Del snack a la medicina preventiva: Cómo las almendras bajan el colesterol y modulan el microbioma
Las almendras son un superalimento funcional que protege tu corazón y regula el intestino, mejoran la glucemia y controlan la inflamación
Las almendras son fuente de nutrientes que ayudan a bienestar en general. Crédito: Shutterstock
Las almendras son un alimento rico en nutrientes, antioxidantes, fitoquímicos y fibra, clave para la prevención de Enfermedades Cardiovasculares (ECV), ya que su consumo mejora el perfil lipídico (al reducir el LDL), la glucemia y la función endotelial. Además, modulan positivamente el eje intestino-corazón.
El rico perfil nutricional de la almendra la hace un alimento funcional que aporta una combinación de grasas monoinsaturadas para el control de los lípidos; fibra, que ayuda a generar sensación de saciedad, mejorar la glucemia y favorecer la salud intestinal; y vitamina E y polifenoles con poderosos efectos antioxidantes y antiinflamatorios.
Esta valiosa combinación crea un “paquete” dietético que ataca múltiples factores de riesgo de ECV simultáneamente: hiperlipidemia, hipertensión, obesidad y disfunción endotelial.
¿Por qué la almendra es cardioprotector y regulador intestinal?

Las almendras tienen una rica composición nutricional que las hacen un alimento funcional cardioprotector y regulador intestinal. Esto se debe a que tienen una buena densidad en grasas monoinsaturadas, fibra, vitamina E y polifenoles permite una acción sinérgica que va desde la reducción significativa del colesterol LDL y la mejora de la función endotelial y antioxidante, hasta el mejor control glucémico y de la composición corporal, explica el estudio de Nutrients.
Una investigación publicada por la revista Nutrients sobre Los efectos del consumo de almendras en la salud cardiovascular y el microbioma intestinal: una revisión exhaustiva, revela que la almendra más que un simple snack es un agente que impacta la comunicación sistémica entre órganos en especial el Eje Intestino-Corazón (Gut-Heart Axis).
La razón se debe a los efectos del consumo de almendra en el microbioma intestinal, ya que la investigación observar la vinculación entre el butirato, un Ácido Graso de Cadena Corta con efectos antiinflamatorios, con la cardioprotección. Esto sugiere un mecanismo de acción antiinflamatorio más profundo que el simple aporte de antioxidantes.
Las almendras alimentan a las bacterias intestinales, ya que producen un “mensajero” antiinflamatorio (butirato), y ese mensajero viaja para proteger tu corazón de la inflamación crónica, un factor clave en las enfermedades cardiovasculares
El consumo regular de almendras representa una estrategia dietética simple, científicamente validada y de alto impacto que ideales para combatir la creciente carga de las enfermedades cardiovasculares.

¿Cuáles son los beneficios de las almendras?

Rico perfil nutricional: Las almendras son una fuente nutricional densa que respalda sus propiedades saludables. “Las almendras son ricas en grasas monoinsaturadas, fibra, vitaminas, minerales y polifenoles, que contribuyen a sus propiedades beneficiosas para la salud.”
Consumir una porción de aproximadamente 28 g de almendras proporciona 7,3 mg de vitamina E, 77 mg de magnesio y 208 mg de potasio.
Mejora del perfil lipídico: El consumo regular de almendras tiene un impacto positivo en los lípidos sanguíneos, un factor clave en la salud cardiovascular. El estudio demuestra que el consumo de estos alimentos “mejora el perfil lipídico al reducir el colesterol LDL y mejorar la funcionalidad del HDL.”
Beneficios para el control glucémico: Las almendras ayudan a modular los niveles de azúcar en la sangre, lo cual es vital para la salud cardiovascular, especialmente en la diabetes tipo 2. Las almendras ayudan al control glucémico, un efecto que depende de la dosis, “con cantidades mayores de almendras que conducen a una mayor reducción y un aumento más lento en los niveles de glucosa en sangre posprandial”.
Propiedades antioxidantes y antiinflamatorias: Su contenido nutricional ofrece protección contra el daño celular y la inflamación crónica. “Las propiedades antioxidantes de las almendras, principalmente debido a su alto contenido en vitamina E, ayudan a reducir los marcadores de estrés oxidativo.”, cita el estudio.
Sugiere que el consumo de almendras “puede disminuir la inflamación crónica de bajo grado, un factor de riesgo reconocido de ECV.”
Impacto en la composición corporal: Las almendras pueden ser un aliado en el control de peso ya que influyen positivamente en la composición corporal al reducir el porcentaje de grasa corporal y la adiposidad central, y al aumentar la saciedad.
Modulación del Microbioma Intestinal y el Eje Intestino-Corazón: Se destaca un mecanismo emergente de acción a través de la salud intestinal, toda vez que “…el consumo de almendras parece modular el microbioma intestinal, promoviendo el crecimiento de bacterias beneficiosas y aumentando la producción de ácidos grasos de cadena corta, en particular el butirato.”
¿Cuánta almendra se debe comer?

La recomendación de consumo de almendra va desde una porción estándar (28g o 1.5 oz) hasta 60-84g por día. Con esta porción se logran obtener los beneficios como reducción de LDL, mejora de la función endotelial, control glucémico, etc.) radica en el consumo regular y consistente.
Por esta razón se considera el consumo de almendras como una práctica de hábito alimenticio diario. En un contexto donde los investigadores observan un aumento proyectado de la prevalencia de ECV en EE. UU. (40.5% de la población para 2030) y la mayor afectación en grupos minoritarios.
Se trata de un alimento accesible con respaldo científico para ser incluidos en las guías dietéticas con alto impacto potencial para la reducción del riesgo a nivel poblacional.
Sigue leyendo: