Asaltan casa de estrella de Cincinnati Bengals, Joe Burrow
El robo es el tercero de este tipo en la NFL tras los que sufrieron Travis Kelce y Patrick Mahomes el pasado 7 de octubre
Joe Burrow durante una rueda de prensa en 2024. Crédito: Jeff Dean | AP
El quarterback de Cincinnati Bengals, Joe Burrow, se convirtió este martes en una de las nuevas víctimas de la delincuencia que acosa a los jugadores de la NFL luego que malhechores ingresaran a su domicilio durante el duelo que mantuvo el pasado lunes en Texas ante Dallas Cowboys.
La noticia la dio a conocer la oficina del Sheriff del Condado de Hamilton, en Ohio, que contó acerca del robo mientras Burrow no se encontraba en la residencia.
“La habitación del domicilio fue saqueada. El Sr. J. Burrow estaba fuera de la ciudad y no pudo proporcionar detalles sobre qué objetos se llevaron de la casa”, fue parte del contenido del informe policial sobre el caso.
Las investigaciones ya se encuentran en marcha pero hasta ahora no han dado con los culpables, que se presumen son los mismos que en las últimas semanas han azotado otras residencias de jugadores famosos.
La casa de Burrow se unió a los robos que sufrieron el pasado 7 de octubre los hogares de Patrick Mahomes y Travis Kelce, de los campeones Chiefs, mientras ellos jugaban ante los New Orleans Saints. Situación que también sufrió Linval Joseph, ex tackle defensivo de los Dallas Cowboys en la última semana de septiembre.
Esto motivó a que el pasado 21 de noviembre la NFL emitiera una alerta de seguridad a los 32 equipos para tomar precauciones ante los reiterativos hurtos realizados por una red criminal transnacional que tiene como blanco a deportistas profesionales.
En la alerta de la liga habla sobre lo “sofisticada y bien organizada” que trabaja esta red criminal por lo que instaron a los jugadores a mejorar sus sistemas de seguridad en puertas y ventanas y tener cuidado al compartir en sus redes sociales información sobre sus planes, ubicaciones, costumbres y artículos de lujo.
Según la información difundida, los delincuentes no son agresivos y no roban casas mientras los residentes están dentro. Para realizar los robos utilizan registros públicos para encontrar las direcciones de los jugadores, para luego realizar una vigilancia exhaustiva días antes de la operación.
El siguiente paso es rastrear los horarios del equipo y las cuentas de redes sociales de los jugadores y sus familias; esperan hasta que las casas están vacías, preferentemente durante los juegos, luego entran y roban dinero en efectivo y artículos como joyas, relojes y bolsos. Su atención se centra en los dormitorios principales y armarios.
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