Asesinatos de mujeres en manos de su pareja se dispara casi en un 30% en vecindarios más pobres de la Gran Manzana

El pasado mes de noviembre saltó a los titulares de la Gran Manzana cómo el dominicano Luis Collado, de 52 años, fue acusado de asesinar a su esposa Rosa Acevedo y su hijastro en Brooklyn. Meses antes, Edison López, un conserje de 41 años, de origen venezolano, apuñaló a su esposa y a sus dos hijos pequeños, antes de suicidarse en Manhattan.

Todavía está fresca en la memoria de los compañeros de trabajo de la estilista quisqueyana, Carmen Iris Rodríguez Santiago, cuando su pareja enloquecida la cayó a puñaladas dentro de su mismo lugar de trabajo, en una peluquería en Queens, en el verano de 2019. Y así..siguen apareciendo sin cesar, historias de parejas de la ciudad de Nueva York, que terminaron en tragedia, sangre y violencia.

Específicamente, la categoría de delitos denominados como ‘Asesinato por Violencia de Pareja’ (IPV), crece sin pausas en los renglones estadísticos del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) Más comúnmente se les llama en el argot popular: “crímenes pasionales”.

De acuerdo con el último informe del Comité de Revisión de Muertes por Violencia Doméstica de NYC, estos crímenes aumentaron en un asombroso 29.2%, en el período de un año entre 2021 y 2022. 

Esto significa, el segundo aumento más grande en las tasas de mortalidad por parejas íntimas en la ciudad de Nueva York en una década. También se deriva de estas cifras, que las situaciones de violencia doméstica representaron casi el 20% de todas las fatalidades en la Gran Manzana en este periodo tiempo.

La gran proporción de este tipo de fatalidades sangrientas se ubican en vecindarios hispanos de Manhattan y comunidades de color de El Bronx, Brooklyn y Queens, definidas por los altos niveles de desempleo y pobreza.

Mujeres de color...en números rojos

Ese aumento en los asesinatos relacionados con la violencia doméstica, se produce incluso cuando el número de homicidios, se mantuvo relativamente estable entre los dos años, y el alcalde Eric Adams ha puesto las luces en que el número de muertes violentas se redujeron en los últimos doce meses.

La verdad es que en este renglón específico, siguen subiendo los números rojos.

Entre 2010 y 2022, hubo 793 homicidios de parejas íntimas, lo que representa el 16.7% de todos los asesinatos durante ese período: 854 de un total de 5,125.

Este informe abarca las relaciones entre las personas que están o estuvieron casadas, divorciadas, son novios o tienen un hijo en común.

En este sentido, las mujeres hispanas representaron el 27.3% de este tipo de homicidios, pero sólo el 14.6% de la población de la ciudad.

Por su parte, la población femenina negra se vio de manera desproporcionada más afectada por este tipo de violencia sangrienta: representaron el 31.2% de todos los asesinatos, mientras que solo significan el 13% de la población de la ciudad.

Aparte del origen étnico, el informe detalla el número asimétrico de víctimas en ciertos distritos.

En Brooklyn, los homicidios de parejas íntimas aumentaron en un 225% y El Bronx también experimentó un aumento del 57% durante el mismo período.

La lectura de Cecile Noel, comisionada de la Oficina del Alcalde para Erradicar la Violencia Doméstica (ENDGBV) es que sigue siendo evidente la herida que deja la violencia doméstica en las mujeres de minorías.

“La carga desproporcionada de los homicidios domésticos y de parejas íntimas sobre las mujeres de color, está inexorablemente ligada a políticas que refuerzan los prejuicios, la discriminación o el antagonismo dirigido contra grupos minoritarios o marginados por motivos de raza, etnia, sexo, estatus migratorio, o estatus social o económico”, interpretó.

Sentencia de muerte

Los estudios coinciden en que casi siempre la “sentencia de muerte” de las mujeres se empieza a escribir cuando empiezan a ser agobiadas por celos, problemas de salud mental no detectados, abuso de sustancias, presiones económicas y dependencia financiera.

A juicio de varios activistas y líderes de organizaciones que ofrecen alivios a los sobrevivientes, la curva ascendente y peligrosa de estos crímenes, se cruza con la reducción de fondos municipales para la prevención.     

A la par de estos registros oficiales, Urban Resource Institute (URI),  publicó recientemente un reporte con propuestas, para poner fin a este ciclo de violencia, perfilando que organizaciones que dan soporte a los sobrevivientes, han sido objeto de grandes recortes presupuestarios en los últimos meses.

Se pondera que históricamente, cuando se han tenido que tomar decisiones presupuestarias difíciles en la Ciudad de Nueva York, los programas que apoyan a los sobrevivientes, sus familias y las personas sin hogar, se encuentran entre las primeras en ser eliminadas.

El año pasado, organizaciones como URI, que ofrecen soporte contra la violencia doméstica quedaron tambaleándose tras los anunciados tijeretazos presupuestarios, que incluía de forma genérica una reducción del 2.5% para varias agencias.

