El calvario de Taylor Swift: venden por segunda vez sus canciones a un fondo de capital privado, y anuncia que volverá a grabarlas
Según un reporte, la transacción tendría un valor de más de $300 millones de dólares
El sello discográfico Big Machine posee los derechos de los seis primeros álbumes de Taylor Swift. Crédito: Dia Dipasupil | Google Maps
Este lunes la cantante Taylor Swift confirmó la existencia de un informe según el cual su catálogo de música ha sido vendido a un grupo de capital privado sin su conocimiento truncando sus esperanzas de recuperar el control sobre su música desde que fue adquirida de forma controvertida por el productor musical Scooter Braun el año pasado.
El reporte de Variety menciona que el acuerdo tiene un valor de más de $300 millones de dólares y que Shamrock Holdings compró el 100% de la música y vídeos de la cantante a Braun.
En una declaración compartida el lunes a través de las redes sociales de Twitter e Instagram, Taylor Swift reveló que inicialmente había acogido con beneplácito la perspectiva de trabajar con Shamrock, antes de descubrir que el acuerdo significaba que Braun y su compañía, Ithaca Holdings, que adquirió su catálogo el año pasado, “seguirá recibiendo por muchos años más una recompensa financiera” producto de sus grabaciones, algo que “actualmente no puede entretener”.
Swift también compartió una carta que escribió a Shamrock Holdings, en la que decía que ya ha empezado a regrabar su música antigua, algo que reconoce que “disminuirá el valor” de la inversión hecha por Shamrock.
Been getting a lot of questions about the recent sale of my old masters. I hope this clears things up. pic.twitter.com/sscKXp2ibD
— Taylor Swift (@taylorswift13) November 16, 2020
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Ithaca Holdings de Braun adquirió en 2019 el trabajo de Swift comprando su antiguo sello discográfico, Big Machine, que posee los derechos de sus seis primeros álbumes, por aproximadamente el mismo precio que ahora está vendiendo el catálogo de Swift.
Swift ha declarado que esperaba que sus grabaciones terminaran en manos de otra persona, pero nunca en las de Scooter Braun, a quien ha llamado “su peor pesadilla”.
El año pasado la cantante se opuso a la adquisición y acusó a Braun de “intimidar e intentar desmantelar” su “legado musical”. Swift ha estado tratando de readquirir los derechos de su música desde entonces, pero dijo que el equipo de Braun ni siquiera entraría en negociaciones a menos que ella firme “un acuerdo de confidencialidad que asegurara que la cantante “nunca diría ni una sola palabra” sobre Braun “a menos que fuera algo positivo”.
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