Hijo de la niñera sube al estrado: el crimen de los niños fue “un accidente”
Jesus Frías afirmó que no tenía conocimiento de que su madre estaba sufriendo alucinaciones al momento del asesinato
Jesús Frías subió al estrado y calificó como un “accidente” la muerte de los niños Krim, por la que su madre Yoselyn Ortega está siendo juzgada.
El hijo de la ex niñera dominicana testificó el jueves en la corte. Frías conocía a los niños Krim y al ser interrogado destacó la prolongada “tristeza” de su madre “antes del accidente”. Seguidamente corrigió, y dijo “antes de lo que pasó”, en referencia al homicidio de los hermanitos Lucía (6) y Leo Krim (2) en su apartamento del Upper West Side en 2012.
“Desafortunadamente, dos niños murieron”, dijo Frías después de que el fiscal Stuart Silberg le prguntara en repetidas ocasiones, “¿Acabas de decir accidente?”.
También testificó que con frecuencia hablaba por teléfono con Lucia “Lulú” Krim para que la niña practicara su español. La niña de 6 años, que fue apuñalada unas 30 veces, con frecuencia dibujaba imágenes de su niñera, afirmó Frías, de 22 años.
Aunque Ortega se ha declarado mentalmente inestable y su hermana y un médico lo han corroborado en la corte, su hijo afirmó que ella nunca se lo comentó.
“¿Nunca dijo nada sobre cómo estaba plagada, perseguida por las sombras y los demonios?”, preguntó Silberg. “No a mí”, respondió Frías.
En la sala penal, Ortega miraba fijamente a su hijo, quien la ignoró, excepto cuando la identificó en la corte, detalló New York Post. Durante un receso, Frías sonrió al jurado.
El viernes, una niñera que conocía a Ortega cuando cuidaba a los niños Krim, afirmó que el día antes del crimen la dominicana se quejó de “demasiado trabajo y poco dinero”.
Chelsea Andrews testificó en la Corte Suprema de Manhattan que Ortega estaba actuando de forma extraña el 24 de octubre de 2012. “Cuando la vi ese día (…) no me gustó cómo se veía”, comentó ante el jurado.
Desde 2012 Ortega se encuentra presa sin derecho a fianza. Al ser detenida alegó a los médicos que no recordaba haber atacado a los niños y que escuchó voces que le ordenaban matar gente. Fue diagnosticada con una depresión mayor con características psicóticas e intentó suicidarse usando el mismo cuchillo con el que fueron asesinados los niños.
Ortega se declaró inocente del doble homicidio, por lo que ahora enfrenta cadena perpetua, la pena máxima en el estado de Nueva York. Si el jurado la exime de culpa por demencia, es probable que pase el resto de su vida en una institución psiquiátrica.
