Cómo masajear tu rostro para mejorar su contorno y evitar la piel flácida
Ejercer presión sobre puntos específicos del rostro pudiera fomentar la circulación de la sangre en ese lugar
El masaje facial es una manera de aliviar la tensión en nuestro rostro, volverlo más brillante y mejorar su contorno, como explica Stylist. Es una práctica relativamente olvidada, pero bastante beneficiosa cuando se recurre a ella.
Sin embargo, el masaje facial solo nos será de utilidad si sabemos realizar los movimientos adecuados sobre nuestro rostro. A continuación, se indican cuáles son estos dependiendo del efecto que queramos conseguir.
Técnicas para el masaje facial
Hay cuatro acciones básicas en el repertorio facial que generan cambios importantes en la composición de tu rostro con el paso del tiempo. Estas son el alisado, pellizcado, masaje y presión.
En términos generales, el masaje admite productos para el cuidado de la piel, pero eso depende de tus necesidades y de tus ganas al momento de realizarlo. Eso sí, intenta que sean los más adecuados de acuerdo a lo que necesitas y tu tipo de piel.
Alisar para levantar el rostro
Las maniobras suaves y profundas pueden ayudar a reafirmar y alisar el rostro. Es importante que te asegures de que ellas no generan un desplazamiento muy brusco de tejido, porque eso puede ser perjudicial para los resultados.
Realiza el alisado en dirección hacia la musculatura y de manera ascendente de manera que combatas directamente contra el efecto de gravedad y la piel esté menos caída.
Pellizcar para tener una piel más densa
El pellizcado de la piel genera una estimulación sobre la circulación sanguínea que fomenta el transporte de oxígeno y nutrientes a la piel, lo que permite la redensificación de la misma. Esto contribuye al alisado de las arrugas, el incremento de la tersura y la reafirmación de la piel.
El pellizcado no debe realizarse en una misma zona por un periodo prolongado de tiempo, ni debe realizarse con mucha fuerza porque eso podría dejar alguna marca, lo que no es conveniente para nosotros.
Masajear para afinar las redondeces
Puedes afinar las redondeces con masajes ascendentes y en dirección hacia la musculatura. Es importante que uses los nudillos en zonas como el doble mentón o la mandíbula para así eliminar los cúmulos de grasa.
No olvides tampoco de usar el dedo índice y el corazón sobre los pómulos a modo de que queden más redondos.
Presionar para relajar los gestos
Se trata de presionar adecuadamente y no sin sentido. Aplica presión en zonas como sienes, lagrimal, pómulos o la zona de la mandíbula. El objetivo es fomentar el flujo sanguíneo y, consecuentemente, una mayor relajación del rostro a través de la presión.
Ejerce presión en un punto específico y no realices desplazamientos por un periodo de cuatro segundos para después soltar y volver a presionar. Se recomienda realizar el mismo proceso en cada zona unas 4 veces al día.
Con el tiempo aprenderás a hacer mejor los movimientos que componen el masaje facial, lo que repercutirá de manera positiva en los resultados que consigas de este. Solo necesitas un poco de práctica y algo de paciencia durante el proceso.
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