La alternativa #1 para perder peso que aún no has probado, recomendada por expertos

Actualmente cada vez más estadounidenses están tratando de perder peso, si bien siempre ha sido un tema muy importante; hoy sabemos que es uno de los temas más relevantes de salud y bienestar. Según un estudio masivo realizado durante 18 años a 50,000 personas, el cual fue publicado en el 2019 por la revista JAMA: Diabetes and Endocrinology: el número de adultos mayores de 20 años, que se han embarcado en planes para perder peso aumentó al 42.2% en el 2016; en comparación con solo el 34.3% en 1999. Sin embargo lo que resulta más relevante del estudio fue que un número alarmante de esfuerzos simplemente no funcionaron en lo absoluto. 

Es un hecho que las estrategias para perder peso han evolucionado significativamente con el paso del tiempo, es por ello que elegir aquellas que tengan un sustento científico y que sean recomendadas por expertos en medicina son y serán el mejor camino siempre.

Lo cierto es que existe un innumerable porcentaje de estadounidenses que han optado por seguir un plan específico de pérdida de peso y que no han visto los resultados que deseaban, ya sea a través de alguna de las tendencias-dietas de moda, reduciendo la ingesta calórica o siguiendo la muy popular dieta cetogénica. Recientemente un grupo de médicos especialistas, señalan que existen un método menos específico, que recomiendan considerar antes de renunciar y perder la esperanza: ajustar la dieta para poner en orden la salud intestinal. 

Una buena salud intestinal se relaciona con absolutamente todo el funcionamiento del organismo, bien dicen que el intestino es el segundo cerebro y lo cierto es que todo lo que suceda a nivel digestivo interviene en la salud mental, física, emocional y por supuesto es determinante cuando se trata de perder peso. Para poner en perspectiva el tema, el cuerpo alberga aproximadamente 10 veces más de células bacterianas que células humanas y estas se acumulan en la piel, en las membranas mucosas, en la boca y en todo el sistema digestivo. Dichas bacterias realizan funciones protectoras, estructurales y metabólicas vitales, a tal grado que son las bacterias más importantes aquellas presentes en su intestino, ya que producen hormonas que pueden afectar el metabolismo, inmunidad y comportamiento.

La realidad es que durante años se ha relacionado a las bacterias del intestino, con el principal propósito de intervenir en la digestión de los alimentos, promover la mejor absorción de nutrientes y eliminar los desechos del cuerpo. Sin embargo el equilibrio de las bacterias del tracto digestivo, es un factor decisivo de salud y también en el peso corporal, en muchas ocasiones es la principal causa que impide llegar a un peso ideal y saludable. 

Según declaraciones de Florence Comite, MD, científica clínica y fundadora de Comite Center for Precision Medicine & Health en la ciudad de Nueva York, en la mayoría de las personas el microbioma no es saludable. Esto se relaciona con diversos aspectos relacionados con nuestro entorno y estilo de vida, lo que sucede es que el intestino es considerado el órgano más grande del cuerpo e interactúa abiertamente con los alimentos que consumimos, el aire que respiramos, los efectos nocivos de los procesados, los antibióticos y los malos hábitos. Derivado de esto las bacterias nocivas se adueñan del intestino y el peso corporal no es el único tema que sufre consecuencias, también se relaciona con el desarrollo de una condición conocida como síndrome del intestino permeable, una afección en la que las toxinas que provienen de las bacterias intestinales inflaman el tracto digestivo.

Todos estos factores hacen que el intestino se enoje y se crean microperforaciones que permiten que las sustancias tóxicas escapen de sus confines y se filtren al torrente sanguíneo. Está es una de las principales causas que deterioran la salud y promueve el sobrepeso y la obesidad, ya que se relacionan con el desarrollo de la inflamación crónica en todo el cuerpo, que también se asocia con alteraciones en el metabolismo.  Es por ello que lo más importante para recuperar la salud intestinal es realizar ajustes en la alimentación y evitar los peores alimentos que son todos aquellos que desaten la inflamación y de los cuales hablaremos a continuación. 

¿Qué medidas tomar?

Los enemigos principales son los alimentos procesados, sobre todo aquellos que se caractericen por sus altos niveles de azúcares refinados, ácidos grasos omega-6, exceso de sodio y aditivos químicos y grasas saturadas, todos pueden avivar el fuego de la inflamación y normalmente se relacionan con el aumento de peso y deterioros significativos en la inmunidad. 

Adicionalmente los especialistas en medicina y nutrición recomiendan los siguientes consejos para sanar la salud intestinal, activarla y restablecerla:

1. Aumenta la actividad física, un buen entrenamiento puede estimular diferentes cepas bacterianas que mejorarán la resistencia y lo ayudan a perder peso.
2. Controla los altos niveles de estrés, puede afectar la salud intestinal, ya que altera directamente el microbioma y aumenta la inflamación intestinal. Integra actividades que promuevan la relajación como la meditación, el yoga y caminatas en la naturaleza. 
3. Realiza cambios consistentes en la dieta, priorizando el consumo de los siguientes grupos de alimentos:

• Alimentos fermentados: La fermentación es un proceso que usa levadura y bacterias para conservar los alimentos. Integrar en la dieta diaria el consumo de alimentos fermentados como el yogur, el chucrut, los encurtidos, la masa madre y algunos quesos son excelentes fuentes de probióticos y se relacionan con el aumento de la población de bacterias benéficas en la flora intestinal.
• Plátanos: Son considerados una de las frutas más completas, saciantes y atractivas, de manera especial benefician la salud intestinal al ser buenas fuentes de un tipo de fibra prebiótica llamada inulina, que ayuda a que las bacterias buenas crezcan. Los especialistas recomiendan el consumo de dos plátanos al día para estimular las bacterias y reducir la hinchazón.
• Vegetales de hoja verde: Integrar verduras como la espinaca, col rizada, brócoli, coles de Bruselas, acelgas y lechugas, tienen un tipo específico de azúcar que estimula el crecimiento de bacterias saludables. A la vez son una extraordinaria fuente de fibra y nutrientes como vitamina C, vitamina K y vitamina A, son bajas en calorías y muy saciantes.
• Cereales integrales: La fibra es uno de los nutrientes más importantes para que el colon funcione adecuadamente, el organismo requiere al menos 25 gramos de fibra diaria. Los granos integrales proporcionan mucha fibra, son naturales, libres de procesamientos y benefician la digestión y promueven el buen tránsito intestinal. 
• Polifenoles: Estas sustancias son poderosos químicos antioxidantes que se encuentran en los alimentos de origen vegetal, integrarlos en la dieta es una de las medidas principales para mejorar la salud intestinal. Se encuentran de manera natural en alimentos como tés, soja, chiles, semillas de sésamo y muchos otros, tienen la peculiaridad de ser alimentos prebióticos y gracias a ello promueven el equilibrio microbiano del intestino.