Tres días después de la muerte de Sherlin Camacho, la niña de 3 meses de El Bronx que falleció por múltiples fracturas en su cuerpo, aún las autoridades no han realizado arrestos o presentado cargos a los posibles responsables de haberla maltratado.

La Fiscalía de El Bronx y el Departamento de Policía (NYPD) confirmaron este miércoles que aún investigan el incidente, mientras que ambas agencias esperan el resultado de la Oficina del Médico Forense quien analiza si se trató de un homicidio o un accidente.

El resultado del examen forense es crítico para saber qué cargos se presentaría al responsable o responsables de haber de haber golpeado a la babé, quien estuvo una semana conectada a una máquina en condición crítica en el Hospital Montefiore antes de fallecer el pasado lunes en la mañana.

La Policía ya interrogó a los padres y hermanos de la niña, pero por ahora los ven como personas de interés y no como sospechosos.

La pequeña fue encontrada por los paramédicos inconsciente y con problemas para respirar, luego que su padre Manuel Camacho, de 27 años, llamara al 911. La niña tenía fracturas en la tibia y en la columna vertebral, además de una costilla rota y hematomas en sus ojos.

“Estamos entristecidos por esta noticia alarmante y estamos investigando junto al NYPD las circunstancias que llevaron al fallecimiento de esta niña”, dijo un vocero de la Administración de Servicios Infantiles (ACS). La familia no tenía récord con la agencia previamente.

Presentar cargos en los casos de abuso infantil es un reto, porque por lo general ocurren dentro de los hogares donde no hay cámaras y los investigadores dependen de los testimonios de las familias.

En el 2016 la Fiscalía de Queens tardó tres meses en acusar a Jorge Baque por la muerte de su hija Alaia Baque, de cinco meses, quien sufrió fracturas de cráneo y originalmente se creyó que habían sido causadas por un rito para curarla del ‘mal de ojo’.

Ahora el padre enfrenta cargos por homicidio y poner en peligro la vida de un menor y de ser encontrado culpable podría pasar hasta 25 años de prisión.