Trabajador ecuatoriano murió en racha de acuchillamientos al comenzar el día en Nueva York
Un trabajador ecuatoriano de la construcción fue la primera de las tres víctimas fatalmente acuchilladas por un hispano en pocas horas en NYC a plena mañana
Ángel Landa, trabajador ecuatoriano de la construcción de 36 años, fue la primera de las tres víctimas fatalmente acuchilladas por el sospechoso Ramón Rivera (51) entre las 8:22 y las 11:00 a.m. del lunes en Manhattan (NYC)
Pocos minutos después, otro hispano de 48 años murió apuñalado en un caso no relacionado en El Bronx, siendo la 4ta víctima similar en la ciudad la mañana del lunes. Nadie ha sido detenido por ese caso.
Aproximadamente dos horas después del ataque a Landa en 444 West 19th St, Rivera se dirigió a East 30th St, donde apuñaló y mató a Chang Wang, de 67 años, quien estaba pescando en el East River, según NYPD.
Luego, a las 10:55 a.m., Rivera apuñaló y mató a su última víctima, Wilma Augustin, cerca de la ONU en East 42nd Street y 1st Av, según la acusación. La mujer de 36 años vivía en un refugio para inmigrantes en West 38th Street y dejó un hijo de 8 años.
“¿Cómo le explicas a ese niño lo que pasó? Esto es el fracaso de nuestra falta de voluntad para enfrentar el problema”, dijo el alcalde Eric Adams.
Rivera tenía ocho arrestos previos, el último por un hurto mayor el mes pasado. El lunes fue acusado de tres cargos de homicidio.
La policía dijo que Landa fue acuchillado alrededor de las 8:30 a.m. cuando se dirigía a sus labores como trabajador de la construcción. Vivía en Peekskill, condado Westchester.
Ayer se colocaron velas y flores en la zona del ataque, en Chelsea. “Aunque no los conocemos, queremos que sepan que estamos aquí en solidaridad y que los vamos a ayudar a luchar por la justicia”, dijo la vecina Alexis Scher.
Bertha Landa dijo a ABC News que su único hermano era muy trabajador, responsable, amable y siempre dispuesto a ayudar a los necesitados. Ayer se presentó en el tribunal sosteniendo una foto de él. “Necesito justicia para mi hermano, no quiero que su muerte sea en vano”, afirmó.
“Él vivió 20 años con nosotros, era como un hijo y un dolor muy grande nos deja en nuestro corazón. Yo lo que quiero es que se pudra ese desgraciado que le quitó la vida, porque eso es una cosa injusta. Él no sabe el dolor que nos causa. Sólo pedimos a Dios que nos dé fuerza y fortaleza para superar este dolor tan grande que él nos dejó”, dijo a NY1 Noticias María Lata, tía de Angel.
Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.