Sentencia de cárcel en EE.UU. contra hondureño de la MS-13 que fue deportado en dos ocasiones; convicto secuestró a menor de escuela para obligarlo a ingresar a la pandilla
Franklin Pineda-Caceras, alias “Bomba”, había sido inicialmente acusado en julio de 2019 por violar leyes migratorias, luego de haber sido deportado
Un presunto miembro de la MS-13 arrestado en El Salvador. Crédito: MARVIN RECINOS | AFP / Getty Images
Un hondureño, pandillero de la MS-13, que había sido deportado dos veces a ese país y regresó a Estados Unidos fue sentenciado a 7.5 años de prisión federal por crímenes relacionados con tráfico de drogas y armas.
La Oficina del Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Medio de Tennessee informó que Franklin Pineda-Caceras, alias “Bomba”, había sido inicialmente acusado en julio de 2019 por violar leyes migratorias, luego de haber sido deportado.
Posteriormente, el hombre de 22 años se declaró culpable de reingresar ilegalmente al país, cargar con municiones y armas, una con número de serie borrado; además de posesión de marihuana y cocaína con intención de distribuir.
Pineda-Caceras fue juzgado en un juicio por un cargo de posesión de un arma para fomentar un crimen relacionado con narcotráfico. Fue hallado culpable por un jurado federal el 9 de febrero de 2022.
Según documentos judiciales del caso, el hispano ingresó ilegalmente a EE.UU. en enero del 2014 y fue deportado en junio de 2016. Tras la expulsión, el indocumentado regresó al país, y oficiales lo arrestaron en octubre de 2017 en una vivienda de Nashville. En ese momento, los agentes le incautaron balanzas digitales, 41 gramos de cocaína, más de 44 gramos de marihuana, varias pistolas, un rifle de asalto y un arsenal de municiones. Nuevamente, el hombre fue deportado en mayo de 2018.
En enero de 2019, unos siete meses después de su segunda deportación, Pineda-Caceras regresó a EE.UU. y secuestró a una estudiante de una secundaria y lo golpeó luego de que este se negara a formar parte de la pandilla Mara Salvatrucha.
Las autoridades intentaron arrestar al joven en julio de 2019 en relación con este crimen. Sin embargo, logró huir de los oficiales.
Dos meses después, el hondureño tuvo un accidente de tránsito y resultó heridos. Agentes que acudieron a la escena determinaron que estaba involucrado en el trasiego de drogas debido a material incautado en la escena, incluyendo cocaína.
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