Exasesor de Eric Adams recibe libertad condicional en caso de donaciones ilegales
Mohamed Bahi recibe libertad condicional en NY mientras el caso contra Eric Adams fue desestimado, generando cuestionamientos sobre el trato diferenciado
Mohamed Bahi, a la derecha, sale del tribunal federal de Manhattan con su abogado, Derek Adams, el martes 18 de noviembre de 2025, en Nueva York. Crédito: Jake Offenhartz | AP
Un juez federal de Nueva York impuso este martes una sentencia de tres años de libertad condicional a Mohamed Bahi, exintegrante de la administración del alcalde Eric Adams, por su participación en un esquema de donaciones ilegales.
“Me siento satisfecho y muy feliz de que haya terminado”, dijo Bahi al salir del tribunal federal de Manhattan.
Bahi, de 41 años, ya se había declarado culpable de un cargo de conspiración relacionado con fraude electrónico en un tribunal federal de Manhattan. En agosto de este año dmitió haber ayudado a organizar una recaudación de fondos en diciembre de 2020 en la que empleados de una constructora donaron dinero que posteriormente recibirían en reembolso.
La resolución fue menos severa que la solicitada por los fiscales, pero el juez de distrito Dale Ho sostuvo que la responsabilidad de Bahi —exenlace musulmán del Ayuntamiento— era menor que la de su entonces jefe Adams.
No obstante, el fallo incluye un año de arresto domiciliario y quedó marcado por un contraste inevitable: la decisión previa, impulsada por el Departamento de Justicia bajo la administración Trump, de obligar al mismo juez a desestimar los cargos contra el propio alcalde por el mismo entramado.
El juez Dale Ho citó los años de servicio público del acusado a su comunidad musulmana para su decisión de no encarcelarlo. “Es imposible no conmoverse por el alcance de su trabajo”, le dijo a Bahi.
El “elefante en la habitación”
En la audiencia, el juez agregó que Adams sigue siendo “el elefante en la habitación”: “El Sr. Bahi está colocado en la pirámide y hay una notable ausencia en la cima de esa pirámide”.
Ho interrogó directamente al fiscal Rob Sobelman sobre la actuación del gobierno federal. El juez cuestionó qué debía interpretar al observar que a una figura superior a Bahi, el alcalde Adams, se le levantaron los cargos, mientras que a él se le imponía una condena.
Sobelman respondió insistiendo en que el tribunal debía “centrarse en Bahi”, a quien describió como autor de conductas “graves”, que justificaban una pena de prisión moderada pese a que las directrices federales fijaban un rango de cero a seis meses.
La defensa, liderada por Derek Adams, buscó minimizar su papel, presentándolo como alguien sin capacidad de planificar un esquema complejo. También fue relevante que el otro implicado que admitió su participación, el empresario Erden Arkan, recibiera igualmente una pena de libertad condicional.
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