Descubre la razón por la que la nueva película de Guillermo del Toro es tan atractiva visualmente
El film "El Callejón de las Almas Perdidas". protagonizado por Bradley Cooper y Cate Blanchett, está ambientado en la Segunda Guerra Mundial
Guillermo del Toro es un cineasta mexicano ganador del Oscar Crédito: Kevin Winter | Getty Images
El cineasta mexicano ganador del Oscar, Guillermo del Toro, regresa a la gran pantalla con el thriller psicológico “Nightmare Alley” (“El Callejón de las Almas Perdidas”), que estrenó este fin de semana.
Además del nombre del reconocido director y de su elenco encabezado por Bradley Cooper y Cate Blanchett, esta película llama la atención a nivel visual por el diseño de interiores y producción.
“El Callejón de las Almas Perdidas” se sitúa en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, donde vive un lector de mentes (Bradley Cooper) que conoce a una psicóloga (Cate Blanchett) que lo ayuda y atrapa.
Para situar al espectador en la época y, además, darle la oscuridad que del Toro requería fue necesario buscar muchos elementos originales de la época y diseñar exhaustivamente cada set de grabación. Algunos medios de comunicación relacionan el resultado final con una pintura del artista Edward Hopper.
Lo visual era bastante importante en este proyecto del cineasta mexicano pues la historia, basada en la novela de William Lindsay y Gresham, es contada a través del género “film noir”.
Del Toro contó a EFE que: “Es un género cinematográfico visualmente espectacular. Está, por un lado, emparentado con el cine de horror por el expresionismo alemán pero, por otro lado, exige superficies lujosas y una ambientación delicadísima y detalladísima”.
Entre los elementos utilizados para la filmación se encuentran varios muebles estilo Art Deco. La diseñadora de producción le contó al medio especializado Architectural Digest que en la película solo se usaron imágenes de computadora (CGI) para agregar nieve y para algunas balas voladoras.
De resto toda la película cuenta con elementos reales con los que los actores tuvieron contacto en todo momento.
Toda la segunda parte de la película se sitúa en oficinas de 1930 en Buffalo, Nueva York. Para grabar esto utilizaron un estudio de grabación en Buffalo, un restaurante en Toronto llamado The Carlu y la Planta de Tratamiento RC Harris.
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