Adolescente latino mató a una mujer para cumplir rito de pandilla: se declaró culpable en Nueva York
Un adolescente hispano se declaró culpable de balear fatalmente a una mujer que había sido testigo federal para cumplir con un rito de iniciación en una pandilla en Brooklyn (NYC)
Joe Santana se declaró culpable de matar a Shatavia Walls para cumplir un rito de inicición de pandilla en Brooklyn (NYC) en el verano de 2020.
Walls ere en ese momento una testigo federal y Santana era un adolescente de 16 años. El crimen sucedió el 7 de julio de 2020 afuera de Pink Houses, un complejo de viviendas públicas NYCHA en East New York plagado de rivalidades y divisiones de pandillas, describió Daily News.
La víctima de 33 años había testificado en el otoño de 2017 luego de recibir dos disparos de un miembro de “Loopy Gang”, identificado como Shakeem Boykins. Los pandilleros nunca lo olvidaron, llamándola “soplona” e incluso colocando volantes etiquetándola como “rata”.
Santana está preso desde 2021 y siendo procesado como un adulto. El lunes admitió en el Tribunal Federal de Brooklyn que le disparó a Walls para poder unirse a “Ninedee Gang”, una filial de “Loopy Gang”. Según las pautas federales de sentencia, podría recibir entre 24 y 30 años de prisión. Está previsto que el otro presunto pistolero, Quintin Green, vaya a juicio en mayo.
Walls creció en el Edificio 10 de Pink Houses, que está alineado con “Ninedee Gang”, y se casó con Kevin St. Hill, un miembro reputado de la pandilla rival “Mac Baller Brims”.
Santana, apodado “Baby Joe”, vivía en Queens, pero tenía familia en Pink Houses y pasaba el rato allí a menudo, dijeron fuentes policiales.
Walls comenzó a cooperar con los federales después de que ella y su esposo fueran acusados en un caso de tráfico de drogas en 2018.
Sólo tres días antes de ser baleada fatalmente, Walls se peleó por el ruido de los fuegos artificiales del 4 de julio de 2020 con dos miembros de “Ninedee Gang”, Maliek Miller y Chayanne Fernandez. Miller la llamó “soplona”, disparó un tiro al aire y se fue, según los fiscales federales.
El 7 de julio, en una nueva discusión por los fuegos artificiales ilegales que se habían hecho comunes durante la pandemia causando incidentes por toda la ciudad, Walls fue baleada. Estuvo hospitalizada diez días, hasta morir.
Días antes el entonces presidente del condado de Brooklyn, Eric Adams, actual alcalde de NYC, había pedido a los neoyorquinos resolver esas disputas de vecino a vecino en lugar de llamar al 311 ó 911. Según la madre de Walls, Helen Testagros, su hija había seguido ese consejo, pero terminó muerta.