Harvard revela cuál es el mejor ejercicio después de los 55 años: no es caminar ni correr
Un estudio de Harvard indica que el mejor ejercicio para mayores de 55 no es correr ni caminar, sino artes marciales suaves como el Tai Chi

Distintas disciplinas de las artes marciales, como el Tai Chi, son altamente beneficiosas para adultos en plenitud. Crédito: Shutterstock
La búsqueda de la mejor forma de mantenerse activo y saludable después de los 55 años ha encontrado un giro inesperado gracias a una investigación de la Escuela de Medicina de Harvard.
Según el estudio, el ejercicio más recomendable para las personas mayores no es caminar ni correr, sino practicar artes marciales suaves, como el Tai Chi, el Aikido o el Wing Chun, disciplinas que favorecen el equilibrio, la memoria y la fuerza sin sobrecargar el cuerpo.
El hallazgo ha sorprendido a médicos y especialistas en salud, ya que rompe con la creencia extendida de que la caminata diaria o el trote ligero son las actividades más efectivas para envejecer con vitalidad. Harvard propone mirar hacia prácticas que integran cuerpo y mente, con beneficios que van mucho más allá de lo físico.
El secreto de quienes mantienen la vitalidad después de los 55
¿Por qué algunos adultos mayores parecen llenos de energía mientras otros pierden agilidad y confianza al moverse? Harvard señala que la clave no está en la genética ni en la suerte, sino en elegir el tipo de movimiento adecuado.
Los expertos advierten que, aunque correr o levantar pesas pueden resultar beneficiosos en etapas más tempranas, a partir de cierta edad incrementan el riesgo de lesiones y molestias articulares. En contraste, las artes marciales tradicionales ofrecen una práctica más amigable, segura y sostenible para quienes buscan mantenerse activos sin dolor ni desgaste.
Tai Chi, Aikido y Wing Chun: aliados para el cuerpo y la mente
Las artes marciales recomendadas para mayores de 55 años se caracterizan por sus movimientos controlados, pausados y fluidos. No requieren fuerza bruta ni velocidad, sino atención plena y coordinación.
* Tai Chi: Conocido como “meditación en movimiento”, combina respiración profunda y movimientos lentos que mejoran la circulación, reducen el estrés y fortalecen el equilibrio. Además, disminuye significativamente el riesgo de caídas, uno de los problemas más comunes en la tercera edad.
* Aikido: Se centra en redirigir la energía del oponente en lugar de resistirla. Promueve la movilidad, la flexibilidad y la fluidez corporal, sin exigir impacto ni fuerza excesiva.
* Wing Chun: Este arte enfatiza movimientos cortos y eficientes, diseñados para mejorar reflejos y equilibrio. No incluye saltos ni acrobacias, lo que lo convierte en una opción accesible para adultos mayores que desean mantenerse ágiles.
* Jiu Jitsu adaptado: Algunas escuelas ofrecen versiones suaves de esta disciplina, enfocadas en la conciencia corporal y la autoconfianza, sin contacto brusco ni riesgo elevado.

Evidencia científica de Harvard
El doctor Peter M. Wayne, investigador de Harvard Medical School, ha liderado estudios sobre los efectos del Tai Chi en adultos mayores. Sus conclusiones señalan que esta práctica ayuda a mejorar la “complejidad fisiológica” del cuerpo, es decir, la capacidad de responder de manera flexible y eficaz a los cambios propios del envejecimiento.
En términos simples, el Tai Chi y otras artes marciales suaves fortalecen los sistemas de control del organismo en lugar de desgastarlos, lo que permite enfrentar los retos de la edad con mayor resiliencia.
Beneficios que van más allá del ejercicio
Las artes marciales no solo ofrecen ventajas físicas, sino también psicológicas y sociales:
* Mejoran la coordinación y el tono muscular sin sobrecargar las articulaciones.
* Estimulan la memoria y la concentración, gracias a la memorización de secuencias de movimientos.
* Reducen el estrés y la ansiedad mediante la respiración consciente y la atención plena.
* Fomentan la conexión social, ya que las clases en grupo generan comunidad, motivación y sentido de pertenencia, aspectos clave para la salud mental en la madurez.
Aunque se trata de prácticas seguras, los especialistas recomiendan consultar al médico antes de iniciar y buscar instructores con experiencia en adultos mayores. De esta manera, se garantiza una práctica adaptada a las capacidades individuales y sin riesgos innecesarios.
Un nuevo enfoque para envejecer con vitalidad
El estudio de Harvard invita a replantear la idea de que envejecer significa perder agilidad o resignarse al sedentarismo. Por el contrario, sugiere que puede ser una etapa para descubrir nuevas formas de movimiento, más conscientes y equilibradas.
Practicar artes marciales suaves después de los 55 no es solo una actividad física: es una manera de cultivar calma, confianza y resiliencia. Cada clase ofrece la oportunidad de fortalecer el cuerpo, afinar la mente y disfrutar de una vida más plena.
En un mundo donde la expectativa de vida aumenta, aprender a vivir mejor y no solo más tiempo se ha convertido en una prioridad. Y, según Harvard, el camino hacia esa meta podría estar en una disciplina milenaria que combina fuerza, equilibrio y serenidad.
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