NY repotencia apoyo a estudiantes ‘trans’ y de género expansivo en planteles: Una materia complicada para familias hispanas
En contracorriente de la aprobación de una secuencia de leyes anti LGBTQ en todo el país, una nueva guía del Departamento de Educación del Estado de Nueva York exige a docentes medidas más proactivas para que alumnos trans y no binarios se sientan más seguros
El Departamento de Educación del Estado de Nueva York (NYSED) publicó esta semana una guía para reforzar que las escuelas públicas sean un entorno educativo “seguro y afirmativo” para los estudiantes transgénero y de género expansivo (TGE).
En general, se trata de un documento de varias páginas, en donde se hacen actualizaciones legales para que la comunidad escolar, principalmente los docentes, puedan abordar mejor los casos de acoso, la discriminación y la privacidad de este grupo de estudiantes.
Además, ofrece consejos de cómo apoyar a los estudiantes que están “saliendo del clóset” o que quieren hacer la transición hacia el sexo contrario. Y normas de respeto en las actividades escolares por el nombre elegido.
“Nuestro único objetivo es aportar herramientas para su bienestar y salud socioemocional, para que logren tener éxito académico”, destacó Betty A. Rosa, comisionada de NYSED.
Esta guía renovada y actualizada, surge justamente cuando en quince estados del país han prohibido a los estudiantes trans jugar en equipos deportivos. También cuando en Alabama se aprobó una legislación que considera un delito grave la atención de afirmación de género en menores de edad.
A la par, se han presentado proyectos de ley similares ante 18 legislaturas estatales en todo el país.
Ya antes en Florida, el proyecto de ley HB 1557, conocido como “No Digas Gay”, prohibió a los distritos escolares incluir temas sobre la orientación sexual o la identidad de género en los niveles de grado primario, o de una manera que ”no sea apropiada para la edad o el desarrollo de estudiantes”.
Mientras todo esto sucede, en Nueva York se divulgaron una serie de normas repotenciadas para los distritos escolares, que ya estaban vigentes desde 2015, para que los planteles tomen medidas más proactivas para crear una cultura en la que los estudiantes TGE, no binarios e intersexuales se sientan seguros.
Lo que deben saber los maestros
El documento de 42 páginas incluye la terminología correcta que se debe usar para la identidad de género, según sea el caso.
En este caso, se definen 26 palabras que las escuelas deben saber en relación con los estudiantes LGBTQ, como la “confusión de género”.
De igual forma, se suma a este listado el término ‘género expansivo’, definido como una persona con una gama más amplia y flexible de identidad y/o expresión de género de lo que típicamente se asocia con el sistema de género binario (hombre-mujer).
El informe abunda en información sobre los derechos de privacidad de los estudiantes, incluso en relación con sus padres y representantes.
El documento titulado “Creación de un entorno escolar seguro y reafirmante para estudiantes transgénero y de género expansivo”, sostiene que la identidad de género de un alumno “debe basarse en su propia afirmación”.
Se insta claramente a los administradores escolares a mantener la privacidad de dicha información a las familias, si lo consideran necesario. Más aún, si ha sido requerido por el estudiante.
“La aceptación por parte del personal de la escuela de la identidad de género afirmada de un estudiante, no debe requerir más que una declaración del propio joven expresando su preferencia. Las escuelas no necesitan solicitar permiso, cartas de profesionales u otra prueba de identidad de género”, destaca la guía.
Asimismo, se subraya que cada alumno está a cargo de su transición de género y el papel de la escuela “es brindar apoyo”.
El nuevo documento también recuerda a los docentes las leyes vigentes de Nueva York que prohíben la discriminación contra los estudiantes, en función de su género.
Un mensajo claro de NY
Por su parte, Allie Bohm, asesora de políticas de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York recordó que si bien las leyes estatales han prohibido durante mucho tiempo la discriminación y el acoso en el sistema escolar, esta nueva guía ofrece un marco más claro, para apoyar a los estudiantes trasngénero y de género expansivo.
“A medida que aumentan los ataques contra estos jóvenes y niños en todo el país, aplaudimos a las autoridades de Nueva York por enviar un mensaje claro de que las escuelas deben ser espacios seguros para todos”, razonó Bohn.
La nueva guía también deja claro, a través de una serie de datos y encuestas, cómo los estudiantes dentro del colectivo LGBTIQ+, que se sienten discriminados obtuvieron peores calificaciones.
Este grupo de alumnos, también tiene tres veces más posibilidades de abandonar o faltar a la escuela.
Hablan docentes: “Es muy complicado”
En los distritos escolares de la Gran Manzana, definidos por la diversidad étnica y religiosa, en la opinión de docentes consultados por El Diario resulta “desafiante y complicado” seguir al “pie de la letra” este tipo de lineamientos.
“En el caso de las comunidades hispanas, tan influidas por la iglesias cristianas, y que tienen como fundamento de vida que Dios hizo hombre y mujer, es muy complicado abordar que un estudiante de secundaria, con 13 o 14 años, te diga que se siente atrapado en un cuerpo que no es el suyo”, comparte un docente puertorriqueño, quien prefirió mantener en reserva su nombre.
