Cómo hacer un buen café sin cafetera
No necesitas tener una cafetera para hacer un buen café; hazlo a la antigua o improvisa
Si no tienes cafetera eléctrica, pero tampoco tienes una cafetera italiana, francesa o una Chemex no tienes por qué entrar en pánico. Te daremos otras opciones que expertos recomiendan para que puedas salir bien librado y disfrutar de tu bebida.
Mientras tengas fuego para calentar agua, puedes tener una aromática, caliente y estimulante buena taza de café. Aunque hay otras opciones de emergencia como el microondas; y si no tienes dónde calentar, también lo puedes preparar en frío (pero requieres más tiempo de espera).
En una olla, cacerola o pocillo
El chef Jimmy Bradley de Red Cat en Nueva York enseña en Grub Street cómo hace el café a la antigua, de la misma manera que lo hace su padre, quien no le ve el caso a comprar máquinas, filtros ni prensas.
- Vierte agua en una cacerola y enciende el fuego. Usa un poco más de agua de la que normalmente usarías para preparar café, ya que parte de ella se perderá al hervir y remojar el café.
- Cuando el agua hierva, agrega el café. Usa la misma cantidad que pondrías en tu cafetera por la cantidad de agua hervida y revuelve. Las medidas sugeridas son 2 cucharadas de café por cada 6 onzas de agua.
- Apaga el fuego y cubre la cacerola. Deja reposar hasta que todos los posos se asienten en el fondo; entre cuatro a cinco minutos.
- Ahora solo vierte cuidadosamente el café en tazas y listo. Los posos de café se quedan al fondo de la olla, pero si tienes un cucharón, este podría facilitarte el trabajo para servir desde una olla grande a varias tazas.
Filtrando con una tela de algodón o lino
Sería más fácil con una Chemex, pero teniendo un tarro o pocillo, una tela para usar de filtro, pinzas de ropa y agua muy caliente, puedes improvisar para obtener café.
- Coloca la tela en la parte superior del tarro o pocillo y presiona suavemente en el centro para hacer como u cuenco para contener el café molido.
- Asegura el paño en el recipiente, puedes usar clips para carpetas o pinzas para la ropa, al menos tres para que soporte el peso y no se hunda.
- Coloca el café molido en la bolsa de tela.
- Vierte una pequeña cantidad de agua caliente sobre el café y espera 30 segundos a que se empapen los posos por completo.
- Lenta y cuidadosamente vierte el resto del agua caliente, cuidando que los clips estén asegurados. Puedes esperar 4 minutos de infusión.
- Retira el pañuelo y disfruta tu café.
En bolsa de té hecha con un filtro
Si no tienes olla, pero tienes microondas y filtro, hay una opción de emergencia para tu café.
Así como el té, puedes preparar tu café en una bolsita improvisada con un filtro de café. “Como los franceses durante el siglo XVIII”, señala Roasty Coffe.
- Mide una sola porción de café molido y colócala en el filtro. Generalmente son 2 cucharadas.
- Forma una bolsita y átala con un hilo, dejando un extremo para colgar fuera de su taza, igual que en las bolsitas de té.
- Calienta el agua y vierte lentamente sobre la bolsa de café en la taza donde colocaste tu bolsita de café, teniendo cuidado de no llenarla demasiado.
- Deja reposar el café al menos cuatro minutos. Retira el filtro y disfruta.
Prepara café frío
Para preparar café frío a diferencia del café helado, no empleas agua caliente y enfrías después.
- Deja reposar los granos de café molidos (8 onzas) en 2 tazas de agua fría en un frasco con tapa durante 12 horas en el refrigerador.
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Filtra el café con una malla y tendrás listo tu concentrado. Al tomarlo debes diluir a partes iguales con agua fría y servir sobre hielo. También puedes prepararlo con leche.
Guarda el concentrado de café en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por 2 semanas.
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