Actualmente este sector se enfrenta a una ronda de recortes que se irán implementando progresivamente con el tiempo. 

“No hay más por cortar. La consecuencia de una o dos rondas más de recortes sería desastroso y amenazaría la prestación de servicios. Se puede ver claramente el impacto de la desinversión histórica en los servicios a las víctimas”, delinea el documento de URI.

En conclusión, cuestionan fuertemente que en lugar de medir el costo de otra ronda de recortes en dólares ahorrados, deberían medir el número de vidas perdidas o desplazadas. 

Redoblemos la prevención

Durante más de 40 años, URI ha trabajado para romper los ciclos de violencia de género y falta de vivienda. Actualmente facilita refugio a más de 2,900 personas cada noche y ofrece atención centrada en el cliente y basada en el trauma a más de 40,000 personas al año, que enfrentan violencia doméstica y se encuentran en situación de desamparo.

“Cada una de las vidas perdidas, cada futuro que se descarrila, es una tragedia producto del fracaso de una política. Toda muerte con toda seguridad, se pudo haber prevenido”, comentó en las conclusiones de este reporte Nathaniel Fields, director ejecutivo en URI.

La educación y las campañas de prevención en las comunidades de color, podría ser una salida para aminorar esta tendencia criminal. 

“Nueva York debe implementar una campaña de concientización pública, con un enfoque en las comunidades de color, diseñada para capacitar a los miembros de la comunidad para identificar los signos de abuso y dónde pueden acudir para obtener ayuda”, compartió Field en un comunicado a medios locales.

Escudo para las víctimas

En contraposición, fuentes municipales remarcan que de manera sostenida han surgido estrategias efectivas para poner un escudo a las víctimas.

“Están funcionando varias iniciativas para reducir los obstáculos y discriminación para mejorar el acceso a los recursos y abordar el impacto desproporcionado de violencia de pareja en las comunidades de color“, defienden portavoces de Oficina del Alcalde para Erradicar la Violencia Doméstica.

Citan por ejemplo como punta de lanza, la expansión del programa Hogar + (HOME +) un programa que brinda recursos de seguridad gratuitos y confidenciales a sobrevivientes de violencia doméstica y de género que desean permanecer en sus hogares en lugar de ingresar a refugios.

El programa se lanzó en 2021 para brindar a los sobrevivientes sistemas de respuesta a emergencias, alarmas personales que las personas en riesgo pueden personalizar para notificar a familiares, amigos, proveedores de servicios o a la policía cuando se activen.

Este plan se ha ampliado para brindar opciones como servicios de reparación y reemplazo de cerraduras, puertas y ventanas, cuando corresponda, incluido el reemplazo de cerraduras dentro de las 24 horas.

HOME+ es un rediseño del programa Alternativa al Refugio (ATS) de la Administración de Recursos Humanos de la Ciudad de Nueva York (HRA), que elimina los requisitos de una orden de protección activa y respuesta policial para participar en el programa. 

¿Dónde y cómo?

• 8 de los quince distritos comunitarios con los recuentos más altos de fatalidades sangrientas por violencia doméstica se encuentran en El Bronx.

• 3 son los vecindarios de Manhattan con más reportes fatales de violencia doméstica: Washington Heights, Inwood y Harlem, justamente localidades en donde la mayoría de los residentes son hispanos.

• 3 localidades de Queens con más incidencias que terminan en su desenlace fatal: Jamaica, Rochdale y St. Albans

• 225% aumentaron los homicidios por violencia doméstica en Brooklyn. Ascendieron de 4 en 2021 a 13 en 2022.

• 100% crecieron los asesinatos de parejas íntimas con cuchillos. Se registraron 8 en 2021 a 16 en 2022.

• 22,2% aumentaron estas fatalidades con armas de fuego. Nueve casos en 2021 versus siete en 2022.

• 2,4 más probabilidades de ser víctimas de homicidio por violencia doméstica por parte de su pareja tienen las personas de color.

• 20% de los crímenes pasionales en este periodo de tiempo también involucraron a un niño como víctima de 10 años de edad o menos.

• 40 años es la edad promedio de las víctimas de parejas íntimas.

¿Temes ser agredida? ¡Hay recursos de ayuda!

• La primera opción y la más fácil es llamar al 311 y solicitar que lo conecten con un Centro de Justicia Familiar de la Ciudad de Nueva York
• Llame a la línea directa de violencia doméstica de la Ciudad de Nueva York las 24 horas, al (800)-621-HOPE (4673)
• Consulte recursos y programas de ayuda en www.nyc.gov/NYCHOPE
• Si necesita respuesta policial inmediata, no dude llamar al 911
• Puede llamar a la línea directa contra la violencia doméstica y sexual del Estado de Nueva York está disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana: (800)-942-6906
• Además tiene la opción de enviar mensaje de texto al (844) 997-2121
• Puede escribir a @opdv.ny.gov