Emma Coronel, esposa de “El Chapo”, y la fascinación que genera públicamente
¿Qué tiene la exreina de belleza que sus intimidades llaman tanto la atención?
NUEVA YORK – No hace falta que Emma Coronel, esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán arribe a la sala del juez Brian Cogan para que volteen a mirarla. Desde que los medios de prensa la ven llegar a la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, con sus variados y llamativos lentes de sol y sus pantalones ajustados, compiten para llevarse, aunque sea, unas mínimas declaraciones de la mujer que ha acompañado a El Chapo por más de 10 años y, desde hace semanas, en el llamado “juicio del siglo”. La fascinación no solo viene de los miembros de la prensa, personas particulares se han acercado para tomarse selfies con la pareja del otrora supuesto líder del cartel de Sinaloa.
Coronel, una exreina de belleza ganadora de un concurso local en Canelas, Durango, es como un imán, para gusto de algunos y repudio de otros que no entienden cómo la mujer de un “narco” se ha convertido en una celebridad a la que comparan con la socialité Kim Kardashian, y hasta en otra de las protagonistas indirectas del juicio por narcotráfico que se sigue contra su marido.
Pero, más allá de su atractivo físico, la madre de las gemelas de El Chapo rompe con el molde de las mujeres asociadas con los narcos.
A pesar de su gusto por el buen vestir – se le ha visto con ropa de diseñadores como Gucci y Carolina Herrera – y otros lujos, Coronel no es la típica mujer del narco, o por lo menos no las que representan las series sobre crimen organizado.
Por ejemplo, Coronel, de 29 años, no se mantuvo en cautiverio por ser la esposa del capo al que se le atribuye el envío de 155 toneladas de cocaína a Estados Unidos y, anterior a su caída en manos de los federales, una fortuna estimada por Forbes en $1,000 millones de dólares. Coronel se graduó de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Sinaloa, aunque nunca ejerció.
A Emma, también se le ha asociado con labores comunitarias o de filantropía. En octubre pasado, trascendieron unas fotos en las que aparece en el Hospital Pediátrico de Sinaloa mientras reparte pañales y otros artículos a los niños pacientes de cáncer.
El juicio la ha sacado de las sombras
Hasta el 2016, Coronel era una figura accesoria a nivel mediático. Pero, tras una entrevista con la cadena Telemundo, creció la curiosidad sobre la joven de origen duranguense.
Entre otras cosas, Coronel supo mostrar su lado humano que contrasta con la imagen sanguinaria que se tiene de su marido.
En medio del intercambio con la televisora, Coronel reclamó condiciones más humanas en el Centro Correccional Metropolitano de Manhattan donde El Chapo permanece recluido en confinamiento solitario desde principios del referido año.
“Los guardias no lo dejan dormir y no tiene nada de privacidad ni para ir al baño”, denunció en aquel momento.
Con la última entrevista concedida a la cadena este mes, Coronel se ubicó como una figura clave y de balance alrededor del narco.
Entre algunas de las declaraciones más controversiales, se encuentra su emplazamiento a la actriz Kate del Castillo, quien mantuvo un encuentro clandestino con su esposo.
“Sé que sí existió lo de los derechos de su vida. No sé si lo vaya a hacer o no ella (Kate del Castillo) la película. Ya se tendrá que poner en contacto conmigo porque lo que tenga que ver con la vida de Joaquín o Joaquín los tiene que ver conmigo”, argumentó Coronel sobre la posibilidad de que Del Castillo realice el filme, lo que sonó también como una manera de marcar territorio y postura.
Su fidelidad
Desde que iniciaron los procedimientos contra El Chapo, incluso antes del comienzo del juicio en su fondo, Coronel ha sido consecuente en la asistencia a los procedimientos.
Tan es así que, cuando la semana pasada se ausentó por unos días al tribunal, ése era, precisamente, el titular de medios nacionales e internacionales.
Coronel ha permanecido junto a El Chapo desde que lo conoció en una fiesta en un rancho a la edad de 17 años. Aunque Coronel tenía novio, el sinaloense se las ingenió para sacarla a bailar mediante un mensajero.
A pesar de la lista de mujeres que han sido asociadas con el mexicano, Emma se ha mantenido junto a su esposo.
Las dudas sobre sus vínculos con el narcotráfico
Aunque Coronel insista en que sus ingresos no provienen del narco, la duda siempre asoma.
En la entrevista más reciente con Telemundo, dijo: “No tengo nada ilícito, a estas alturas el Gobierno se ha encargado de checar”. Agregó que obtiene beneficios de unas tierras de riego de su padre, Inés Coronel Barrera.
Sin embargo, su padre y su hermano mayor, Inés Omar, cumplen sentencias de prisión por estar vinculados a actividades del cartel que, alegadamente, dirigía El Chapo, y por el que hoy se le juzga en Nueva York.
El suegro de Guzmán Loera, de 48 años, fue sentenciado, en abril de 2017, a 10 años de prisión y cinco meses por una jueza en Sonora, quien determinó que Coronel Barreras cometió delitos como posesión de marihuana y portación de arma de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
Al hermano de Emma, Inés Omar, de 28, se le condenó a una pena de 10 años con tres meses de cárcel por los mismos delitos.
Los vínculos de la familia de la exreina con la organización también implican a su fallecido tío, el capo Ignacio “Nacho” Coronel Barrera, uno de los más poderosos líderes del referido cartel.
De hecho, a Coronel Barrera se le conoce por su supuesta implicación en el secuestro, en 2010, de la esposa de Héctor Beltrán Leyva, Clara Elena Laborín, apodada “La Señora”.