Estudio de la NYU advierte sobre consecuencias nocivas del uso prolongado de botox
El botox es usado como tratamiento médico para ciertos problemas musculares
El botox es comúnmente usado con fines estéticos, para tratar problemas de arrugas u otros problemas de belleza. Sin embargo, también es usado para tratar problemas médicos. Tal es el caso de los trastornos de los músculos temporomandibulares y las articulaciones (TMJD, por sus siglas en inglés).
Aunque a corto plazo y en dosis bajas el botox tiene efectos positivos para estos trastornos, un estudio reciente advierte sobre las consecuencias adversas de su uso prolongado. Aquí te contamos más sobre ello.
Qué son los trastornos de los músculos temporomandibulares
Se trata de un conjunto de estados de dolor que se presentan en la articulación de la mandíbula y entre los músculos que se encuentran adyacentes.
El tipo de dolor más común envuelve a los músculos que se encargan de masticar. Estos dolores pueden calmarse siguiendo una serie de tratamientos que van desde los ejercicios de mandíbula hasta el uso de aparatos.
Algunos realizan cambios en su dieta; otros procuran calmar el dolor consumiendo analgésicos, sin embargo, hay personas que no responden de forma correcta a los tratamientos conservadores.
El uso del botox para calmar el dolor
El botox no solo se usa en el campo de la belleza, sino que también ha contribuido para aliviar los dolores que causan estos trastornos.
Sin embargo, estudios recientes realizados por la Facultad de Odontología de la Universidad de Nueva York, encontraron hallazgos que han resultado en una preocupante alarma.
Y es que el uso prolongado del botox podría generar más problemas como debilitar la masa ósea en los huesos.
La toxina botulínica es un medicamento aprobado por la FDA, y ha sido aprobado para tratar ciertos problemas musculares. Los estudios para tratar los problemas o trastornos de debilidad en la mandíbula van en su 3º fase.
El resultado en humanos ha sido ambiguo. Sin embargo, en los estudios realizados con animales, las inyecciones realizadas en los músculos de la mandíbula han causado una pérdida ósea importante de esta zona.
Lo que se piensa es que los músculos no son usados para ejercer la suficiente fuerza para la remodelación ósea. Pero el botox también puede incidir directamente sobre el proceso de descomposición del tejido de los huesos
Lo que indican los estudios
El estudio realizado por la NYU incluía a 77 mujeres con problemas de TMJD. De esas 77, 35 recibieron inyecciones de botox, mientras que 44 no recibieron este tipo de tratamiento, aunque es posible que hayan usado otros alternos.
La densidad ósea de todas las participantes fue medida usando tomografías computarizadas especializadas. Se encontró que las mujeres que recibieron inyecciones de botox tenían similares niveles de densidad ósea que en aquellas que no recibieron dichas inyecciones.
Aunque las mujeres que recibieron inyecciones de botox recibieron dosis más pequeñas que en los ensayos clínicos, aquellas que recibieron una dosis más altas podrían desarrollar una probabilidad de tener su densidad ósea más baja.
Debido a los hallazgos encontrados en el estudio con animales, y los encontrados en los pocos estudios clínicos realizados, la doctora Karen Raphael, encargada del estudio y quien es profesora de la Facultad de Odontología de la NYU afirmó que se necesitan más estudios.
Dijo que es de vital importancia realizar más investigaciones sobre la seguridad del botox para el tratamiento de los músculos y huesos de la mandíbula.
Si bien es un tratamiento que podría tener beneficios para la salud, hay que tener en cuenta los riesgos que implica usar botox de forma indiscriminada para tratar estos problemas musculares.
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