Bajar de peso sin dejar de comer: 5 consejos para comer pizza y no romper la dieta
Disfruta de la pizza sin culpa ya sea que la hagas en casa o la ordenes en restaurante
La pizza es una de las comidas favoritas del mundo. Tiene los elementos que la hacen deliciosa e irresistible. Los humanos nos sentimos atraídos por los alimentos que son grasos, dulces, ricos y complejos, y la pizza reúne estas características, explica The Conversation.
La pizza tiene glutamato de manera natural, en la salsa de tomate y el queso. Cuando el glutamato golpea nuestra lengua, le dice a nuestro cerebro que se excite y que anhele más.
Es difícil no caer en la tentación de la pizza. Puedes disfrutar de ella aun cuando buscas cuidar tu peso. Lo mejor es prepararla en casa, así tienes un mejor control de los ingredientes, incluso ya puedes encontrar masas prefabricadas que hacen todo mucho más sencillo. Pero también hay recomendaciones que puedes seguir si deseas ordenarla.
1. Elige una corteza saludable
Ahora tienes muchas opciones para la corteza de tu pizza, ya sea que decidas hacerla desde cero o que adquieras la masa preparada. Además de la base tradicional o de harina integral, también hay de coliflor, calabacín o garbanzos, con este último ingrediente tendrás un plato que te aporte más fibra y proteínas.
También puedes encontrar en algunos restaurantes pizza de masa integral, de no ser así, elige pizza de masa fina.
2. Hazla saciante con vegetales
Entre más vegetales tenga más saciante será cada rebanada. Te proporcionan nutrientes y fibra. Las pizzas de verduras tienden a tener menos calorías y menos grasa.
Si estas en casa, agrega todas las verduras que desees. Los champiñones son excelente opción, enriquecen el sabor umami; también puedes agregar col rizada, espinacas, berros, brócoli, berenjena, calabacín, cebollas o pimientos.
Si estas en un restaurante, la pizza funghi es una de las pizzas italianas más ligeras. Tradicionalmente se cubre con salsa de tomate, queso mozzarella, champiñones, aceite y perejil.
3. Prepara la salsa
La mayoría de las salsas para pizza tienen una carga de azúcares agregados para compensar la acidez de los tomates. Si ni encuentras una opción saludable en el supermercado, puedes hacerla en casa, es rápido y sencillo.
4. No llenes tu pizza de queso
Cuando preparas la pizza en casa puedes optar por quesos menos grasosos como el queso feta, ricotta o de cabra.
En un restaurante evita el “extra” o “doble” queso. Incluso, es probable que puedas optar por una media porción. Esto te ahorraría grasas saturadas, sodio y calorías adicionales.
5. Cuidado con los aderezos
No bañes tu rebanada de pizza de aderezo, muchas de estas salsas están cargadas de sodio, azúcar y grasas.
Si quieres ahorrar grasa y calorías, procura no ordenar salchichas ni pepperoni. Si tienes antojo de carne, elige pollo o jamón magro.
Opta por pizzas medianas en lugar de grandes o corta rebanadas más pequeñas. Usa un plato en lugar de comer directamente de la caja, de alguna manera engañas al cerebro para que piense que estás comiendo más.
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