El educador, con 15 años impartiendo clases de música en una escuela de Harlem, asegura que un joven ‘trans’ o no binario de una familia inmigrante e hispana de hoy, no tiene problemas de discriminación en las escuelas, sino es sus propias casas.
“El gran tema no son las burlas en las escuelas. Yo siento que hoy, en 2023, es muy poco probable que otros compañeros se burlen de otro por ser lo que sea. Los jóvenes ya piensan distinto. El problema que hemos observado, es que cuando vienen de países latinoamericanos tan machistas, es muy difícil, así uno quiera, apoyarlos”.
El maestro isleño cuenta que en los últimos cinco años, ha sido testigo de casos de un par de estudiantes, que no volvieron al aula simplemente porque se tuvieron que ir de sus casas, cuando compartieron con sus padres que querían iniciar una transición de género. O simplemente, porque eran gays.
“A la mayoría de las familias hispanas le cuesta todavía aceptar a un hijo gay. Vamos a entonces a imaginarnos entonces qué pasa, cuando un joven dice que es trans o no binario”, refirió.
El tema de la familia hispana
Otra docente de origen dominicano de una escuela secundaria de Washington Heights, interpreta que existe un clima legal y normativo en la ciudad de “no discriminación”. Pero eso “nunca será suficiente” para romper las poderosas barreras culturales y religiosas.
La quisqueyana destaca que ha tenido que lidiar con situaciones muy complicadas, que no tienen nada que ver con el trato entre los niños en el aula. Lo complicado ha sido cómo algunos padres latinos se acercan a la escuela quejándose porque sus hijos tienen algunos compañeros, los cuales consideran que no son una “buena influencia”.
“Es muy doloroso cuando tienes que escuchar a un padre que viene a la escuela a formar un escándalo porque no quiere que su hijo se acerque a otro joven, porque se enteró que se percibe como no binario o trans. Por eso, es que muchas veces los docentes no sabemos cómo actuar. En ninguna guía hay un método para enfrentar la homofobia o transfobia de las familias hispanas”, opinó la educadora con cinco años en el sistema escolar público de la Gran Manzana.
En este sentido, el puertorriqueño Gustavo Morales que está al frente del programa “El amor hace la familia” del Centro de bienestar Oasis Latino en Manhattan, el cual desde 2019 ayuda a grupos hispanos a transitar el camino de la aceptación a personas LGBTQ, reafirma que sigue siendo un largo camino por recorrer, enfrentar los estigmas y los miedos de sistemas familiares marcados por una cultura sostenida en ciertos valores religiosos.
“Pero por otro lado, seguimos escuchando testimonios de familias, que no siempre reciben un respaldo adecuado de parte de las comunidades escolares, especialmente en lo vinculado en los registros de jóvenes no binarios y sus nombres preferidos. Muchas veces los maestros prefieren no interferir. Hay como un silencio”, destaca Morales.
El activista interpreta que la gran ventaja de Nueva York, es que los educadores tienen la libertad de actuar de manera asertiva con los recursos existentes, porque nunca serán penalizados por su apoyo y acompañamiento a los jóvenes en cualquiera de sus opciones de identidad sexual o expresión de género.
Alta discriminación, bajas notas
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Clima Escolar de 2021 realizada por Gay, Lesbian, Straight, Education Network (GLSEN), la red nacional líder organización educativa enfocada en garantizar escuelas seguras para todos estudiantes, destaca que:
- 22,295 estudiantes fueron encuestados entre 13 y 21 años.
- 68% se sentía inseguro debido a su orientación sexual, identidad de género o expresión de género por sentirse no bienvenidos a ciertas actividades o por el ser el centro de burlas.
- 50% de todos los estudiantes LGBTQ+ de color experimentaron además rechazo por motivos de raza.
- 1/4 de todos los estudiantes de color LGBTQ+ experimentaron ataques además basados en su raza, a diferencia de los blancos que tuvieron menos probabilidades que todos los demás grupos de experimentar situaciones de burlas o rechazo.
- 32.2% de los estudiantes LGBTQ+ perdieron al menos un día completo de clases en el último mes porque se sentían inseguros o incómodos
- 16,2 % informaron haber cambiado de escuela alguna vez por sentirse inseguros o incómodo en la escuela.
- 71,6 % de los estudiantes LGBTQ+ informaron que sus clases no incluían ningún tema LGBTQ+
- en la clase.
- 56% de los estudiantes encuestados de Nueva York, en un survey de 2019, informó haber sido víctima de alguna forma de discriminación en las escuelas.
- 47% experimentó el riesgo de consumo de drogas, ansiedad, consumo de alcohol y baja autoestima en comparación con sus compañeros.
- 3 veces más posibilidad de abandonar la escuela o no seguir sus estudios postsecundaria tienen los estudiantes que se identifican como ‘trans’ o no binario.