Cómo la mayoría de empresas en EE.UU. afectan a los consumidores para no absorber los costos de la inflación
Una encuesta de JPMorgan Chase muestra que la mayoría de las pequeñas y medianas empresas en EE.UU. están transfiriendo por lo menos una parte de los costos de inflación a los consumidores y sus compradores
JPMorgan Chase acaba de publicar un reporte sobre “Perspectivas de los Directivos Empresariales para 2023”, en el que muestra que la mayoría de las empresas consultadas están transfiriendo por lo menos una parte de los costos de inflación a los consumidores y sus clientes.
La encuesta se realizó a 1,799 directivos de empresas pequeñas (con ingresos anuales entre $100,000 y $20 millones de dólares) y medianas (con ingresos anuales entre $20 y $500 millones de dólares) de diversos sectores de Estados Unidos.
Según el informe, la mayoría de los líderes de las pequeñas y medianas empresas de EE.UU. considera que habrá una recesión en 2023. En total, el 65% de las empresas medianas y el 61% de las pequeñas esperan una recesión para el año próximo.
Las mayores expectativas de recesión se producen cuando las empresas de todo el país continúan combatiendo la inflación. Casi todas las medianas empresas (91%) están experimentando desafíos inflacionarios, mientras que el 45% de las pequeñas empresas consideran que la inflación es el principal desafío para el año que viene.
La inflación ha obligado a las pequeñas y medianas empresas a reevaluar sus métodos de fijación de precios, aprovisionamiento de materiales y gestión de las operaciones y ha tenido repercusiones generalizadas, como transferir los costos a los consumidores.
“El 83% de las medianas empresas han transferido por lo menos una parte del aumento de los costos a los consumidores y compradores, mientras que el 68% de las pequeñas empresas han subido los precios de algunos o todos los productos y servicios”, señala el informe.
JPMorgan indica que el 94% de las pequeñas empresas afirman que la inflación ha afectado los gastos y el 38% señala que los gastos han aumentado un 11% o más. Los principales factores de costos, tanto para las pequeñas como para las medianas empresas, son los salarios y beneficios para contratar y retener a los empleados, el transporte y otros gastos relacionados con la cadena de suministro, en particular los costos de las materias primas.
La mala noticia es que los aumentos no se detendrán en 2023, pues según el informe, el 82% de las medianas empresas probablemente seguirán aumentando los precios para mitigar los costos, mientras que la mayoría de las pequeñas empresas esperan que el aumento de los costos de mano de obra, alquileres, envíos y materiales lleguen para quedarse.
“La inflación ha sido un viento en contra que perjudicó a las empresas de todos los tamaños y sectores”, afirma Ginger Chambless, directora de investigación de JPMorgan Chase Commercial Banking. “Si bien hemos visto algunos signos alentadores de que la inflación ha comenzado a moderarse y debería enfriarse a lo largo de 2023, es posible que las empresas todavía tengan que evaluar la posibilidad de reajustar las estrategias, los precios o las combinaciones de productos para ayudar a capear la tormenta en el corto plazo”.
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