Reabren cines y restaurantes en Jersey ¿Y cuándo en Nueva York?
Hay negocios abiertos y otros sin permiso, separados por sólo una cuadra, en la frontera entre Queens y Nassau
Los cines de Nueva Jersey y otros lugares de actuación bajo techo pueden reabrir desde el próximo viernes con capacidad limitada, anunció ayer el gobernador Phil Murphy.
Se requerirán máscaras faciales y distanciamiento social, y la capacidad se limitará al 25% o 150 personas. Murphy también anunció medidas similares para el servicio en el interior de restaurantes, suspendido por la pandemia.
Los anuncios del gobernador Demócrata de inmediato voltearon las miradas hacia su vecino homólogo, Andrew Cuomo, mientras miles de negocios y trabajadores esperan órdenes semejantes en NYC, lo que además sería fundamental para reactivar el turismo y la recaudación fiscal.
Pero una vez más Cuomo y el alcalde Bill de Blasio dejaron las expectativas sin respuesta ayer, aunque el gobernador reconociera que ahora Nueva York queda en “desventaja competitiva” con Nueva Jersey.
“Entiendo que la gente puede atravesar el túnel, cruzar el puente George Washington e ir a un restaurante en Nueva Jersey, pero no pueden hacer eso en la ciudad de Nueva York”, dijo durante una conferencia de prensa virtual desde Albany.
Insistió en que el riesgo de una segunda ola de casos de coronavirus, combinado con la inminente temporada de gripe por la llegada del otoño, significaba que no cedería en NYC, a pesar de que los restaurantes en los cercanos Westchester y Long Island y el norte del estado han podido operar al 50% de su capacidad interior desde junio.
De hecho, se están dando casos tan absurdos como restaurantes abiertos y otros sin autorización para hacerlo, aunque están separados por apenas una cuadra, en la frontera entre Queens (NYC) y Nassau (Long Island). Por ello, el negocio “Il Bacco” presentó el viernes una demanda judicial, a la que otros plantean unirse.
“Quiero tanta actividad económica como sea posible. (Pero) También queremos asegurarnos de que la tasa de infección se mantenga bajo control. Esa es la tensión”, alegó Cuomo ayer.
Aproximadamente 1,300 de los 25 mil restaurantes y bares de la ciudad han cerrado de manera definitiva en medio de la crisis del COVID-19, según el Contralor de la ciudad Scott Stringer, y 160 mil de los 300 mil trabajadores de la industria están desempleados.
De Blasio predijo que nada cambiaría hasta que haya un “gran paso adelante” para detener el virus, posiblemente en forma de “una vacuna en la primavera que nos permitirá para volver a la normalidad”.
Mientras tanto, el director de presupuesto de Cuomo, Rob Mujica, reconoció que “no había una métrica específica” sobre lo que debía suceder para el regreso a la normalidad en la gastronomía.
Mujica dijo que los funcionarios estaban “tratando de elaborar pautas”, pero enfrentaron problemas porque los restaurantes y bares de la ciudad “tienen licencia juntos”.
Sin embargo, Andrew Rigie, de NYC Hospitality Alliance, rechazó la idea de que ambos tipos de negocios tuvieran que reabrir al mismo tiempo.
“Hay más de 25 mil establecimientos para comer y beber en la ciudad de Nueva York, y aproximadamente la mitad de ellos no tienen licencias de licor, porque no sirven alcohol”, dijo. “Entonces, si su preocupación es el alcohol, entonces abra inmediatamente los restaurantes que no tienen licencias de licor”.
Raymond Lau, gerente del Dim Sum Palace en el famoso “Restaurant Row” de Manhattan, opinó que “Sería increíble esperar por una vacuna”, como sugirió el alcalde.
“Con la llegada del invierno, es muy difícil cenar al aire libre. En este momento, estamos sobreviviendo, pero si posponen el comedor interior, podemos sobrevivir sólo tres o cuatro meses ”, predijo, citado por New York Post.