy su “sorpresa” por el decreto del presidente Donald Trump de imponer un veto migratorio a los ciudadanos de Chad, y pidió a Washington que lo reconsidere.
El pasado domingo, Trump amplió el veto migratorio (vigente sobre Siria, Irak, Libia, Somalia, Irán y Corea del Norte) a Venezuela y Chad, cuyos ciudadanos tendrán prácticamente prohibida la entrada en territorio estadounidense.
Anoche, el mandatario de Mali, Ibrahim Bubacar Keita, como presidente en ejercicio del G5, solicitó “la comprensión” de las autoridades estadounidenses ante el hecho de que Chad es “un socio clave en el dispositivo de lucha contra el terrorismo en el marco del G5 y más allá de él”.
La decisión estadounidense “podría afectar ahora al compromiso de Chad”, país del que destaca sus esfuerzos en la lucha contra el terrorismo y la criminalidad transfronteriza.
La petición de Bubacar Keita precisa que el grupo tiene el mayor interés en “preservar las excelentes relaciones de cooperación entre el G5 y Estados Unidos”.
La inclusión de Chad en la “lista negra” de Trump causó sorpresa, ya que el país se ha distinguido, por ejemplo, por su gran implicación en todas las operaciones de paz de la ONU en el continente africano, donde cuenta con miles de soldados como “cascos azules”.
Chad es además uno de los estados, junto con Níger, que sufre los embates de Boko Haram, grupo que hace incursiones desde sus bases en Nigeria, y es además uno de los países de la región más seguros y con menor actividad terrorista en un entorno muy volátil donde se multiplican los atentados de grupos yihadistas.